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lunes, 13 de enero de 2014

Volumen V - La interpretación de los sueños (II) y Sobre el sueño (1900-1901)

El trabajo del sueño o (continuación). El miramiento por la figurabilidad. Hasta aquí estuvimos indagando el modo en que el sueño figura las relaciones {lógicas} entre los pensamientos oníricos. Pero al hacerlo debimos incursionar, una y otra vez, en un tema más vasto: la alteración que el material onírico en general experimenta a los fines de la formación del sueño. Ahora sabemos que el material onírico, despojado de buena parte de sus relaciones, sufre una compresión, mientras que al mismo tiempo desplazamientos de intensidad sobrevenidos entre sus elementos fuerzan en él una su 2 2 psíquicos. Los desplazamientos antes estudiados resultaron ser sustituciones de una determinada representación por otra que, de algún modo, le era vecina en la asociación; se volvían aprovechables para la condensación puesto que así, en lugar de dos elementos, conseguía ser recogido en el sueño uno solo, algo común intermedio entre ambos. Aún no hemos hablado de que haya otro tipo de desplazamiento. Sabemos de su existencia por el análisis: se anuncia por una permutación de la expresión lingüística de los pensamientos respectivos. En ambos casos se trata de un desplazamiento a lo largo de una cadena asociativa; el proceso es el mismo, pero se cumple en esferas psíquicas diversas y el resultado de tal desplazamiento es, en el primer caso, la sustitución de un elemento por otro, mientras que en el segundo un elemento permuta las palabras que lo expresan por las que expresan a otro. Este segundo tipo de desplazamiento que se presenta en la formación del sueño posee gran interés teórico; más aún: contribuye notablemente a esclarecer esa apariencia de absurdo fantástico con que el sueño se disfraza. El desplazamiento se consuma, por regla general, siguiendo esta dirección: una expresión incolora y abstracta del pensamiento onírico es trocada por otra, figural y concreta. La ventaja -y con ella el propósito- de esa sustitución es patente. Para el sueño, lo figural es susceptible de figuración, puede insertarse en una situación; en cambio, la expresión abstracta ofrecería a la figuración onírica dificultades parecidas a las que opondría, por ejemplo, el artículo político de fondo de un periódico a su ilustración. Pero no sólo la figurabilidad, también los intereses de la condensación y de la censura pueden ganar con ese trueque. Si el pensamiento onírico, inutilizable en su expresión abstracta, es remodelado en un lenguaje figural, entre esta nueva expresión y el resto del material onírico pueden establecerse con mayor facilidad que antes los contactos e identidades que el trabajo del sueño requiere y que él se crea toda vez que no los encuentra ya dados; en efecto, en cualquier lenguaje, en virtud de su evolución, los términos concretos son más ricos en anudamientos que los conceptuales. Cabe imaginar entonces que en la formación del sueño buena parte del trabajo intermedio, que procura reducir los pensamientos oníricos aislados a la expresión más unitaria y escueta posible, se produce de esta manera, a saber, mediante la apropiada remodelación lingüística de cada uno de ellos. Un pensamiento, cuya expresión acaso está fijada por otras razones, influirá sobre las posibilidades de expresión de otro distribuyéndolas o seleccionándolas, y ello quizá de antemano, como sucede en el trabajo del poeta. Si una poesía ha de crearse respetando la rima, la segunda serie de versos está atada a dos condiciones: debe expresar el sentido que le corresponde y hallar la consonancia con los versos de la primera serie. Las mejores poesías son sin duda aquellas en que no se nota el propósito de hallar la rima, sino que los dos pensamientos han seleccionado de antemano, por inducción recíproca, su expresión lingüística, tras lo cual una ligera reelaboración permite hacer surgir la consonancia. En algunos casos, la permutación de la expresión facilita la condensación onírica por una vía aún más corta: cuando permite hallar una construcción léxica que por su multivocidad pueda servir de expresión a varios pensamientos oníricos. Todo el ámbito del chiste verbal queda entonces al servicio del trabajo del sueño. No cabe asombrarse ante el papel que toca a la palabra en la formación del sueño. La palabra, como punto nodal de múltiples representaciones, está por así decir predestinada a la multivocidad, y las neurosis (representaciones obsesivas, fobias) aprovechan tan desprejuiciadamente como el sueño las ventajas que la palabra ofrece así a la condensación y al disfraz. (ver nota)(1) Es fácil mostrar que la desfiguración onírica saca también provecho del desplazamiento de la expresión. Ya induce a engaño el que una palabra multívoca reemplace a dos unívocas; y la sustitución de los giros expresivos usuales y sobrios por una expresión figural suspende nuestra comprensión, en particular porque el sueño nunca enuncia si los elementos que ofrece han de interpretarse en sentido literal o traslaticio, ni si es preciso referirlos al material onírico directamente o por mediación de giros lingüísticos intercalados. (ver nota)(2) En general, en la interpretación de un elemento onírico cualquiera es dudoso: a. Si debe ser tomado en sentido positivo o negativo (relación de oposición). b. Si debe interpretárselo históricamente (como reminiscencia). c. Si debe serlo simbólicamente. d. O si debe aplicárselo partiendo de su enunciación literal. A pesar de esta multiplicidad de vertientes, puede decirse que la figuración característica del trabajo del sueño, si bien es cierto que no lleva el propósito de que se la comprenda, no ofrece a su traductor dificultades más grandes que las que ofrecía a sus lectores la escritura jeroglífica de los antiguos. Ya he citado muchos ejemplos de figuraciones oníricas que sólo por una ambigüedad de la expresión se mantienen cohesionadas («La boca se abre bien», en el sueño de la inyección; «Y no puedo marcharme», en el último sueño, etc.) Comunicaré ahora un sueño en cuyo análisis la remodelación figural del pensamiento abstracto desempeña un papel más importante. La diferencia entre esta interpretación del sueño y la interpretación por medio del simbolismo puede precisarse mejor: en la interpretación simbólica, la clave de la simbolización es escogida arbitrariamente por el intérprete; en nuestros casos de disfraz lingüístico, en cambio, esa clave es de todos conocida y la procuran unos hábitos idiomáticos arraigados. Si uno atrapa en la oportunidad justa la ocurrenci los sueños de este tipo, aun con independencia de las informaciones que pueda proporcionar el soñante. He aquí el sueño de una dama de mi amistad: Ella se encuentra en el teatro. Representan una obra de Wagner. La función ha durado hasta las 7 y cuarto de la mañana. En la platea y los palcos bajos hay mesas donde se come y se bebe. Su primo, que acaba de volver a casa tras su viaje de bodas, está sentado a una de estas con su joven esposa; junto a ellos, un aristócrata. De este se dice que la joven se lo trajo de su viaje de bodas desembozadamente, como habría podido hacerlo con un sombrero. En mitad de la platea se alza una alta torre; encima, una plataforma rodeada por un enrejado de hierro. Ahí, arriba de todo, está el director de la orquesta, con los rasgos de Hans Richter; de continuo corre de un lado al otro tras su enrejado, traspira terriblemente y desde ese puesto dirige la orquesta desplegada en la base de la torre. La soñante está sentada {sitzen} en un palco con una amiga (también de mi conocimiento). Su hermana menor quiere alcanzarle desde la platea un gran pedazo de carbón, aduciendo que ella no sabía que eso se prolongaría tanto y seguramente. estaría ahora muriéndose de frío. (Como si los palcos, durante esa prolongada 3 3 representación, debieran ser caldeados.) Si bien es cierto que se refiere a una situación única, el sueño es bastante disparatado. La torre en mitad de la platea, desde la cual el director guía la orquesta; más todavía: ¡el trozo de carbón que la hermana de la soñante alcanza a esta! Deliberadamente no promoví análisis alguno de este sueño; con algún conocimiento de las relaciones personales de la soñante pude interpretar por mí mismo fragmentos de él. Sabía que ella había sentido gran simpatía por un músico cuya carrera malogró prematuramente una enfermedad mental. Me decidí por eso a tomar literalmente la torre de la platea. Resultó entonces que el hombre que ella habría deseado ver en el lugar de Hans Richter se destacaba como una torre {turmhoch} sobre los otros miembros de la orquesta. Esta torre {Turm} ha de caracterizarse como un producto mixto, construido por aposición: su estructura inferior figura la grandeza del hombre, y su enrejado en lo alto, donde este corre de un lado al otro como un prisionero o como un animal enjaulado (alusión al nombre del desdichado(3)), figura su destino final. «Narrenturm(4)» sería quizá la palabra en que ambos pensamientos podrían coincidir. Una vez descubierto así el modo de figuración del sueño, se pudo tratar de resolver con la misma clave el segundo absurdo aparente: el carbón que su hermana alcanzaba a la soñante. «Carbón» tenía que significar «amor secreto»: «Ningún fuego ni carbón n pueden dar calor tan fuerte e como da el amor secreto, , ) ) La soñante y su amiga habían permanecido sentadas (sitzen geblieben, solteras}; la hermana más joven de aquella, aún casadera, le alcanza el carbón porque «no sabía que eso se prolongaría tanto». ¿Qué era lo que se prolongaría tanto? El sueño no lo dice; en un cuento, completaríamos: «la función de ópera»; en el sueño tenemos el derecho de considerar la frase por sí misma, declararla multívoca y agregar: «hasta encontrar marido». La interpretación «amor secreto» está apoyada también por la mención del primo, que está sentado con su mujer en la platea, y por el amorío desembozado que le endilgan a ella. Las oposiciones entre el amor secreto y el desembozado, y entre el fuego de la soñante y el frío de la joven desposada, presiden el sueño. Por lo demás, aquí como allí hay un «encumbrado» {«Hochstehender»} como palabra intermediaria entre el aristócrata y el músico en quien se cifraban tantas esperanzas. Con las elucidaciones precedentes hemos terminado por descubrir un tercer factor(6) cuya contribución a la mudanza de los pensamientos oníricos en el contenido del sueño no ha de tasarse en poco: el miramiento por la figurabilidad dentro del peculiar material psíquico de que se sirve el sueño, y que consta entonces, las más de las veces, de imágenes visuales. Entre los diversos anudamientos colaterales de los pensamientos oníricos esenciales se prefieren los que permiten una figuración visual, y el trabajo del sueño no ahorra esfuerzos para refundir tal vez primero los pensamientos abstractos en otra forma lingüística, aun la más insólita, con tal que posibilite la figuración y así ponga fin al aprieto psicológico del pensamiento estrangulado. Pero este vaciamiento del contenido del pensamiento en otra forma puede ponerse simultáneamente al servicio del trabajo de condensación y crear vínculos con otro pensamiento, que sin ello no habrían existido. A su vez, este otro pensamiento puede haber alterado ya antes su expresión originaria con miras a la transacción {zumZwecke des Entgegenkommens}. Herbert Silberer(7) (1909) indicó un buen camino para observar directamente esa trasposición de los pensamientos en imágenes que se produce durante la formación del sueño y, así, para estudiar aislado este aspecto particular del trabajo del sueño. En estado de fatiga y somnolencia, Silberer se imponía un esfuerzo intelectual; solía suceder entonces que el pensamiento se le escapaba y en su lugar aparecía una imagen en que podía individualizar el sustituto de aquel. Silberer llama a este sustituto, no del todo adecuadamente, «autosimbólico». Reproduzco aquí algunos ejemplos del trabajo de Silberer, que volveré a considerar en otro lugar a causa de ciertas propiedades que presentan los fenómenos por él observados: «"Ejemplo nº 1: Pienso en que me dedico a mejorar, en un ensayo, un pasaje complicado. »"Símbolo: Me veo cepillando un trozo de madera". »"Ejemplo nº 5: Procuro hacerme presente el fin de ciertos estudios metafísicos que ahora me propongo realizar. Ese fin consiste, según entonces pienso, en alcanzar trabajosamente, a la busca de los fundamentos de la existencia, formas de conciencia o estratos existenciales cada vez más elevados. »"Símbolo: Introduzco un largo cuchillo debajo de una tarta, como si quisiese tomar un trozo. » "Interpretación: Mi movimiento con el cuchillo significa el 'alcanzar trabajosamente' en cuestión. ( ... ) He aquí la explicación del fundamento de ese símbolo: algunas veces me toca, estando a la mesa, dividir y servir una tarta, tarea para la cual utilizo un cuchillo grande y largo, lo cual exige alguna precaución. En particular, retirar limpiamente de la tarta los trozos ya cortados ofrece ciertas dificultades: el cuchillo debe deslizarse cuidadosamente debajo de los trozos correspondientes (el largo ' Pero la imagen contiene otros simbolismos. La tarta del símbolo era hojaldrada, y por lo tanto el cuchillo debía atravesar diferentes estratos para cortarla (los estratos de la conciencia y del pensamiento)". »"Ejemplo nº 9: Pierdo el hilo de mis pensamientos. Me esfuerzo por reencontrarlo, pero debo reconocer que se me ha escapado por completo. »"Símbolo: Un trozo de composición tipográfica cuyas últimas líneas faltan"». En vista del papel que chistes verbales, citas, canciones y proverbios desempeñan en la vida intelectual de las personas cultas, es atinado esperar que disfraces de esa índole se empleen con mucha frecuencia para figurar los pensamientos oníricos. ¿Qué significan en el sueño, por ejemplo, vagones cargados cada uno con una legumbre distinta? Es lo opuesto en el deseo a «como, coles y nabos» {«Kraut und Rüben»}, dicho que significa «revoltijo» y, por tanto, 4 4 «desorden». Me asombra que este sueño me haya sido comunicado una sola vez. (ver nota)(8) Muy pocas son las materias para las cuales se ha puesto de relieve un simbolismo onírico universalmente válido, basado en alusiones y en sustituciones de palabras de todos conocidas. Por lo demás, el sueño comparte en buena medida este simbolismo con las psiconeurosis, las sagas y los usos populares. (ver nota)(9) En efecto, si lo consideramos más atentamente, es preciso reconocer que el trabajo del sueño en modo alguno rinde algo original con este tipo de sustitución. Para alcanzar sus fines (es decir, en este caso, la figurabilidad exenta de censura) no hace más que transitar las vías que ya encuentra facilitadas en el pensamiento inconciente; prefiere aquellas trasmudaciones del material reprimido que en calidad de chiste y alusión tienen permitido también devenir concientes, y de las cuales rebosan todas las fantasías de los neuróticos. Aquí se nos abre de pronto una vía para comprender las interpretaciones de sueños de Scherner, cuyo núcleo correcto he defendido en otro lugar. El fantaseo acerca del cuerpo propio en modo alguno es exclusivo del sueño ni característico de él. Mis análisis me han mostrado que es un fenómeno regular en el pensamiento inconciente de los neuróticos y que se remonta a una curiosidad sexual cuyo objeto son, para los niños y las niñas en crecimiento, los genitales del otro sexo, pero también los del propio. Como Scherner [1861] y Volkelt [1875] han destacado con todo acierto, el de la casa no es el único círculo de representaciones empleado para simbolizar lo relativo al cuerpo, y esto vale tanto para el sueño cuanto para el fantasear inconciente de la neurosis. Por cierto, conozco pacientes que han conservado el simbolismo arquitectónico para el cuerpo y para los genitales (el interés sexual, a buen seguro, va mucho más allá del ámbito de los genitales externos), y para quienes pilares y columnas significan piernas (como en el Cantar de los Cantares), toda puerta sugiere uno de los orificios del cuerpo («agujero»), y las cañerías, el aparato urinario. Pero con la misma facilidad se escoge el círculo de representaciones de la vida vegetal o el de la cocina para esconder imágenes sexuales(10); en el caso del primero, los usos lingüísticos tienen ya preparado, y con gran riqueza, el precipitado de comparaciones de la fantasía que provienen de los tiempos más remotos (la «viña» del Señor, las «semillas», el «JARDIN» de la doncella en el Cantar de los Cantares). Con alusiones en apariencia inocentes a las prácticas culinarias pueden pensarse y soñarse los detalles más desagradables o íntimos de la vida sexual, y los síntomas de la histeria no podrán ser interpretados si se olvida que lo cotidiano y lo trivial pueden procurar el mejor escondrijo a los símbolos sexuales. Sin duda tiene su buena cuota de sentido sexual el hecho de que ciertos niños neuróticos no quieran ver sangre ni carne fresca o sientan náuseas a la vista de huevos y fideos, o que el natural temor del hombre a las serpientes se intensifique enormemente en el neurótico; dondequiera que la neurosis se sirve de tales encubrimientos, recorre caminos ya transitados por toda la humanidad en épocas remotas de la cultura, y de cuya existencia dan hoy testimonio los giros del lenguaje, las supersticiones y las costumbres, a poco que se las desbroce ligeramente. Inserto aquí el sueño sobre las flores, ya enunciado, de una de mis pacientes, destacando en él todo lo que ha de interpretarse sexualmente. Después de la interpretación, a la paciente dejó de gustarle su bello sueño. a. Sueño - Prólogo Ella va a la cocina y reprocha a las dos muchachas que no tengan preparado ese «bocadito»,-allí ve mucha vajilla vuelta hacia abajo para que se escurra, vajilla tosca amontonada. Añadido, posterior: Las dos muchachas van por agua y para eso tienen que entrar como en un río, que llega hasta la casa o hasta el patio. b. Sueño principal Desciende desde lo alto(11), por extraños barandales o troncos unidos en forma de grandes paneles de pavimento, compuestos por un tejido de pequeños cuadrados(12). Verdaderamente eso no está preparado para subir; ella tiene siempre cuidado de afirmar bien e! pie, y le alegra que su vestido con todo eso no se haya desgarrado en ninguna parte y pueda seguir tan decorosa en su marcha(13). Lleva en la mano una GRAN RAMA(14), en verdad como si fuese un árbol densamente poblado de ROJAS, FLORES, muy ramificado y extendido. Sugiere la idea de FLORES de cerezo, pero también parecen COMO CAMELIAS dobles, que por cierto no crecen en los árboles. Mientras desciende, ella tiene primero UNA, luego de pronto DOS, y después de nuevo UNA(15). Cuando va llegando abajo, las FLORES inferiores están ya bastante MARCHITAS. Una vez que ha descendido, ve a un criado de la casa que, diría ella, peina a un árbol parecido: con un MADERO mesa ESPESOS MECHONES que penden del árbol como musgo. Otros trabajadores han arrancado RAMAS semejantes de un JARDIN y las han arrojado a la CALLE, donde YACEN, de manera que MUCHAS PERSONAS LAS TOMAN {sich davon nehmen}. Pero ella pregunta si está bien TOMARSE TAMBIÉN UNA(16) . En el JARDIN se encuentra un HOMBRE joven (una personalidad conocida de ella, un extranjero), a quien se dirige preguntándole por el modo en que podrían TRASPLANTARSE tales RAMAS A SU PROPIO JARDIN(17). El la abraza, frente a lo cual ella se revuelve y le pregunta cómo se te ocurre que se pueda abrazar así. El dice que no es ninguna falta, que está permitido(18). Declara estar dispuesto a ir con ella al OTRO JARDIN y mostrarle esa implantación, y le dice algo que ella no entiende bien: «Me faltan por lo demás tres METROS (luego dice ella: -metros-cuadrados") o tres brazas de terreno». Es como si él quisiera pedirle algo a cambio de su aquiescencia, como si tuviera el propósito de RESARCIRSE EN SU JARDIN o de BURLAR alguna ley, de obtener así una ventaja sin ocasionarle un perjuicio. La soñante no sabe si efectivamente le mostró algo. Este sueño, en el que he destacado sus, elementos simbólicos, ha de llamarse «biográfico». Tales sueños son frecuentes en los psicoanálisis, pero probablemente sean raros fuera de ellos. (ver nota)(19) Desde luego(20) poseo sobrado material de este tipo, pero comunicarlo me haría entrar demasiado profundamente en el estudio de las constelaciones de la neurosis. Todo él nos encamina a la misma conclusión: no hace falta suponer una particular actividad simbolizante del alma en el trabajo del sueño, sino que el sueño se sirve de tales simbolizaciones, que están contenidas ya listas en el pensamiento inconciente, debido a que ellas satisfacen mejor los requerimientos de la formación del sueño por su figurabilidad por estar exentas de censura. 5 5 La figuración por símbolos en el sueño. Otros sueños típicos (ver nota)(21) El análisis del sueño biográfico mencionado en último término vale como prueba de que ya desde el comienzo advertí el simbolismo en el sueño; pero sólo poco a poco lo aprecié en todo su alcance e importancia, cuando mi experiencia se amplió e influido por los trabajos de W. Stekel (1911a), acerca de los cuales corresponde decir aquí unas palabras.[1925.] Este autor, que quizás ha traído al psicoanálisis tantos perjuicios como beneficios, aportó gran número de traducciones simbólicas insospechadas; al principio no hallaron crédito, pero después en su mayoría se corroboraron y debieron admitirse. No menoscaba el mérito de Stekel la observación de que la reserva escéptica de los otros no era gratuita. En efecto, muchos de los ejemplos en que apoyó sus interpretaciones no eran convincentes, y se sirvió de un método dudoso desde el punto de vista científico, Stekel descubrió sus interpretaciones simbólicas por vía de la intuición, en virtud de una facultad, que le es propia, de comprensión inmediata de los símbolos. Pero un arte así no puede presuponerse en todos los individuos, su modo de operar no admite ser sometido a la crítica y, por tanto, sus resultados no pueden exigir credibilidad. Es como si se quisiese fundar el diagnóstico de las enfermedades infecciosas en las impresiones olfativas que se obtienen en el lecho del enfermo, aunque sin duda hubo clínicos a quienes el sentido del olfato, atrofiado en la mayoría de los hombres, rindió mejores servicios que a otros, y que realmente estaban en condiciones de diagnosticar por el olfato un tifus abdominal. [1925.] La experiencia cada vez más rica del psicoanálisis nos hapermitido descubrir pacientes que exhiben en grado asombroso esa comprensión directa del simbolismo onírico. Con frecuencia padecían de dementia praecox, por lo cual durante un tiempo se tendió a sospechar esa afección en todos los soñantes que poseían tal comprensión de los símbolos. (ver nota)(22) Pero esto es incorrecto; se trata de una dote o característica personal sin significado patológico discernible. [1925] Cuando uno se ha familiarizado con el generoso empleo que del simbolismo se hace en el sueño para la figuración del material sexual, por fuerza se preguntará si muchos de estos símbolos no aparecen, como los «estenogramas» de la taquigrafía, con un significado establecido de una vez para siempre; y uno se ve tentado de bosquejar un nuevo libro de los sueños siguiendo el método del descifrado. Frente a ello debe observarse: Este simbolismo no pertenece en propiedad al sueño, sino al representar inconciente, en especial del pueblo; y más completo que en el sueño lo hallaremos en el folklore, en los mitos, sagas y giros idiomáticos, en la sabiduría del refranero y en los chistes que circulan en un pueblo. [1909]. Por tanto, tendríamos que rebasar en mucho la tarea de la interpretación de los sueños si quisiéramos dar cuenta del significado del símbolo y elucidar los incontables problemas, aún irresueltos en buena parte, que atañen a su concepto. (ver nota)(23) Aquí nos limitaremos a decir que la figuración mediante un símbolo pertenece a las figuraciones indirectas, pero que toda clase de indicios nos alertan para que no confundamos en indistinción la figuración simbólica con los otros modos de figuración indirecta, sin haber podido aprehender todavía con claridad conceptual esos rasgos diferenciales. En una serie de casos, lo común entre el símbolo y lo genuino que él remplaza es manifiesto, pero en otros casos está oculto; la elección del símbolo parece entonces enigmática. Precisamente estos casos tienen que poder echar luz sobre el sentido último de la referencia simbólica; indican que esta es de naturaleza genética. Lo que hoy está conectado por vía del símbolo, en tiempos primordiales con probabilidad estuvo unido por una identidad conceptual y lingüística(24). La referencia simbólica parece un resto y marca de una identidad antigua. Acerca de ello puede observarse que en muchos casos la comunidad en el símbolo se alcanza a través de la comunidad de lenguaje, como ya lo afirmó Schubert(25) (1814). Algunos símbolos son tan viejos como la formación misma del lenguaje, pero otros son recreados de continuo en -el presente (p. ej., el aeróstato, el Zeppelin). [1914] Ahora bien, el sueño se sirve de este simbolismo para la figuración disfrazada de sus pensamientos latentes. Y es el caso que entre los símbolos así usados hay muchos que por regla general o casi siempre quieren significar lo mismo. Sólo que no debe perder peculiar plasticidad del material psíquico [en los sueños]. Con bastante frecuencia, un símbolo que aparece dentro del contenido onírico no debe interpretarse simbólicamente, sino en su sentido genuino; y en otros casos un soñante, partiendo de un material mnémico especial, puede crearse el derecho de usar como símbolo sexual todo cuanto le sirva para ello y que en general no recibe ese uso. (ver nota)(26) Toda vez que para figurar un contenido se ofrezcan a su elección varios símbolos, se decidirá por el que muestre, además, vinculaciones temáticas con algún otro material de pensamientos, y por tanto admita una motivación individual junto a la vigente en sentido típico. [1909; la última oración es de 1914] Si las más recientes investigaciones sobre el sueño, después de Scherner, han obligado a admitir el simbolismo onírico -aun H. Ellis confiesa que no puede caber duda de que nuestros sueños rebosan de simbolismo-, debe concederse, empero, que la existencia de los símbolos en el sueño no sólo facilita la tarea de interpretarlo; también la dificulta. La técnica de interpretación que se guía por las ocurrencias libres del soñante nos deja las más de las veces en la estacada respecto de los elementos simbólicos del contenido del sueño; y, por razones de crítica científica, está excluida la vuelta a la arbitrariedad del intérprete tal como se la practicó en la Antigüedad y como parece revivir en las interpretaciones silvestres de Stekel. Así, los elementos presentes en el contenido del sueño que han de aprehenderse como símbolos nos obligan a una técnica combinada que, por una parte, se apoya en las asociaciones del soñante y, por la otra, llena lo que falta con la comprensión de los símbolos por el intérprete. Recaudos críticos en la resolución de los símbolos y un estudio cuidadoso de estos en ejemplos de sueños particularmente trasparentes tienen que conjugarse para desvirtuar el reproche de arbitrariedad en la interpretación. Las incertidumbres todavía adheridas a nuestra actividad de intérpretes del sueño proceden en parte del carácter incompleto de nuestro conocimiento, que 6 una progresiva profundización podrá salvar, y en parte dependen precisamente de ciertas propiedades de los símbolos oníricos. Estos a menudo son multívocos, de modo que, como en la escritura china, sólo el contexto posibilita la aprehensión correcta en cada caso. Con esta multivocidad de los símbolos se enlaza también la capacidad del sueño para admitir sobreinterpretaciones, para figurar en un solo contenido diferentes formaciones de pensamiento y mociones de deseo, a menudo de naturaleza muy dispar. [1914] Tras estas restricciones y advertencias anoto: El emperador y la emperatriz (el rey y la reina) figuran de hecho, la mayoría de las veces, a los padres del soñante; él mismo es el príncipe o la princesa. [1909.] Pero esa alta autoridad que se atribuye al emperador se otorga también a grandes hombres, y por eso en muchos sueños aparece Goethe, por ejemplo, como símbolo del padre (Hitschmann [1913c]). [1919] - Todos los objetos alargados, bastones, troncos de árbol, paraguas ( ¡por la erección que semeja el abrirlo! quieren ser los subrogados del miembro masculino [1909 como también todas las armas largas y puntudas: cuchillos, puñales, picas. [1911] Un símbolo de lo mismo, no bien comprensible, es la lima de uñas ( ¿por el restregar y frotar? ). [1909] Los estuches, cajitas, cofres, armarios, hornos, corresponden al vientre femenino [1909], como también cavidades, barcos y toda clase de recipientes. [1919] Las habitaciones son en los sueños casi siempre mujeres, y si están descritas sus diversas entradas y salidas difícilmente nos engañemos en esta interpretación. [1909] (ver nota)(27) En este contexto, es bien comprensible el interés en que la habitación esté «abierta» o «cerrada(28)». No necesitamos, entonces, nombrar expresamente la llave que abre la habitación; este simbolismo de la llave y la cerradura fue empleado con la más atrevida salacidad por Uhland en la canción del «Conde Eberstein». [1911] - El de pasar por una serie de habitaciones es un sueño de burdel o de harén. [1909] Pero también es usado, como lo mostró H. Sachs [1914] con bellos ejemplos, para figurar el matrimonio (por oposición). [1914.] - Una relación interesante con la investigación sexual infantil se establece cuando se sueña con dos habitaciones que antes eran una, o el soñante ve partida en dos la habitación de una casa conocida, o a la inversa. En la infancia se creyó que los genitales femeninos (la cola(29)) formaban un espacio único (la teoría infantil de la cloaca(30)), y sólo después se supo que esta región del cuerpo comprendía dos cavidades y aberturas separadas. [1919] - Las escalas de cuerda, las escaleras de mano y las escaleras interiores de las casas, y el ir por ellas, y por cierto tanto en sentido ascendente cuanto descendente, son figuraciones simbólicas del acto sexual(31). - Paredes lisas por las que uno se encarama, fachadas de casas por las que se descuelga (a menudo con fuerte angustia), corresponden a cuerpos humanos erguidos, y probablemente repiten en el sueño el recuerdo del niño pequeño que se trepaba a sus padres y niñeras. Los muros «lisos» son hombres; a los «saledizos» de las casas no rara vez nos aferramos en la angustia del sueño. [1911] - Mesas, mesas preparadas para una comida y tablas son asimismo mujeres, sin duda por la oposición que aquí cancela las redondeces del cuerpo. [1909.1 «Madera» -parece ser en general, por sus referencias lingüísticas, un subrogado del material femenino (materia). El nombre de la isla Madeira significa eso en portugués, madera. [1911] Puesto que «mesa y cama» constituyen el matrimonio, a menudo en el sueño la primera sustituye a la segunda y, hasta donde es posible, el complejo de representaciones sexuales es traspuesto al complejo de la comida. [1909] - Entre los adminículos de la vestimenta, el sombrero de una mujer muy frecuentemente ha de interpretarse con certeza como los genitales, y por cierto del hombre. Lo mismo el manto {Mantel}, respecto del cual queda en suspenso la parte que le toca en este uso simbólico a la homofonía de la palabra {Mann, hombre(32)} En sueños de hombres encontramos muchas veces que la corbata simboliza el pene, y no sólo porque es algo alargado que pende y es característica del varón, sino también porque puede elegírsela a gusto, una libertad que la naturaleza nos niega en cuanto al original de este símbolo. (ver nota)(33) Las personas que emplean las corbatas como símbolo en el sueño suelen usarlas en su vida con mucha magnificencia y poseer colecciones enteras de ellas. [1911] - Todas las maquinarias y aparatos complicados de los sueños son con gran probabilidad genitales -por regla general masculinos [1919]-, en cuya descripción el simbolismo onírico se muestra tan inagotable como el trabajo del chiste(34). [1909] Es igualmente incontrastable que todas las armas e instrumentos se usan como símbolos del miembro masculino: arados, martillos, fusiles, revólveres, dagas, sables, etc. [1919] - Asimismo, muchos paisajes de los sueños, en particular los que muestran puentes o los montes boscosos, se reconocen sin trabajo como descripción de los genitales. [1911] Marcinowski [1912a] ha reunido una serie de ejemplos en que los soñantes ilustraron sus sueños con dibujos destinados a figurar los paisajes y los lugares que aparecían en ellos. Tales dibujos hacen bien patente la diferencia entre significado manifiesto y significado latente en los sueños. Si considerados sin prevención parecen ofrecer planos, mapas, etc., ante una investigación más penetrante se revelan como figuraciones del cuerpo humano, de los genitales, etc., y sólo después que se los aprehende así permiten comprender el sueño. (Véanse sobre esto los trabajos de Pfister [1911-12 y 1913a] sobre criptografía y cuadros enigmáticos.) [1914] En el caso de las creaciones léxicas incomprensibles, estamos autorizados a pensar que pueden hallarse compuestas por ingredientes de significado sexual. [1911] - Los niños que aparecen en los sueños no suelen significar sino genitales, así como hombres y mujeres tienen la costumbre de designar mimosamente a sus genitales como su «pequeño». [1909] En el «hermanito», Stekel [1909, pág. 473] individualizó con acierto al pene. [1925] jugar con un niño pequeño, pegarle, etc., son muchas veces figuraciones oníricas del onanismo. [1911] - La calvicie, el cortarse el cabello, la caída de dientes y la decapitación son usados por el trabajo del sueño para figurar la castración. Debe verse una protección contra esta en el hecho de que uno de los símbolos usuales para el pene aparezca en el sueño en número doble o múltiple. (ver nota)(35) También la aparición de la lagartija -un animal al que vuelve a crecerle la cola después que se la cortaron- tiene en el sueño el mismo significado.Entre los animales que en la mitología y el folklore se emplean como símbolos genitales, muchos cumplen ese papel también en el sueño: el pez, el caracol, el gato, el ratón (por el vello pubiano), pero sobre todo el símbolo más significativo del miembro masculino, la serpiente. Anímales pequeños, la sabandija, son los subrogados de niños pequeños, por ejemplo del hermanito no deseado; ser atacado por la sabandija equivale muchas veces al embarazo. [1919] - Como símbolo reciente de los genitales masculinos debe citarse justifica ese empleo tanto por su relación con el vuelo cuanto, eventualmente, por su forma. [1911.] Stekel ha indicado y ejemplificado una serie de otros símbolos, parte de los cuales no han sido todavía suficientemente verificados. [1911] Sus escritos, en particular su libro Die Sprache des Traumes (1911a), contienen la más rica colección de resoluciones de símbolos, colegidas muchas de ellas con agudeza y que el examen posterior corroboró; por ejemplo, los de la sección sobre el simbolismo de la muerte. La defectuosa cautela crítica de este autor y su tendencia a establecer generalizaciones a toda costa vuelven, empero, dudosas o inutilizables otras de sus interpretaciones, de modo que es aconsejable la prudencia al usar estos trabajos. Sólo destacaré, pues, algunos ejemplos. [1914.] 7 Derecha e izquierda, según Stekel, han de entenderse en el sueño en sentido ético. «El camino a diestra significa siempre el camino de lo justo; el camino a siniestra es el del crimen. Así, el izquierdo puede figurar homosexualidad, incesto, perversión, y el derecho, el matrimonio, el comercio con una prostituta, etc. Siempre juzgado ello desde el punto de vista moral individual del soñante» (Stekel, 1909, págs. 466 y sigs.). - En el sueño, los parientes en general desempeñan las más de las veces el papel de genitales. En este significado sólo he podido confirmar al hijo, la hija, la hermanita(36) vale decir, hasta donde alcanza el campo de aplicación del «pequeño». En cambio, ejemplos seguros permiten reconocer a las hermanas como símbolos de los pechos, y a los hermanos como símbolos de los hemisferios mayores. - El no alcanzar un coche lo resuelve Stekel como lamentación por una diferencia de edad inalcanzable. - El equipaje con que se viaja -sostiene- es la carga de pecados que nos abruma (loc. cit.). [1911.] Pero precisamente el equipaje del viajero se revela a menudo como símbolo inequívoco de los genitales propios. [1914] - También a los números, de aparición frecuente en los sueños, atribuyó Stekel significados simbólicos fijos, aunque esta resolución no parece bastante certificada ni universalmente válida, si bien en casos individuales esa interpretación puede admitirse como probable la mayoría de las veces. [1911]. (ver nota)(37) El número tres, por lo demás, es un símbolo bien comprobado de los genitales masculinos(38). Una de las generalizaciones que emprende Steke1 se refiere al doble significado de los símbolos de genitales. [1914] «¿Cuál sería el símbolo -se pregunta- que no pudiese emplearse (con tal que la fantasía lo permitiese en alguna medida) tanto en sentido masculino como femenino?» Stekel, 1911a. Sin duda, la frase entre paréntesis resta a esa afirmación buena parte de su certeza, pues la fantasía precisamente no siempre lo permite. Pero no juzgo superfluo hacer constar que, de acuerdo con mis experiencias, el enunciado universal de Stekel tiene que dejar sitio al reconocimiento de una mayor diversidad. Además de símbolos que con igual frecuencia hacen las veces de genitales masculinos y femeninos, hay otros que predominantemente o de manera casi exclusiva designan a uno de los sexos, y los hay también de los que no se conoce sino el significado sólo masculino o sólo femenino. Es que la fantasía no admite usar objetos alargados y rígidos, o armas, como símbolos de los genitales femeninos, ni cavidades (estuches, cajitas, polveras, etc.) como símbolos de los genitales masculinos.[1911] Es cierto que la inclinación del sueño y de las fantasías inconcientes a usar bisexualmente los símbolos sexuales deja traslucir un rasgo arcaico; en efecto, en la niñez se ignora la diferencia de los genitales y se atribuye a ambos sexos genitales idénticos. [1911] También puede extraviarnos y llevarnos al supuesto erróneo de un símbolo bisexual el olvidar que en muchos sueños ocurre una inversión general de los sexos, de suerte que lo masculino es figurado por lo femenino y a la inversa. Tales sueños expresan, en una mujer por ejemplo, el deseo de ser un hombre. [1925] Los genitales pueden estar subrogados en el sueño también por otras partes del cuerpo; el miembro masculino, por la mano o el pie; el orificio genital femenino, por la boca, la oreja y aun el ojo. Las secreciones -mucosidad, lágrimas, orina, esperma, etc.- pueden sustituirse unas a otras en el sueño. Esta tesis de Stekel [1911a, pág. 49], correcta en líneas generales, experimentó una justificada restricción crítica por unas observaciones de R. Reitler (1913b). En lo esencial, se trata de sustituir las secreciones plenas de significado, como el semen, por una indiferente. [1919] Ojalá basten estas indicaciones, muy incompletas, para alentar a otros a un trabajo de recolección más cuidadoso. [1909] (ver nota)(39) En mis Conferencias de introducción al psicoanálisis (1916-17 [M conferencia] ) intenté una exposición más detallada del simbolismo onírico. [1919] Ahora insertaré algunos ejemplos del uso de tales símbolos en los sueños; habrán de mostrar cuán imposible es obtener la interpretación del sueño si uno se niega a aceptar el simbolismo onírico, y cuán incontrastablemente se impone este en muchos casos. [1911] Pero al mismo tiempo quisiera advertir de manera expresa que no debe exagerarse la importancia de los símbolos para la interpretación del sueño, como si el trabajo de traducir este hubiera de limitarse a la traducción de símbolos, desechando la técnica que recurre a las ocurrencias del soñante. Las dos técnicas de interpretación de los sueños deben complementarse; pero tanto en la práctica como en la teoría la precedencia sigue correspondiendo al procedimiento que describimos primero, el que atribuye l viniéndose a agregar como medio auxiliar la traducción de símbolos que acabamos de introducir. [1909.] I. El sombrero como símbolo del hombre (de los genitales masculinos) [1911] (Fragmento del sueño de una mujer joven, agorafóbica a consecuencia de una angustia de tentación.) (ver nota)(40) Es verano y voy de paseo por la calle; llevo un sombrero de paja de forma extraña: su copa es puntiaguda y sus alas penden hacia abajo (la descripción se hace aquí vacilante), y de tal modo que una cae más que la otra. Yo estoy alegre y con talante aplomado; en eso, paso junto a un grupo de oficiales jóvenes, y pienso entre mí: «Nada podéis hacerme vosotros todos». Puesto que ella no puede producir ocurrencia alguna relativa al sombrero, le digo: «El sombrero es, sin duda, un genital masculino con su parte media enhiesta y las dos partes laterales colgantes. Que el sombrero haya de ser un hombre es quizás extraño, pero suele decirse: "Unter die Haube kommen" {"casarse"; literalmente, "ponerse la toca"}». Deliberadamente omito en la interpretación el detalle de la caída desigual de las partes laterales, aunque son tales detalles, en su determinación, los que han de señalar el camino a la interpretación. Prosigo: «Si usted tiene un marido con unos genitales tan magníficos, no necesita temer nada de los oficiales, vale decir, no necesita desear nada de ellos, pues en todo otro caso son esencialmente sus fantasías de tentación las que le hacen abstenerse de andar sin protección y sin compañía». Este último esclarecimiento de su angustia ya había podido brindárselo repetidas veces, apoyándome en otro material. Ahora bien, es muy notable la conducta que adoptó la soñante tras esta interpretación. Se retractó de la descripción del sombrero y pretendió no haber dicho que las dos alas pendían hacia abajo, Yo estoy bien seguro de lo que he oído corno para dejarme confundir, y me atengo a eso. Ella guarda silencio un momento y después encuentra coraje para preguntar qué significa 8 que su marido tenga un testículo más bajo que el otro y si es así en todos los hombres. Con esto quedaba esclarecido el curioso detalle del sombrero, y aceptada La interpretación en su conjunto. Desde mucho antes que la paciente me comunicase este sueño yo conocía el símbolo del sombrero. Por otros casos, si bien menos trasparentes, creí lícito inferir que el sombrero puede hacer las veces también de los genitales femeninos.(ver nota)(41) II. El «pequeño» es el órgano genital. El «ser aplastado» es un símbolo del comercio sexual [1911] (Otro sueño de la misma paciente agorafóbica.) Su madre echa a su pequeña hija para que deba ir sola. (ver nota)(42) Entonces se va en tren con su madre y ve a la pequeña encaminarse derecho hacia las vías, donde será aplastada. Se oye el crujido de los huesos (experimenta un sentimiento de desasosiego, pero no una genuina consternación). Después avizora por la ventanilla del vagón por si . se ven atrás los pedazos. Entonces reprocha a su madre por haber hecho ir sola a la pequeña. Análisis No es fácil dar en este caso la interpretación completa del sueño. Proviene de un ciclo de sueños, y sólo en conexión con estos puede comprendérselo de manera acabada. Tampoco es fácil aislar satisfactoriamente el material requerido para demostrar el simbolismo. - La enferma descubre primero que el viaje en ferrocarril ha de interpretarse históricamente: es alusión a un viaje que hizo cuando dejó un establecimiento para enfermos mentales, de cuyo jefe, naturalmente, se había enamorado. Cuando la madre se la llevó de allí, el médico se presentó en la estación y le obsequió como despedida un ramo de flores; le resultó desagradable que la madre fuese testigo de ese homenaje. Aquí la madre aparece, entonces, como la que estorba sus afanes de amor, papel que de hecho esa rigurosa mujer había cumplido en la adolescencia de la paciente. - La ocurrencia siguiente es sobre la frase «avizora por si se ven atrás los pedazos». Dentro de la fachada del sueño, desde luego, habría que pensar en los pedazos de la hijita aplastada y despedazada. Pero la ocurrencia apunta en muy. diversa dirección. Recuerda que una vez vio en el baño a su padre desnudo; lo vio desde atrás. Da en hablar sobre las diferencias entre los sexos, y destaca que en el hombre los genitales pueden verse también desde atrás, no así en la mujer. En este contexto ella misma interpreta que la pequeña son los genitales, su pequeña (tiene una hijita de cuatro años) son sus propios genitales. Hace a la madre este reproche: le habría exigido que viviese como si no tuviera genitales; y redescubre este reproche en la frase introductoria del sueño: «La madre echa a su pequeña para que deba ir sola». En su fantasía, el ir sola por la calle significa no tener hombre, no tener relación sexual («coire» [palabra latina de la que deriva «coito»] - «ir juntos»), y no le gusta eso. Todo indica que la paciente sufrió realmente en la adolescencia por los celos que despertaba en su madre el ser ella la preferida del padre. (ver nota)(43) La interpretación más profunda de este sueño se obtiene por otro que tuvo la misma noche y en el que se identifica con su hermano. En realidad, de niña fue un poco machota, y muchas veces le dijeron que era lástima que no hubiese nacido varón. En esta identificación con el hermano se vuelve particularmente claro que «pequeño» significa los genitales. La madre lo (la) amenaza con la castración, que no puede ser sino el castigo por jugar con el miembro, y así la identificación revela que ella misma se masturbó de niña, cosa que hasta el momento su recuerdo sólo había acreditado respecto de su hermano. En esa época temprana, según lo indica este segundo sueño, ella tiene que haber adquirido un conocimiento de los genitales masculinos, que después perdió. Además, el segundo sueño alude a la teoría sexual infantil según la cual las niñas son varones castrados(44). Después que yo le expuse esa infantil, ella la corrobora al punto recordando la anécdota en que el varoncito pregunta a la niñita: «¿Cortado?», a lo cual ella responde: «No, siempre fue así». El echar a la pequeña, a los genitales, en el primer sueño, hace referencia también a la amenaza de castración. En definitiva, ella le reprocha a la madre el que no la haya hecho nacer varón. Que el «ser aplastado» simboliza comercio sexual no sería evidente por este solo sueño, pero muchas otras fuentes lo certifican, III. Figuración de los genitales Por edificios, escaleras, pozos [1911] (Sueño de un joven inhibido por su complejo paterno.) (ver nota)(45) Va de paseo con su padre por un lugar que seguramente es el Prater pues se ve la ROTONDA, y en su parte frontal un pequeño pórtico donde hay fijado un GLOBO CAUTIVO que, empero, parece bastante FLOJO. Su padre le pregunta para qué está allí todo eso,- a él le asombra la pregunta, pero se lo explica. Después llegan a un PATIO donde hay tirada una gran PLANCHA DE HOJALATA. Su padre quiere SACARSE un gran pedazo, pero avizora en torno para cerciorarse de que nadie lo ve. El le dice que no necesita sino decírselo a! guardián, y después puede tomarse {sich nehmen} lo que quiera. Desde ese patio una ESCALERA desciende hasta un Pozo, cuyas paredes tienen un blando acolchado, como de un sillón de cuero. Al final de ese pozo hay una plataforma más extensa, y después empieza un nuevo POZO ... Análisis Este soñante pertenecía a un tipo de enfermos difíciles desde el punto de vista terapéutico: hasta cierto momento del análisis no ofrecen resistencia alguna, y a partir de allí se muestran 9 casi inaccesibles. A este sueño lo interpretó casi por sí solo. Dijo: «La rotonda son mis genitales, y el globo cautivo antepuesto es mi pene, cuya flojedad me da motivo de queja». Así, ahondando la traducción, estamos autorizados a decir que la rotonda es el trasero -que el niño por regla general incluye en los genitales-, y el pórtico más pequeño, el escroto. En el sueño el padre le pregunta qué es todo eso, vale decir, le inquiere por el fin y la función de los genitales. Cabe invertir la situación, de modo que sea él quien pregunta. Puesto que en la realidad nunca preguntó eso a su padre, debemos aprehender el pensamiento onírico como deseo o quizá tomarlo como cláusula condicional: «Si yo hubiese pedido esclarecimiento sexual a mi padre ... ». Enseguida hallaremos, en otro pasaje, la continuación de este pensamiento. El patio donde está tirada la hojalata no debe entenderse en primera instancia simbólicamente, sino que proviene del local del negocio de su padre. Por discreción he puesto «hojalata» en lugar del verdadero material con que trafica el padre, pero sin modificar en otra cosa la literalidad del sueño. El soñante ha ingresado en el negocio de su padre y le repugnaron muchísimo las prácticas más bien incorrectas con que se granjea parte de la ganancia. Por eso la continuación del pensamiento antes consignado sería: «(Si yo le hubiera preguntado), me habría engañado, como engaña a sus clientes». Acerca del sacarse, que sirve para figurar la deslealtad comercial, el propio soñante proporciona la segunda explicación: significa el onanismo. Esto no sólo es notorio para nosotros hace mucho, sino que concuerda muy bien con ello el que el secreto del onanismo se exprese por lo contrario (se puede hacerlo desembozadamente). Y todo hacía esperar que la actividad onanista habría de atribuirse al padre, como lo fue la pregunta en la primera escena del sueño. Al pozo lo interpreta sin vacilar, por referencia al blando acolchado de ¡as paredes, como vagina. Que el descender, como el subir en otros casos, quiere describir el coito dentro de la vagina, yo lo agrego por saberlo de otro lado. El detalle de que al primer pozo le siga una plataforma más extensa y después un nuevo pozo, él mismo lo explica biográficamente. Copuló durante cierto período, luego dejó de hacerlo a consecuencia de ciertas inhibiciones y ahora espera recuperar eso con el auxilio del tratamiento. Pero hacia el final el sueño se hace menos nítido, y al experto tiene que parecerle verosímil que ya en la segunda escena se haga sentir la influencia de un tema diverso, al que apuntan el negocio del padre, su fraudulento proceder, así como la primera vagina figurada como pozo; ello deja suponer un vínculo con la madre. (ver nota)(46) IV. Simbolízación de los genitales masculinos por personas y de los femeninos por un paisaje [1911] (Sueño de una mujer de pueblo cuyo marido es policía; comunicado por B. Dattner.) (ver nota)(47) « ... Alguien entró con violencia en la casa y yo clamé angustiosamente por un policía. Pero este, en compañía de dos pícaros, se ha ido a una iglesia(48) a la que se sube por varios escalones(49); tras la iglesia había un monte(50) y en lo alto un bosque espeso(51). El policía tenía casco, alzacuello y manto(52). Llevaba barba entera, oscura. Los dos pillastres que van amigados con el policía tenían delantales recogidos a la cintura, a modo de bolsas(53). Frente a la iglesia pasa un camino que lleva al monte. A los lados había pasto y había malezas que se iban espesando hasta hacerse en la cumbre del monte un bosque en serio». V. Sueños de castración en niños [1919] a. Un niño de tres años y cinco meses, a quien el regreso de su padre del frente le resulta visiblemente incómodo, despierta una mañana conturbado y excitado, y repite a cada instante esta pregunta: «¿Por qué papi llevaba su cabeza en un plato? Hoy a la noche papi llevaba su cabeza en un plato». b. Un estudiante que hoy padece una grave neurosis obsesiva recuerda que en su sexto año de vida tuvo repetidas veces el siguiente sueño: Va al peluquero para hacerse cortar el cabello. Entonces viene a él una mujer grande, de expresión severa, y le corta la cabeza. A la mujer la reconoce como la madre. VI. Sobre el simbolismo de la orina [1914] Los dibujos que reproducimos provienen de una serie de imágenes que Ferenczi descubrió en una hoja humorística húngara (Fidibusz), cayendo en la cuenta de que podían usarse para ilustrar la teoría del sueño. Ya O. Rank empleó ese ejemplo, titulado «Sueño d francesa», en su trabajo sobre la estratificación de los símbolos en el sueño de despertar (1912d), Sólo la última imagen, que presenta -el despertar de la niñera a consecuencia del berrinche que tiene el niño, nos muestra que las primeras siete figuran las fases de un sueño. La primera imagen individualiza el estímulo que después provocará el despertar. El niño ha exteriorizado una necesidad y pide la asistencia correspondiente. Pero el sueño permuta la situación: un paseo en lugar del dormitorio. En el segundo cuadro, el niño ya fue arrimado a un rincón de la acera, orina y ... ella puede seguir durmiendo. Pero el estímulo despertador prosigue, y aun se refuerza; el niño, viendo que no le hacen caso, berrea cada vez más fuerte. Y cuanta más insistencia pone en reclamar el despertar y la asistencia de su niñera, tanto más asegura el sueño a esta que todo está en orden y que no necesita despertarse. Así el sueño traspone el estímulo despertador a las dimensiones del símbolo. La corriente de agua que él niño produce al orinar se hace cada vez más potente. En el cuarto cuadro soporta ya a una canoa, después a una góndola, a un buque de vela y por último a un gran trasatlántico. El travieso artista ha representado ingeniosamente, en esas imágenes, la lucha entre la obstinada necesidad de 10 dormir y el incansable estímulo despertador, soporta ya a una canoa, después a una góndola, a VII. Un sueño de escaleras [1911] un buque de vela y por último a una gran transatlántico. El travieso artista ha representado (Comunicado e interpretado por Otto Rank.) ingeniosamente, en esas imágenes, la lucha entre la obstinada necesidad de dormir y el (ver nota)(54) incansable estímulo despertador. «Al mismo colega de quien procede el sueño por estímulo dentario debo el siguiente sueño de polución, de parecida trasparencia que el mencionado: »"Doy caza escaleras abajo a una niña pequeña que me ha hecho algo; quiero castigarla. Abajo, al final de la escalera, alguien (¿una persona adulta del sexo femenino?) me detiene a la niña; le echo mano, pero no sé si le he pegado, pues de repente me encuentro en mitad de la escalera, donde (como si fuera en el aire) copulo con la niña. En verdad no era un coito, sino que me limitaba a frotar mis genitales contra sus genitales externos, por lo cual yo se los vi con toda nitidez, como vi su cabeza echada hacia atrás y caída hacia un lado. Durante el acto sexual vi a la izquierda, encima de mí (también como en el aire), dos pequeños cuadros colgados, paisajes, que figuraban una casa en medio de un parque. En la parte inferior de uno, más pequeño, en vez de la firma del pintor estaba mi propio nombre, como sí me estuviera destinado a manera de regalo de cumpleaños. Después, delante de ambos cuadros pende todavía un cartelito donde se lee que hay también cuadros más baratos; (me veo entonces, con extrema falta de nitidez, como si yaciera en cama, arriba, sobre el descanso de la escalera) y me despierto por la sensación de mojadura, que proviene de la polución habida". »Interpretación La tarde del día del sueño el soñante había estado en la tienda de un librero donde, mientras esperaba, examinó algunos de los cuadros expuestos, que figuraban motivos parecidos a los cuadros del sueño. Un cuadrito pequeño le había gustado particularmente; se acercó a él y buscó la firma del pintor, pero le resultó por completo desconocido. »Esa misma tarde, algo después, estando de tertulia había oído contar que una sirvienta de Bohemia se jactó de que su hijo, extramatrimonial, "fue hecho en la escalera". El soñante quiso saber los detalles de este episodio insólito, y se enteró de que la sirvienta había ido con su novio a casa de los padres de ella, donde no se les ofreció ocasión para el comercio sexual; y el hombre, excitado, consumó el coito en la escalera. Escuchado esto, nuestro soñante, aludiendo en broma a la maliciosa expresión que se usa para indicar la falsificación de un vino, manifestó que el hijo se había fabricado realmente "en la escalera de la bodega". »Estos son los anudamientos diurnos, subrogados con bastante insistencia en el contenido del sueño; el soñante los reproduce sin vacilación. Pero con igual facilidad produce un viejo fragmento de recuerdo infantil que también encontró uso en el sueño. La escalera es la de aquella casa en que pasó la mayor parte de su infancia y donde, en particular, había alcanzado su primera familiaridad conciente con los problemas sexuales. En esa escalera solía jugar; entre otras cosas, se descolgaba patinando por ella a sentía excitación sexual. En el sueño se precipita escaleras abajo con esa misma enorme 11 rapidez, tanta que, según él mismo indica nítidamente, ni roza los escalones sino, como suele decirse, "vuela" o patina por ellos. Sí se considera la vivencia infantil, -este comienzo del sueño parece figurar el momento de la excitación sexual. Ahora bien, en esa misma escalera y en la vivienda a que pertenecía, el soñante solía armar con los niñitos de la vecindad violentos juegos sexuales, en los que se satisfacía de manera parecida a la que muestra el sueño. »Por las investigaciones de Freud sobre el simbolismo sexual (1910d) sabemos que las escaleras y -el subir por ellas casi siempre simbolizan en el sueño al coito. Entonces este sueño se vuelve trasparente. Su fuerza impulsora es, como ya lo muestra su efecto (la polución), de naturaleza puramente libidinosa. Dormido, en el soñante despierta la excitación sexual (figurada en el sueño por el precipitarse -patinar- escaleras abajo), cuyo sesgo sádico, sobre la base de aquellos juegos violentos, es indicado por la persecución y el sometimiento de la niña. La excitación libidinosa aumenta y empuja a la acción sexual (figurada en el sueño por la captura de la niña y su traslado hasta la mitad de la escalera). Hasta aquí, podría decirse, -el sueño fue de puro simbolismo sexual y por completo impenetrable para el intérprete poco ejercitado. Pero a la excitación libidinosa exacerbada no le basta con esa satisfacción simbólica que había velado por el descanso del durmiente. La excitación lleva al orgasmo, y así todo el simbolismo de la escalera se descubre como subrogación del coito. Freud destaca como uno de los fundamentos del uso sexual del símbolo de la escalera el carácter rítmico de ambas acciones, y este sueño parece particularmente probatorio de ello: según la indicación expresa del soñante, el ritmo de su acto sexual, el refregar para arriba y para! abajo, fue el elemento más nítidamente perfilado de todo el sueño. »Todavía una observación sobre los dos cuadros, que, prescindiendo de su significado real, valen también en sentido simbólico como "Weibsbilder(55)", según lo prueba ya el hecho de que se trata de un cuadro grande y de uno pequeño, así como en el contenido del sueño aparecen una mujer grande (adulta) y una niña pequeña. Que haya disponibles cuadros más baratos lleva al complejo de representaciones referidas a las prostitutas, como, por otra parte, el nombre del soñante escrito en el cuadro pequeño y el pensamiento de que le está destinado para su cumpleaños apuntan al complejo paterno (ser concebido en la escalera = engendrado en el coito). La escena final no nítida, donde el soñante se ve yacente en cama sobre el descanso de la escalera y siente la mojadura, parece remitirnos todavía más atrás del onanismo infantil, y presumiblemente tiene por modelo escenas placenteras de mojarse en la cama». VIII. Un sueño de escaleras modificado [1911] A uno de mis pacientes, un abstinente, enfermo grave, cuya fantasía [inconciente] está fijada a su madre y que repetidas veces ha soñado que sube escaleras en compañía de ella, le hago la observación de que una masturbación moderada probablemente lo perjudicaría menos que su forzada continencia. Esa insinuación le provocó el siguiente sueño: Su maestro de piano le reprocha que descuide ejercitarse, y no ensaye los estudios de Moscheles ni el «Gradus ad Parnassum» de Clementi. Sobre esto observa que Gradus es también una escalera, como el teclado mismo, puesto que contiene una escala. Puede decirse que ningún círculo de representaciones es refractario a la figuración de hechos y deseos sexuales. IX. Sentimiento de la realidad y figuración de la repetición [1919] Un hombre que ahora tiene 35 años cuenta un sueño que recuerda bien, y dice que lo soñó a los cuatro años: El notario a quien su padre confió el testamento -el soñante perdió al padre a la edad de tres años- trajo dos grandes peras, y a él le dieron a comer una. La otra quedó en el alféizar de la ventana de la sala de estar. Despertó convencido de que era realidad lo soñado, y obstinadamente pidió a la madre la segunda pera, que sin duda seguiría sobre el alféizar. La madre se rió de ello. Análisis El notario era un señor mayor, jovial, que, según creía recordarlo, una vez trajo realmente peras. El alféizar era tal como lo vio en sueños. Otra cosa no se le ocurre sobre ello; quizá solamente que la madre poco antes le había contado un sueño. Dos pájaros se han posado sobre su cabeza y ella se pregunta cuándo se volarán; mas no lo hacen, sino que uno vuela hasta su boca y chupa de ella. El fracaso de las ocurrencias del soñante nos da el derecho de intentar la interpretación por sustitución de símbolos. Las dos peras -«pommes ou poires(56)»- son los pechos de la madre, que lo amamantó; el alféizar es la saliencia del busto, análogamente a los balcones en el sueño de casas. Su sentimiento de realidad al despertar tiene justificación, pues la madre lo amamantó de hecho, incluso bastante más tiempo que el usual, y acaso el pecho materno estaría aún disponible. (ver nota)(57) El sueño ha de traducirse así: «Mamá, dame (enséñame) de nuevo el pecho del que antes bebí». El «antes» está figurado por el acto de comerse una pera, y el «de nuevo» por el pedido de la otra. La repetición temporal de un acto se convierte en el sueño, por lo general, en la multip de un objeto. Es muy llamativo, desde luego, que el simbolismo ya desempeñe un papel en el sueño de un niño de cuatro años, pero esta no es la excepción sino la regla. Puede decirse que el soñante dispone del simbolismo desde el comienzo. Cuán temprano se sirve el hombre de la figuración simbólica, aun fuera de la vida onírica, puede 12 enseñárnoslo el siguiente recuerdo, no influido, de una dama que ahora tiene 27 años: Tiene entre tres y cuatro años. La niñera los lleva al retrete a ella, a su hermanito' once meses menor y a una prima cuya edad es intermedia entre ambos, para que hagan allí sus pequeños menesteres antes de salir de paseo. Siendo la mayor, ella se sienta en el inodoro, y los otros dos lo 1,acen en bacinillas. Ella pregunta a la prima: «¿Tienes tú también Un MONEDERO? Walter tiene una SALCHICHITA, YO tengo un monedero». Respuesta de la prima: «Sí, yo también tengo un portamonedas». La niñera los oyó riendo y contó la conversación a la mamá, quien reaccionó con una recia reprimenda. Intercalemos ahora un sueño (registrado en un artículo de Alfred Robitsek, 1912) cuyo bello simbolismo permitió una interpretación con escasa ayuda de la soñante. X. «Sobre la cuestión del simbolismo en los sueños de personas sanas» [1914] «Una objeción que suelen presentar los oponentes del psicoanálisis -últimamente también Havelock Ellis (1911a, pág. 168)- es que el simbolismo onírico es quizás un producto de la psique neurótica, pero en modo alguno rige para las personas normales. Ahora bien, si la investigación psicoanalítica no establece entre la vida anímica normal y la neurótica diferencias de principio, sino sólo cuantitativas, el análisis de los sueños, donde tanto en los sanos cuanto en los enfermos operan de igual modo los complejos reprimidos, muestra la plena identidad de mecanismos como el del simbolismo. Y aun los sueños despreocupados de personas sanas suelen contener un simbolismo mucho más simple, trasparente y característico que los de personas neuróticas, en quienes el mayor rigor con que opera la censura y la más acusada desfiguración onírica resultante suelen traer por consecuencia un simbolismo torturado, oscuro y difícil de interpretar. El sueño que a continuación comunico sirve para ilustrar este hecho. Proviene de una muchacha no neurótica, de naturaleza más bien mojigata y reservada; en el curso del diálogo supe que -está comprometida, pero han surgido obstáculos capaces de diferir el casamiento. Me cuenta espontáneamente el siguiente sueño: »"I arrange the centre of a table with flowers for a birthday"(58) ("Arreglo el centro de una mesa con flores para un cumpleaños"). Preguntada, me revela que en el sueño estuvo como si fuera en su hogar (que para ese tiempo no tenía) y experimentó un "sentimiento de dicha". »El simbolismo "popular" me permite traducir por mí mismo el sueño. Es la expresión de sus deseos de novia: la mesa con el centro floral la simboliza a ella y a sus genitales; figura como cumplidos sus deseos para lo venidero, pues ya le ocupa el pensamiento de que nacerá un niño; por tanto, las bodas se consumaron hace tiempo. »Le hago notar que "the centre of a table" es una expresión insólita, y lo admite; desde luego, en este punto no puedo seguir indagándola directamente. Evito con cuidado sugerirle el significado de los símbolos, y sólo le pregunto por lo que se le ocurre sobre las partes singulares del sueño. En el curso del análisis, su reserva dejó sitio a un vivo interés por la interpretación y a una franqueza posibilitada por la seriedad del diálogo. Al preguntarle qué clase de flores eran, respondió primero: "expensive flowers, one has to pay for them" (flores caras, hay que pagar por ellas"), y después, que eran "lilies of the valley, violets and pinks or carnations" ("lirios del valle, violetas y claveles(59)"). Conjeturé que la palabra "lirio" aparecía en este sueño en su significado popular de símbolo de la castidad; ella corrobora esto, pues para "lirio" se le ocurre "purity" ("pureza"), "Valley", el valle, es un frecuente símbolo de la mujer; así, el hecho accidental de que ambos símbolos se conjuguen en el nombre "lirios del valle" es aprovechado en el simbolismo onírico para destacar su preciosa virginidad -"expensive flowers, one has to pay for them"- y expresar la esperanza de que el hombre sepa apreciar su valor. La frase "expensive flowers, etc." tiene, como veremos, un significado diverso para cada uno de los tres símbolos florales. »En cuanto al sentido oculto de "violets", en apariencia totalmente asexual, busqué explicármelo -con mucha osadía, me pareció- mediante una relación inconciente con el francés "vioI". Para mi sorpresa, la soñante asoció "violate", equivalente inglés de "violación". El sueño aprovecha la gran semejanza entre las palabras "vioIet" y "violate" (en la pronunciación inglesa apenas se distinguen por una diferencia de acentuación en la última sílaba) para expresar "por la flor" el pensamiento de la violencia de la desfloración (también esta palabra se sirve del simbolismo floral) y aun, quizás, un rasgo masoquista de la muchacha. He ahí un bello ejemplo de los puentes verbales por donde atraviesan los caminos que llevan a lo inconciente. El "one has to pay for them" significa aquí la vida, con que ella ha de pagar el hacerse mujer y madre. »Con respecto a "pinks", que ella después llamó "carnations", se me ocurre la relación de esta palabra con "carnal". Pero la ocurrencia de ella es "colour" ("color"). Agrega que "carnations" son las flores que su prometido le obsequió "con frecuencia y en gran cantidad". Al final del día confiesa de pronto, espontáneamente, que no me ha dicho la verdad; no se le había ocurrido "colour", sino "incarnation" ( "encarnación"), la palabra que yo había esperado; por lo demás, tampoco "colour" anda descaminado com "carnation" ("color carne"), y, por tanto, el mismo complejo. Esa falta de veracidad muestra que la resistencia era máxima allí, lo cual responde a la circunstancia de que el simbolismo es aquí en extremo trasparente y la lucha entre libido y represión alcanzó su mayor reciedumbre en torno de este tema fálico. La observación de que tales flores le habían sido obsequiadas con frecuencia por su prometido es, junto al doble significado de "carnation", otro indicio del sentido fálico que cobran en el sueño. La ocasión diurna del obsequio floral es aprovechada para expresar el pensamiento del obsequio sexual y la retribución de este: ella obsequia su virginidad y espera a cambio una rica vida amorosa. También aquí el "expensive flowers, one has to pay for them" pudo cobrar quizás un significado (sin duda concreto, financiero). Por consiguiente, el simbolismo floral del sueño contiene el símbolo de la virginidad femenina, el símbolo masculino y la referencia a una desfloración violenta. Cabe apuntar que en el simbolismo sexual de las flores, por lo demás harto difundido, los órganos sexuales humanos se simbolizan mediante flores, órganos sexuales de las plantas; probablemente el regalarse flores los amantes tenga este significado inconciente. »El cumpleaños {birthday, día del nacimiento} que ella prepara en sueños significa sin duda el nacimiento de un niño. Ella se identifica con el novio y lo figura como preparándola para un nacimiento, vale decir, poseyéndola sexualmente. El pensamiento latente podría formularse así: 13 "Si yo fuese él, no esperaría, sino que desfloraría a la novia sin su licencia, usando de la violencia"; a ello apunta, sin duda, el "violate". Así se expresa también el componente libidinal sádico. »En un estrato más profundo del sueño, el "I arrange, etc." quizá tenga un significado autoerótico, y por ende infantil. »También muestra ella un conocimiento posible sólo en el sueño, de las deficiencias de su cuerpo; se ve lisa como tina tabla; y ello realza tanto más lo precioso del "centre" (en otra ocasión lo llama "a centre-piece of flowers(60)" suvirginidad. La posición horizontal de la mesa, asimismo, podría aportar un elemento al símbolo. - Es digna de notarse la concentración del sueño: nada sobra, cada palabra es un símbolo. »Después aporta un suplemento al sueño: "I decorate the flowers with green crinkled paper" ("Adorno las flores con papel crespo verde"). Agrega que es "fancy paper" ("papel de fantasía"), con el que suelen revestirse las macetas. Sigue diciendo: "to hide u ntidy things, whatever was to be seen, which was not pretty lo the eye; there is a gap, a littIe space in the flowers". Es decir: "para ocultar cosas impuras que no son lindas de mirar; un hueco, un pequeño espacio entre las flores". "The paper looks like velvet or moss" ("El papel parece terciopelo o musgo"). Con "decorate" asocia "decorum" {"decoro" como yo había esperado. El color verde, dice, es dominante; asocia con ello "hope" ("esperanza"), una nueva alusión a la gravidez. - En esta parte del sueño no gobierna la identificación con el hombre, sino que se abren paso unos pensamientos de pudor y franqueza. Se embellece para él, se confiesa defectos físicos de los que se avergüenza y que procura corregir. La ocurrencia del terciopelo o musgo es claro indicio de que se trata del crines pubis. »El sueño es una expresión de pensamientos que difícilmente conozca la muchacha en su pensar despierto, pensamientos que versan sobre el amor sensual y sus órganos; ella es "preparada para un nacimiento", vale decir, la poseen sexualmente; se expresan el temor a la desfloración y quizá también el sufrimiento teñido de placer; confiesa sus fallas corporales y las compensa con creces exagerando el valor de su virginidad. Su pudor descarga de culpas a la sensualidad que se insinúa en ella: su meta es el hijo. También consideraciones materiales, ajenas a los amantes, encuentran su expresión. El afecto de este sueño simple -el sentimiento de dicha- indica que en él hallaron satisfacción fuertes complejos afectivos». Con acierto(61) Ferenczi ( 1917) ha llamado la atención sobre la facilidad con que precisamente los «sueños de personas desprevenidas» dejan traslucir el sentido de los símbolos y el significado de los sueños. Intercalo aquí el sueño que sigue, proveniente de una personalidad histórica de nuestro tiempo, porque en él un objeto de suyo apropiado para subrogar el miembro masculino es caracterizado de la manera más nítida, mediante una precisión que se le agrega, como símbolo fálico. El «alargamiento interminable» de una fusta difícilmente pueda significar otra cosa que la erección. Además, este sueño proporciona un bello ejemplo del modo en que con un material sexual infantil pueden llegar a figurarse pensamientos serios y ajenos a lo sexual. XI. Un sueño de Bismarck- [1919] (ver nota)(62) «En sus Gedanken und Erinnerungen {Pensamientos y recuerdos(63)} Bismarck cita una carta que escribió el 18 de diciembre de 1881 al emperador Guillermo 1. Ella contiene el siguiente pasaje: "La comunicación de Vuestra Majestad me anima a relatarle un sueño que tuve a comienzos de 1863, en los días más difíciles del conflicto, cuando el ojo humano no podía divisar salida alguna transitable. Tuve entonces un sueño que enseguida conté por la mañana a mi mujer y a otros testigos; iba caballero por una angosta senda de los Alpes, a la derecha el abismo, la roca a la izquierda; la senda se estrechó más, tanto que el caballo se empacó, y la falta de espacio hacía imposible volver riendas o desmontar; empuñando mi fusta en la mano izquierda, di con ella un golpe contra la lisa pared de la roca, e invoqué a Dios; la fusta se alargó interminablemente, la pared rocosa se derrumbó como el decorado de un teatro y dejó al descubierto un ancho camino con un panorama de colinas y bosques como los de Bohemia; tropas prusianas agitaban banderas y yo, todavía en sueños, cavilaba sobre el modo más rápido de comunicárselo a Vuestra Majestad. Este sueño se cumplió, y yo desperté de él contento y reconfortado. . . ". »La acción del sueño se descompone en dos secciones: en la primera parte el soñante se ve en un aprieto del que es salvado de manera milagrosa en la segunda. La difícil situación en que se encuentran en el sueño caballo y jinete es una figuración fácilmente reconocible de la situación crítica del estadista, que él, al atardecer de la víspera, bien pudo sentir con particular amargura reflexionando sobre los problemas de su política. Con el mismo giro que a manera de símil llegó a la figuración {en el sueño}, describe Bismarck en el citado pasaje de su carta lo desesperante de su posición de entonces; es prueba de que ese giro {"salida transitable} le acudía habitualmente. Además, estamos frente a un bello ejemplo del "fenómeno funcional" de Silberer. Lo que p su pensamiento tropezaba con obstáculos insuperables y a pesar de ello no podía ni debía desentenderse de los problemas, es figurado muy apropiadamente por el jinete que no puede avanzar ni retroceder. El orgullo que le veda pensar en una dimisión o en la retirada halla expresión en el sueño con las palabras "imposible volver riendas o desmontar". En su calidad de hombre activo y siempre esforzado que se consagra al bien público, era para Bismarck natural compararse con un caballo, y así lo hizo en varias oportunidades; por -ejemplo, en su famosa sentencia: "Un buen caballo muere con la silla puesta". Así explicitadas, las palabras "el caballo se empacó" no significan sino que él, abrumado, siente la necesidad de extrañarse de las preocupaciones del presente o, dicho de otra manera, que está en tren de libertarse de los grillos del principio de realidad durmiéndose y soñando. El cumplimiento de deseo que después se expresa con tanta fuerza en la segunda parte es preludiado por las palabras "senda de los Alpes". Bien sabía Bismarck ya por entonces que sus próximas vacaciones las pasaría en los Alpes -en Gastein- el sueño, trasladándolo ahí, lo libra por tanto de un sólo golpe de todos esos fatigosos asuntos de Estado. »En la segunda parte, los deseos del soñante se figuran doblemente -de manera no disfrazada 14 y visible, pero también simbólica- como cumplidos. Simbólicamente, por la desaparición de la roca estorbosa, en cuyo lugar aparece un ancho camino -por ende, la salida buscada, y en la forma más cómoda; y sin disfraz, por la visión de las tropas prusianas que avanzan. No hace falta imaginar unos nexos místicos para explicar esta visión profética; se basta enteramente la doctrina freudiana del cumplimiento de deseo. Ya por ese tiempo Bismarck discernía la mejor salida para los conflictos internos de Prusia en una guerra victoriosa con Austria. Cuando ve tropas en Bohemia, vale decir, en tierra enemiga, con sus banderas desplegadas, el sueño no hace sino figurarle ese deseo como cumplido, según postula Freud. Lo único significativo en el plano individual es que el soñante de que aquí nos ocupamos no se satisfizo con el cumplimiento onírico, sino que supo conquistar también el real. Un detalle que tiene que llamar la atención a todo el que conozca la técnica interpretativa del psicoanálisis es la fusta, que se "alarga interminablemente". Fusta, bastón, lanza y cosas parecidas nos son bien familiares como símbolos fálicos; y si esta fusta posee encima la propiedad más llamativa del falo, la de dilatarse, no pueden subsistir dudas. La exageración del fenómeno por el "alargamiento interminable" parece apuntar a la sobreinvestidura infantil. (ver nota)(64) El empuñar-la-fusta alude nítidamente a la masturbación, que desde luego no debe entenderse con respecto a la condición actual del soñante, sino a un placer infantil muy remoto. Harto valiosa es aquí la interpretación descubierta por el doctor Stekel [1909], según la cual la izquierda significa en el sueño la falta, lo prohibido, el pecado, lo cual convendría muy bien a un onanismo infantil que se practicó a pesar de su prohibición. Entre ese estrato infantil, más profundo, y el más superficial que se ocupa de los planes diurnos del estadista puede señalarse todavía un estrato intermedio que mantiene relación con los otros dos. Todo el hecho, la salvación milagrosa de un aprieto después de golpear la roca y de invocar el auxilio de Dios, se parece llamativamente a una escena bíblica, aquella en que Moisés, golpeando la roca, hizo brotar el agua para los sedientos hijos de Israel. Admitiremos sin vacilar que Bismarck, que provenía de un hogar protestante en el que la Biblia era reverenciada, conocía al dedillo ese pasaje. Y no le fue difícil a Bismarck, en aquella época de conflictos, compararse con Moisés, el guía de su pueblo, que quiere liberar a este pero recibe en pago la sedición, el odio y la ingratitud. Por esa vertiente el pasaje bíblico pudo apuntalarse en los deseos actuales. Por otro lado, contiene muchos detalles que se prestan bien a que los use la fantasía masturbadora. Contraviniendo el mandato de Dios, empuña Moisés el bastón y el Señor lo castiga por esa trasgresión anunciándole que morirá sin pisar la Tierra Prometida. La prohibición de empuñar el bastón de carácter inequívocamente fálico en el sueño, la producción de algo líquido después de golpear con él y la amenaza de muerte: he ahí, reunidos, los principales elementos de la masturbación infantil. Interesante es la elaboración que, por mediación del pasaje bíblico, ha soldado esas dos imágenes heterogéneas, la una proveniente de la psique del genial estadista y la otra de las mociones del alma infantil primitiva, consiguiendo eliminar de pasada todos los aspectos penosos. Que empuñar el bastón es un acto prohibido, levantisco, viene indicado apenas, simbólicamente, por ser la mano izquierda la que lo hace. En el contenido manifiesto del sueño, empero, se invoca a Dios, como para aventar por vía de ostentación cualquier sospecha de algo prohibido o furtivo. De los dos anuncios que hizo Dios a Moisés, que vería la Tierra Prometida mas no la pisaría, el primero se figura nítidamente como cumplido ("un panorama de colinas y bosques"), pero el segundo, penoso en extremo, ni se menciona. El agua probablemente se ofreció en sacrificio a la elaboración secundaria, que se empeñó con éxito en unificar esta escena con la anterior; en lugar de brotar agua, se desmorona la roca misma. »Al final de una fantasía infantil de masturbación en la que aparece el tema de la prohibición, esperaríamos el deseo del niño de que las personas con autoridad que lo rodean no se enteren para nada de lo sucedido. En el sueño este deseo está sustituido por su contrario, el de anunciar enseguida al rey lo ocurrido. Pero esta inversión se acopla de manera singular y por completo inadvertida a la fantasía de victoria contenida en el estrato superficial de los pensamientos oníricos y en una parte del contenido manifiesto del sueño. Semejantes sueños de victoria y de conquista son a menudo la cobertura de un deseo de conquista erótica; detalles aislados de este sueño, como el hecho de que el que va penetrando tropiece con una resistencia, pero usando de su fusta que se alarga haga aparecer un ancho camino, quizás apunten a eso, pero no son suficientes para profundizar desde ellos en una dirección del deseo y del pensamiento bien precisa, que atravesase al sueño todo. Vemos aquí el caso ejemplar de una desfiguraci ninguna parte se saliera de la tela que se echó sobre él como cubierta protectora. La consecuencia fue que pudo evitarse cualquier desprendimiento de angustia. Es un caso ideal de cumplimiento de deseo que se alcanza sin infringir la censura, y por eso es comprensible que el soñante se despertara "contento y reconfortado" de un sueño así». Concluyo con el XII Sueño de un químico [1909] Es el sueño de un joven que se esforzaba por abandonar sus hábitos onanistas en favor del comercio con la mujer. INFORME PRELIMINAR: El día anterior al sueño explicó a un estudiante la reacción de Grignard, por la cual puede disolverse el magnesio, mediante la acción catalítica del yodo, en éter absolutamente puro. Dos días antes esa misma reacción había provocado una explosión en que un obrero se quemó la mano. Sueño: I) Debe fabricar bromuro de magnesio fenílico, ve el aparato con particular nitidez, pero él mismo se ha sustituido al magnesio. Ahora se encuentra en un estado extrañamente inestable; se dice una y otra vez: «Es lo correcto, esto anda, mis pies ya se disuelven {auflösen}, mis rodillas se ablandan». Después se palpa, tiene sensibilidad en los pies, y entretanto saca (no sabe cómo) sus piernas de la retorta, y se dice de nuevo: «Esto no puede ser. Y sin embargo, está bien hecho». Tras eso se despierta parcialmente y se repite a sí mismo el sueño porque quiere contármelo. Le causa directamente temor la solución {Auflösung} del sueño, y en toda esa duermevela está muy excitado y se repite sin parar: «Fenil, fenil». 15 II) Está con toda su familia en ... ing, debe llegar a las once y medía a la Schottentor(65) donde se ha citado con cierta dama, pero sólo se despierta cerca de las once y media. Se dice: «Ahora es muy tarde; mientras llegas, serán las doce y medía». En el momento que sigue ve a toda la familia reunida a la mesa, con particular nitidez a la madre y a la mucama con la sopera. Se dice entonces: «Y bien, si ya comemos, no es hora de ir». Análisis: Está seguro de que ya el primer sueño tiene relación con la dama de su cita (soñó la noche anterior a la esperada cita). El estudiante a quien impartió enseñanza es un tipo particularmente repugnante; le dijo: «No es lo correcto», puesto que el magnesio aún estaba intacto, y el estudiante le respondió, como si nada le importase: «Y bueno, no es lo correcto». Ese estudiante tiene que ser él mismo -tan indiferente hacia su análisis como el otro hacia su síntesis- y, en cambio, el que aparece en el sueño como él mismo, el que realiza la operación, he de ser yo. ¡Cuán repugnante tiene que ser para mí su indiferencia hacia el resultado! Por otra parte, él es eso mismo con que se hace el análisis (síntesis). Se trata del éxito de la cura. Las piernas del sueño le recuerdan una impresión de la tarde de ayer. En la academia de baile se encontró con una dama a quien quiso conquistar; la apretó contra sí tan fuerte que ella hubo de gritar una vez. Pero cuando dejó de oprimirle las piernas, sintió la fuerte contrapresión de ella hasta arriba de la rodilla, en los lugares señalados en el sueño. Dentro de esta situación, por tanto, el magnesio de la retorta es la mujer; por ahí andan las cosas, en definitiva. El es femenino hacia mí, como es viril hacia la mujer. Tal como andan las cosas con la dama, así andan con la cura. El palparse y las percepciones en sus rodillas apuntan al onanismo y se corresponden con su fatiga del día anterior, La cita se había convenido realmente para las once y media. Su deseo de quedarse dormido y de permanecer junto a los objetos sexuales hogareños (o sea, de quedarse con el onanismo) responde a su resistencia. Acerca de la repetición de «fenil», informa: «Todos esos radicales en "il" siempre me gustaron mucho, son muy cómodos para usarlos: bencil, acetil, etc.». Ahora bien, esto nada explica, pero cuando yo le propongo el radical Schlemihl(66) ríe mucho y me cuenta que durante el verano leyó un libro de Prévost, donde, en el capítulo «Les exclus de Famour» {Los excluidos del amor) se hablaba de los «Schlémiliés», con motivo de cuya descripción él se dijo: «Es mi caso». Es que habría sido cosa de pobre diablo el faltar a la cita. Parece que el simbolismo sexual ha encontrado ya una corroboración experimental directa. En 1912, el doctor en filosofía K. Schrötter, por inspiración de H. Swoboda, produjo sueños en personas bajo hipnosis profunda; por sugestión les instiló un encargo que establecía buena parte del contenido del sueño. Cuando el encargo consistía en soñar con un comercio sexual normal o anormal, el sueño lo cumplía remplazando el material sexual por los símbolos ya familiares en la interpretación psicoanalítica de los sueños. Por ejemplo, tras la sugestión de que se soñase un comercio homosexual con una amiga, apareció esta en el sueño llevando en la mano una raída maleta de viaje de la cual pendía un cartelito; ahí se leían estas palabras: «Sólo para damas». Cabe presumir que la soñante ni había oído hablar del simbolismo onírico ni de la interpretación de los sueños, El desgraciado hecho de que el doctor Schrötter se suicidara poco después hace difícil justificar esta importante investigación. Apenas contamos, para sus experimentos sobre el sueño, con una comunicación provisional en Zentralblalt für Psychoanalyse (Schrötter, 1912). [1914] Resultados parecidos publicó G. Roffenstein en 1923. Ahora bien, particular interés presentan los experimentos de Betiheim y Hartmann ( 1924), porque en ellos se dejó de lado la hipnosis. Estos autores contaron a enfermos que padecían el síndrome de Korsakoff historias de grosero contenido sexual, observando la desfiguración con que después reproducían lo contado. Quedó demostrado que los símbolos ya familiares en la interpretación de los sueños salían a la luz (montar escaleras, pinchar y tirar al blanco como símbolos del coito; cuchillos y cigarrillos como símbolos del pene). Atribuyen valor particular a la aparición del símbolo de la escalera porque, como observan con acierto, «una simbolización de esa índole sería inalcanzable para un deseo conciente de desfiguración». [1925] Sólo ahora, tras haber apreciado el simbolismo en el sueño, podemos retomar el tratamiento de los sueños típicos, interrumpido en. Creo justificado clasificar a grandes líneas estos sueños en dos clases: los que realmente poseen siempre idéntico sentido, y los que a pesar de su contenido idéntico o parecido tienen que experimentar todavía las más variadas interpretaciones. Entre los sueños típicos de la primera clase, ya traté en profundidad el sueño de examen. [1909.] Por su semejanza en cuanto a la impresión afectiva, los sueños en que no alcanzamos un tren merecen clasificarse junto con los de examen. Y su esclarecimiento justifica esa aproximación. Son sueños que nos consuelan de otra moción de angustia sentida mientras dormimos: la angustia ante la muerte. «Partir» es, para la muerte, uno de los símbolos más corrientes y que mejor pueden fundamentarse. El sueño nos dice entonces, consoladora mente: «Sosiégate, no morirás (no partirás) », como el sueño de examen nos tranquilizaba: «Nada temas, tampoco esta vez te ocurrirá nada». La dificultad que ofrece la comprensión de estos dos tipos de sueños se debe a que a la expresión del consuelo se anuda precisamente el sentimiento de angustia. [1911]. (ver nota)(67) El sentido de los «sueños por estímulo dentario(68)» que hartas veces hube de analizar en mis pacientes se me escapó durante mucho tiempo porque, para mi sorpresa, regularmente oponían a la interpretación unas resistencias excesivas. Por último, abrumadoras pruebas establecieron fuera de toda duda que en los hombres la fuerza impulsora de estos sueños proviene de la concupiscencia onanista de la pubertad. Me propongo analizar dos de tales sueños, uno de los cuales es al mismo tiempo un «sueño de vuelo». Ambos p misma persona, un joven de marcada homosexualidad, pero que él inhibe en su vida. Asiste a la representación de «Fidelio». Está en la platea junto a L., una personalidad que le es simpática y cuya amistad bien querría granjearse. De pronto se vuela de través por la platea hasta el final, y entonces se agarra la boca y se extrae dos dientes. El mismo describe el vuelo como si fuera «lanzado» por el aire. Puesto que se trata de una representación de Fidelio, viene a cuento el verso: 16 «Wer ein boldes Weib errungen ... (69)». Pero conseguir una mujer, aun la más dulce, no está entre los deseos del soñante. Otros dos versos armonizan mejor con ellos: « Wem der grosse Wurf gelungen, Eines Freundes Freund zu sein ... ». (ver nota)(70) Ahora bien, el sueño contiene esta «grossen Wurl», esta gran suerte, pero no es sólo un cumplimiento de deseo. Tras él se oculta también una reflexión penosa (ya hartas veces sus requerimientos de amistad le hicieron desgraciado, fue «lanzado afuera» {«hinausgeworlen»} ) y el temor de que ese destino pueda repetirse con el joven junto al cual goza de la representación de Fidelio. Y ahora se acopla a ello la confesión, vergonzosa para el delicado soñante: en una ocasión, después que un amigo rompió con él, añorándolo se masturbó dos veces, una tras otra, presa de excitación sexual. El otro sueño: Dos profesores universitarios conocidos de él lo tratan en mi remplazo. Uno hace algo con su miembro; siente angustia ante una operación. El otro le golpea la boca con una varilla de hierro, por lo que pierde uno o dos dientes. Está atado con cuatro bandas de seda. El sentido sexual de este sueño es indudable. Las bandas de seda corresponden a una identificación con un homosexual que él conoce. El soñante, que nunca practicó el coito, y tampoco ha buscado en la realidad comercio sexual con hombres, se representa el comercio sexual según el modelo del onanismo de la pubertad con que estuvo familiarizado. Opino que las frecuentes modificaciones del sueño típico de estímulo dentario (p. ej., que otra persona extrae un diente al soñante, y cosas parecidas) se vuelven comprensibles por esa misma explicación. (ver nota)(71) Ahora bien, puede parecer enigmático que el «estímulo dentario» alcance este significado. Llamo la atención aquí sobre el traslado de abajo a arriba, tan común, y que es tá al servicio de la represión sexual(72); en virtud de él, en la histeria toda clase de sensaciones y de intenciones destinadas a jugarse en los genitales pueden realizarse al menos en otras partes del cuerpo que están libres de objeción. Un caso de traslado de esa índole se presenta también cuando en el simbolismo del pensamiento inconciente los genitales son sustituidos por el rostro. El uso lingüístico contribuye a ello, pues en las nalgas {Hinterbacken, mejillas de atrás} discierne el homólogo de las mejillas, y además de los labios que enmarcan la cavidad bucal conoce otros, los de la vulva. En incontables alusiones la nariz es equiparada al pene, y en un caso y otro la formación pilífera perfecciona la semejanza. Sólo un detalle escapa a toda comparación: los dientes; y precisamente esa superposición de concordancias y discordancias hace a los dientes aptos para los fines de la figuración bajo el acicate de la represión sexual. Ahora bien, no quiero decir que la interpretación del sueño por estímulo dentario como sueño de onanismo, de cuya justificación no puedo dudar, se haya vuelto por entero trasparente(73). Yo consigno todo cuanto sé acerca de su explicación, y tengo que dejar un resto irresuelto. Pero debo apuntar también otro nexo, contenido en la expresión lingüística. En los países de habla alemana hay una designación grosera para el acto masturbatorio: «sich einen ausreissen» o «sich einen herunterreissen» {«sacarse una» o «quitarse una(74)»}. No sé de dónde provienen estos giros ni conozco la figuración que está en su base, pero al primero de ellos convienen muy bien los «dientes». La creencia popular interpreta los sueños de extracción o de caída de dientes como anuncio de la muerte de un familiar, pero el psicoanálisis no puede concederles ese significado sino, a lo sumo, en el sentido paródico antes señalado. En relación con ello intercalo aquí uno de los «sueños por estímulo dentario» que Otto Rank ha puesto a nuestra disposición. (ver nota)(75) «De un colega que desde hace algún tiempo ha empezado a interesarse vivamente por los problemas de la interpretación de los sueños he recibido el siguiente informe: »"Hace poco soñé: Estoy en el consultorio del dentista, quien me excava una de las últimas muelas de la mandíbula inferior. Pero trabaja tanto que termina por inutilizármela. Entonces toma las pinzas y me la extrae con una facilidad tan grande que me maravilla. Me dice que no debe importarme, pues ese no es el diente que verdaderamente me trataba. Acto seguido lo pone sobre la mesa, donde el diente (ahora me parece un incisivo superior) se fragmenta en varias capas. Me levanto del sillón, me acerco con curiosidad y le hago, interesado, una pregunta médica. El odontólogo me explica, mientras separa los diversos fragmentos del diente llamativamente blanco y los aplasta (pulveriza) con un instrumento, que eso tiene que ver con la pubertad y que sólo antes de la mujeres el momento decisivo para ello es el nacimiento de un hijo. »-Reparo entonces (según creo, en duermevela) que ese sueño se acompañó de una polución, pero no puedo asignarla con seguridad a un lugar determinado del sueño; lo más probable, me parece, es que sobrevino cuando me extrajeron el diente. »"Sigo soñando con algo que ya no puedo recordar, y concluye así: Abandonando en algún lugar (posiblemente en el guardarropas del consultorio odontológico) sombrero y saco con la esperanza de que me serán devueltos, y cubierto sólo con el sobretodo, me apresuro a alcanzar un tren que parte. A último momento logro saltar al vagón posterior, donde ya hay alguien. Pero ya no pude introducirme en el interior del vagón, sino que debí hacer el viaje en una posición incómoda, de la que intentaba liberarme hasta que por fin lo conseguí. Atravesábamos un gran túnel, y en eso en sentido contrario pasaron dos trenes como a través del nuestro, cual si este fuera el túnel. Miro dentro del vagón como desde fuera, por una ventanilla. »"Como material para interpretar este sueño se presentan las siguientes vivencias y pensamientos del día anterior: »"I.- Es verdad que desde hace poco tiempo estoy bajo tratamiento odontológico, y para la época del sueño tuve continuos dolores en esa muela de la mandíbula inferior que es excavada en él; también en la realidad el dentista trabajó allí más tiempo del que yo hubiera querido. La 17 mañana del día del sueño hice una nueva visita al odontól9go a causa de los dolores, y él me sugirió que me hiciese extraer otro diente de la misma mandíbula (no el que estaba bajo tratamiento), del cual probablemente provenía el dolor. Era una 'Muela del juicio' que estaba cortando. Y en esa oportunidad, además, le hice una pregunta relativa a su conciencia médica. »"Il.- La tarde del mismo día me vi obligado a mencionar mi dolor de muelas a una dama como disculpa de mi mal humor, con motivo de lo cual ella me contó que tenía miedo de hacerse extraer una raíz cuya corona se había desmoronado casi del todo. Creía que la extracción era particularmente dolorosa y peligrosa en el caso de los colmillos, aunque por otra parte una conocida le ha dicho que todo anda más fácil con los dientes de la mandíbula superior (y ella tiene su problema en uno de estos). Pero esta conocida le contó también que una vez, luego de anestesiarla, le extrajeron un diente equivocado, relato que no hizo sino multiplicar su horror ante esa operación necesaria. Me preguntó después si por colmillos {Augenzähnen} había que entender molares o caninos {Backen oder Eckzähne}, y qué se sabía sobre ellos. Le hice notar el sesgo supersticioso de todas esas opiniones, aunque sin dejar de reconocer el núcleo de verdad que contienen muchas intuiciones populares. Sobre esto me dijo que conocía una creencia popular, muy antigua y difundida según creía: Cuando una embarazada tiene dolor de muelas, le nacerá un varoncito. »"III.- Este refrán me interesó con referencia al significado típico de los sueños por estímulo dentario como sustitutos del onanismo, comunicado por Freud en La interpretación de los sueños. Es que esa sentencia popular [la mencionada por la dama] establece cierta relación entre los dientes y el genital masculino {Bub; Bube, varoncito}. Por eso al atardecer del mismo día leí los pasajes respectivos de La interpretación de los sueños y allí encontré, entre otras, las apuntaciones que a continuación reproduzco, y cuya influencia sobre mi sueño es tan fácil de reconocer como la de las dos vivencias antes mencionadas. Acerca de los sueños por estímulo dentario, escribe Freud que 'en los hombres la fuerza impulsora de estos sueños proviene de la concupiscencia onanista de la pubertad. Y después: 'Opino que las frecuentes modificaciones del sueño típico de estímulo dentario (p. ej., que otra persona extrae un diente al soñante, y cosas parecidas) se vuelven comprensibles por esa misma explicación. Ahora bien, puede parecer enigmático que el 'estímulo dentario' alcance este significado. Llamo la atención aquí sobre el traslado de abajo a arriba, tan común, y que está al servicio de la represión sexual; en virtud de él, en la histeria toda clase de sensaciones y de intenciones destinadas a jugarse en los genitales pueden realizarse al menos en otras partes del cuerpo que están libres de objeción'. Pero debo apuntar también otro nexo, contenido en la expresión lingüística. En los países de habla alemana hay una designación grosera para el acto masturbatorio: 'sich einen ausreissen' o 'sich einen herunterreissen' {'sacarse una' o 'quitarse una'}'. Ya de adolescente me era familiar esta expresión para designar el onanismo, y partiendo de aquí el intérprete de sueños ejercitado descubrirá sin dificultad el acceso al material infantil que pueda estar en la base de este sueño. Sólo he de consignar que la facilidad con que en el sueño se saca el diente que después de la extracción se muda en un incisivo superior me trae a la memoria un episodio de mi niñez, cuando yo mismo me extraje, con facilidad y sin dolor, un incisivo superior que tenía flojo. Este suceso, que todavía hoy recuerdo con nitidez en todos sus detalles, ocurrió en ese período temprano a que en mi caso se remontan los primeros ensayos concientes de onanismo (recuerdo encubridor). »"La referencia de Freud a una comunicación de C. G. Jung según la cual los sueños por estímulo dentario tienen en las mujeres el significado de sueños de nacimiento, así como la creencia popular en el significado del dolor de muelas en las embarazadas, ocasionaron dentro del sueño la contraposición del significado femenino frente al masculino (pubertad). En relación con esto recuerdo un sueño anterior; poco después de terminar un tratamiento odontológico, soñé que se me caían justo las dos coronas de oro que acababan de implantarme y ello me causaba gran enojo, a causa del considerable gasto, del que aún no me había resarcido del todo. Ahora me resulta comprensible este sueño relacionándolo con una cierta vivencia: reconoce las ventajas materiales de la masturbación respecto del amor de objeto, que es en todas sus formas más perjudicial en lo económico (coronas de oro), y creo que lo dicho por aquella dama acerca del significado del dolor de muelas en las embarazadas evocó de nuevo en mí esta ilación de pensamientos". »Hasta aquí la interpretación del colega, cabalmente esclarecedora y, según creo, inobjetable. Nada tengo que agregar, como no sea, quizá, una referencia al sentido probable de la segunda parte del sueño, que a través de los puentes léxicos Zahn-(ziehen-Zug; reissen-reisen) {diente-( extraer- tren; arrancar-partir) } figura, según todo parece indicarlo, el paso que el soñante consumó, en medio de dificultades, desde la masturbación hasta el comercio sexual (el túnel por el cual los trenes entran y salen en distintas direcciones), así como los peligros de este último (embarazo; sobretodo). »En lo teórico, por otra parte, el caso me parece interesante en dos sentidos. En primer lugar, es probatorio del nexo descubierto por Freud, a saber, que en el sueño se produce la eyaculación junto con el acto de extracción de un diente. Y por cierto que debemos ver en la polución, cualquiera que sea la forma en que sobrevenga, una satisfacción masturbatoria que se lleva a cabo sin el auxilio de estimulaciones mecánicas. A ello se suma que en este caso la satisfacción polutoria no se consuma, como es lo habitual, con relación a un objeto aunque sólo sea imaginado, sino que sucede sin objeto y es, si se nos permite la expresión, puramente autoerótica; a lo sumo deja reconocer un leve sesgo homosexual (dentista). »He aquí el segundo punto que creo merece ponerse de relieve: Resulta tentador objetar que es por completo superfluo empeñarse en ver validada aquí la concepción de Freud, puesto que las vivencias del día anterior se bastan por sí solas para hacernos comprensible el contenido del sueño. La visita al dentista, la conversación con la dama y la lectura de La interpretación de los sueños explicarían suficientemente que el durmiente, desasosegado también de noche por su dolor de muelas, produjese este sueño; y hasta puede argüirse que lo hizo para alejar de sí el dolor que le perturbaba el dormir (mediante la representación del alejamiento del diente dolorido, y dando tinte libidinal a la temida sensación de dolor). Ahora bien, por más concesiones que se hagan en este sentido, no puede defenderse con seriedad la tesis de que la lectura de los esclarecimientos de Freud estableció en el soñante el nexo entre extracción del diente y acto masturbatorio, o siquiera le confirió eficacia. Ello no habría podido ocurrir si mismo lo confiesa (en su frase "sich einen ausreissen” no tuviera preformado ese nexo desde mucho antes. Más bien pudo haberlo reactualizado, aparte de la conversación con la dama, lo que después comunica: cuando leyó la interpretación de los sueños, razones por demás comprensibles hicieron que no quisiera dar entero crédito a este significado típico de los sueños por estímulo dentario, y se engendró en él el deseo de saber si dicho significado convenía a todos los sueños de ese tipo. Ahora bien, el sueño se lo confirmó, al menos para su persona, y 18 así le mostró el porqué de sus obligadas dudas. Por tanto, también en este aspecto es el sueño el cumplimiento de un deseo, a saber, el de convencerse del alcance y la solidez de esta concepción de Freud». Al segundo grupo de sueños típicos pertenecen aquellos en que volamos o flotamos en el aire, caemos, nadamos, etc. ¿Qué significan estos sueños? No se lo puede decir en general. Como habremos de enterarnos, en cada caso significan algo diverso, y sólo el material de sensaciones contenidas en ellos brota siempre de la misma fuente. [1909] Por los datos que nos proporcionan los psicoanálisis es preciso inferir que también tales sueños repiten impresiones de la infancia: se relacionan con los juegos de movimiento, tan singularmente atractivos para los niños. No hay tío que no haya hecho volar a su sobrinito tomándolo con sus brazos extendidos y corriendo por la habitación, o jugado a que lo deja caer balanceándolo sobre las rodillas y estirando de pronto una pierna, o lanzándolo al aire y haciendo como si no fuese a sostenerlo. Los niños dan entonces gritos de alegría y no se cansan de pedir la repetición, en particular cuando va en ello algo de susto o de vértigo; andando el tiempo, se procuran en el sueño esa repetición, pero ahora faltan las manos que los sujetaban y por eso flotan o caen libremente, Conocida es la preferencia de todos los niños pequeños por esos juegos, como la hamaca y el subibaja; cuando después ven acrobacias en el circo, el recuerdo se renueva. En muchos varones el ataque histérico no consiste sino en reproducciones de tales acrobacias, que ejecutan con gran habilidad. No es raro que estos juegos de movimiento, en sí inocentes, despierten sensaciones sexuales. Para decirlo con una palabra usual entre nosotros, que abarca todos estos manejos: el «corretear» {«Hetzen»} de la infancia, que repiten {retoman} los sueños de volar, caer, tener vértigo, etc., es aquel cuyo sentimiento de placer se tuerce ahora simétricamente {verkehren} en angustia. Y toda madre sabe que el corretear de los niños con harta frecuencia termina en querellas y lágrimas. [1900] Por eso tengo buenas razones para rechazar la explicación según la cual el estado de nuestra sensibilidad cutánea mientras dormimos, las sensaciones del movimiento pulmonar, etc., provocan los sueños de volar o caer. Veo que estas sensaciones mismas son reproducidas {reproduzieren} a partir del recuerdo a que el sueño se refiere, y por tanto son contenido de este y no sus fuentes. [1900]. (ver nota)(76) Ahora bien, este material de sensaciones de movimiento, que es de tipo uniforme y brota de idéntica fuente, se usa para la figuración de los más diversos pensamientos oníricos. Los sueños en que se vuela o se flota, teñidos casi siempre de placer, reclaman las más variadas interpretaciones: por completo especiales en algunas personas o idénticamente típicas en otras. Una de mis pacientes soñaba con mucha frecuencia que flotaba sobre la calle a cierta altura, sin rozar el suelo. Era muy menuda de cuerpo y la horrorizaba toda contaminación que el trato con seres humanos produce. Su sueño de flotamiento le cumplía ambos deseos, pues elevaba sus pies del suelo y le hacía remontar su cabeza a regiones superiores. En otras soñantes, el sueño de vuelo tenía el significado de este anhelo: «Ojalá yo fuera un pajarito»; otras se convertían en ángeles de noche, a falta de que las llamasen así de día. La proximidad asociativa del volar con la representación del pájaro nos permite comprender que en los hombres el sueño de vuelo tenga casi siempre un grosero significado sensual. Y no nos maravillará enterarnos de que este o aquel soñante se pone todas las veces muy orgulloso de su capacidad de volar. [1909] El doctor Paul Federn, de Viena [trasladado después a Nueva York], ha expuesto(77) la seductora conjetura de que buena parte de estos sueños de vuelo son sueños de erección, pues este extraordinario fenómeno, que ha ocupado sin cesar la fantasía humana, no puede menos que impresionar como una cancelación de la gravedad. (Cf. sobre esto los falos alados de los antiguos.) [1911] Es notable que Mourly Vold, ese sobrio investigador experimental de los sueños que siente genuina repugnancia por toda interpretación, sostenga empero la interpretación erótica de los sueños de vuelo y de flotación. Dice que el erotismo es el «motivo más importante del sueño de flotación», y para ello arguye el fuerte sentimiento de vibración que lo acompaña y su frecuente conexión con erecciones o poluciones. [1914] Los sueños de caída presentan más a menudo el carácter de angustia. Su interpretación no ofrece dificultad alguna en las mujeres, pues casi siempre ellas aceptan el uso simbólico de la caída como paráfrasis del ceder a una tentación erótica. Todavía no hemos agotado las fuentes infantiles del sueño de caída; casi todo niño se ha caído alguna vez, y entonces lo alzaron y acariciaron; cuando por la noche se caía de su camita, su madre o su niñera lo recogían en la cama de ellas. [1909] Personas que suelen soñar con que nadan, surcan las olas con gran gusto, etc., casi siempre {en su infancia} se han mojado en la cama y ahora repiten en el sueño un placer al que aprendieron a renunciar hace ya mucho tiempo. Pronto veremos en alguno que otro ejemplo la figuración a que se prestan los sueños de natación. [1909] La interpretación de los sueños sobre fuego da la razón a un mandato de la buena crianza: que los niños no jueguen con fuego, pues a la noche se mojarán en la cama. En efecto, tienen también por base la reminiscencia de la enuresis nocturna de los años infantiles. En mi «Fragmento de análisis de un caso de histeria(78)» ofrecí el análisis y la síntesis completos de uno de esos sueños sobre fuego en conexión con el historial clínico de la soñante, y mostré las mociones adultas a cuya figuración se prestó ese material infantil. [1911] Podríamos mencionar todavía toda una serie de sueños «típicos», si entendiésemos por tales aquellos en que idéntico contenido onírico manifiesto emerge con frecuencia en soñantes diversos. Por ejemplo: los sueños en que se anda por calles estrechas o por toda una serie de habitaciones, los sueños del ladrón nocturno, a quien también van dirigidas las medidas precautorias que adoptan los neuróticos antes de irse a dormir, los de persecución por animales salvajes (toros, caballos), o de amenaza con cuchillos, dagas, lanzas, etc. Los dos últimos son característicos del contenido manifiesto en sueños de personas que padecen de angustia. Muy provechosa sería una investigación que se ocupase especialmente de este material. En lugar de ello ofreceré dos observaciones(79), aunque no referidas exclusivamente a sueños típicos. [1909] Cuanto más nos ocupemos de solucionar sueños, tanto mejor dispuestos estaremos a reconocer que los de adultos en su mayoría tratan de un material sexual y expresan deseos eróticos. Sólo puede formarse un juicio sobre ello el que realmente analiza sueños, e penetra desde su contenido manifiesto hasta los pensamientos oníricos latentes; nunca el que 19 se contenta con registrar el contenido manifiesto (como hace, por ejemplo, Nácke en sus trabajos sobre los sueños sexuales). Consignemos también que este hecho no nos aporta nada sorprendente, pues está en plena armonía con los principios que establecimos para la explicación del sueño. Ninguna otra pulsión debió soportar desde la niñez tan grande sofocación como la pulsión sexual en sus innúmeros componentes (cf. mis Tres ensayos de teoría sexual, 1905d), y ninguna otra dejó tras sí tantos ni tan fuertes deseos inconcientes que ahora, en el estado del dormir, tienen el efecto de producir sueños. En la interpretación de estos últimos jamás debe olvidarse la importancia que poseen ciertos complejos sexuales, pero tampoco es lícito, desde luego, exagerarla hasta la exclusividad. [1909] En muchos sueños, una interpretación cuidadosa podrá establecer que se los debe comprender como bisexuales, pues ofrecen una irrecusable sobreinterpretación: realizan también mociones homosexuales, vale decir, las opuestas a la función sexual normal de la persona que sueña. Pero que todos los sueños hayan de interpretarse bisexualmente ' como sostienen W. Stekel (1911a) y Adler (1910, etc.), paréceme una generalización a la vez indemostrable y poco verosímil, que yo no sustentaría. Y sobre todo yo no podría desechar la evidencia de que existen numerosos sueños que satisfacen necesidades que no son las eróticas (consideradas estas en el sentido más lato): los sueños de hambre y de sed, los sueños de comodidad, etc. También afirmaciones como «tras todo sueño se descubre la cercanía de la muerte» (Stekel [1911a], o la de que en todo sueño puede reconocerse un «avance de la línea femenina a la masculina» (Adler [1910], trasgreden, creo, la medida de lo permisible en la interpretación de los sueños. [1911] La tesis según la cual todos los sueños exigen una interpretación sexual, eterno objeto de polémica en la bibliografía sobre este asunto, es ajena a La interpretación de los sueños. No se la encontrará en ninguna de las ediciones del libro, y está en palmaria contradicción con otras opiniones en él contenidas. [1919] Que los sueños llamativamente inocentes encarnan sin excepción crudos deseos eróticos, ya lo aseveramos en otro lugar y podríamos certificarlo con numerosos ejemplos nuevos. Pero también muchos sueños que parecen indiferentes, en los que en ningún sentido se notaría nada de particular, se reconducen tras el análisis a mociones de deseo indudablemente sexuales, a menudo de naturaleza inesperada. Por ejemplo, ¿quién sospecharía antes del trabajo de interpretación un deseo sexual en el siguiente sueño? El soñante cuenta: Entre dos suntuosos palacios, y un poco hacía atrás, hay una caseta cuyas puertas están cerradas. Mi mujer me guía por la calle el trecho que falta hasta llegar a ella, empuja las puertas y entonces me cuelo rápida y fácilmente en el interior de un patio que sube al sesgo. Quien tenga alguna práctica en la traducción de sueños recordará enseguida que el penetrar en espacios estrechos y el abrir puertas cerradas son parte del simbolismo sexual más socorrido, y con facilidad descubrirá en este sueño una figuración de un ensayo de coito desde atrás (entre las dos suntuosas nalgas del cuerpo femenino). El pasadizo estrecho que sube al sesgo es, desde luego, la vagina; en cuanto a la ayuda que se atribuye a la esposa del soñante, obliga a esta interpretación: en la realidad, sólo miramientos por su consorte le hicieron desistir de tal ensayo, y el soñante nos informa que el día del sueño entró a servir en su casa una mozuela que le apeteció y le dio la impresión de que no se mostraría demasiado renuente a una aproximación de esa naturaleza. La casita entre los dos palacios proviene de una reminiscencia de la Hradschin [Ciudadela] de Praga, y así alude a la misma muchacha, oriunda de esa ciudad. [1909] Cuando insisto ante mis pacientes en la frecuencia del sueño edípico de comercio sexual con la madre propia, obtengo esta respuesta: «No puedo acordarme de un sueño semejante». Mas poco después emerge el recuerdo de otro sueño, irreconocible e indiferente, que en la persona en cuestión se repitió a menudo; y el análisis muestra que ese sueño tiene idéntico contenido, vale decir, es un sueño edípico. Puedo asegurar que entre los sueños de comercio sexual con la madre son muchísimo más frecuentes los disfrazados que los francos. [1909] (ver nota)(80) Existen sueños de paisajes o de lugares en que todavía soñando se tiene esta certidumbre: «Ya estuve ahí una vez». Ahora bien, este «déjà vu» tiene en el sueño un significado particular(81). Es que siempre ese lugar son los genitales de la madre; y en verdad, de ningún otro lugar puede afirmarse con tanta certidumbre «Ya estuve ahí una vez». [1909] En una única ocasión me dejó perplejo un neurótico obsesivo con la comunicación de este sueño: Visita una casa en la que ya ha estado dos veces. Ahora bien, este paciente me había contado hacía largo tiempo un episodio de su sexto año de vida; cierta vez compartió el lecho de su madre y abusó de esa circunstancia para introducir el dedo en los genitales de la durmiente. [1914] Una gran cantidad de sueños(82) que suelen ser angustiantes y tener por contenido el pasar por espacios estrechos o la permanencia en el agua surgen de fantasías sobre la vida intrauterina, la estancia en el vientre de la madre y el acto del nacimiento. A continuación trascribo el sueño de un joven que en la fantasía aprovecha ya la circunstancia de estar dentro del útero para espiar un coito entre sus padres. El se encuentra en un pozo profundo en el que hay una ventana como en el túnel de Semmering(83). Por esta ve primero un paisaje vacío, y entonces él desde dentro compone un cuadro que al punto aparece ahí y llena el vacío. El cuadro figura una tierra labrantía removida en profundidad por el instrumento, y el aire magnífico, la idea del trabajo empeñoso, los terrones de color negro azulino, hacen una bella impresión. Después se adelanta, ve un manual de pedagogía abierto ... y te asombra que en él se consagre tanta atención a los sentimientos sexuales (del niño), lo cual le hace pensar en mí. Ahora, un bello sueño de agua de una paciente, que fue de particular utilidad para la cura: En su residencia veraniega junto al lago de. . ., se zambulle en el agua oscura, ahí donde la pálida luna se refleja en el agua. Sueños de este tipo son sueños de nacimiento; obtenemos su interpretación invirtiendo el hecho comunicado en el sueño manifiesto, y entonces en lugar de zambullirse en el agua entendemos «salir del agua», vale decir, nacer(84). Y reconoceremos el lugar del cual se nació si reparamos en el sentido picaresco de un signo favorable para la conquista de la tierra (Madre-Tierra). Igualmente conoci do es el oráculo dado a los tarquinos: conquistaría Roma aquel de ellos que primero besara a la madre ("osculum matri tulerit"). Bruto interpretó que esto se refería a la Madre-Tierra ( contigit, scilicet quod ea communis mater omnium mortalium esset", {"Besó la tierra, diciendo que era lo común a todos los mortales"} Livio, I, LV1)». - [Agregado en 1914:] Véase, sobre esto, el sueño de Hipias en Herodoto, VI, 107: «Pero Hipias condujo a los bárbaros a Maratón, después que la noche pasada tuvo la siguiente visión en un sueño: dormía con su propia madre. Y de este sueño sacó la conclusión de que debía regresar a Atenas y recobrar su poder, y morir en la madre patria en su vejez». - [Agregado 105 en 1911:] Estos mitos e interpretaciones apuntan a un certero conocimiento psicológico. He hallado que las personas que se saben los preferidos o favorecidos por su madre dan pruebas en la vida de aquella particular confianza en sí mismos, de aquel inconmovible optimismo, que no rara vez aparecen como heroicos y llevan a un éxito real. [En su trabajo «Un recuerdo de infancia en Poesía y verdad» ( 1917b), AE, 17, pág. 150, Freud puso a Goethe como ejemplo del éxito alcanzado en la vida por alguien que había sido el hijo preferido de su madre. - En 1925 se agregó en este lugar el breve ensayo de Freud (19101) mencionado al comienzo de la presente nota:] «UNEJEMPLOTIPICODESUEÑOEDIPICO DISFRAZADO »Un hombre sueña: Mantiene una relación secreta con una dama, a quien otro quiere desposar. Le preocupa que este pueda descubrir la relación y que así el casamiento no se realice, y por eso adopta una actitud muy tierna hacia el hombre; lo estrecha contra sí y lo besa. - Los hechos de la vida del soñante tienen un solo punto de contacto con el contenido de este sueño. Mantiene una relación secreta con una mujer casada, y una frase ambigua del marido, a quien lo liga la amistad, despertó en él la sospecha de que pudo haber notado algo. Pero en la realidad hay en juego algo más, que en el sueño se omite mencionar y que, no obstante, es la única clave que permite comprenderlo. La vida del marido está amenazada por una enfermedad orgánica. Su mujer está preparada para la posibilidad de su muerte repentina, y nuestro soñante alienta concientemente el designio de tomar por mujer a la joven viuda tras la desaparición del esposo. Esta situación externa traslada al soñante a la constelación del sueño de Edipo; su deseo puede matar al marido para conseguir a la esposa como mujer; su sueño expresa este deseo en una desfiguración hipócrita. En lugar de estar ella casada con otro, las cosas se presentan como si otro quisiera casarse con ella, lo cual corresponde a su propio secreto propósito, y los deseos hostiles hacia el marido se esconden tras unas ternezas demostrativas que provienen del recuerdo de su trato infantil con el padre». 81 (Ventana-emergente - Popup) La última oración se intercaló en 1914. Elfenómeno del «déjà vu»en general es discutido por Freud en su Psicopatología de la vida cotidiana ( 1901b), AE, 6, págs. 257-60, y en otro artículo breve ( 1914a). 82 (Ventana-emergente - Popup) [Este párrafo y los tres siguientes datan de 1909.] 83 (Ventana-emergente - Popup) [Túnel situado a unos 110 kilómetros al sudoeste de Viena.] 84 (Ventana-emergente - Popup) Nota agregada en 1914: Para la significación mitológica del nacer desde el agua, cf, Rank, 1909. 85 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1909:] Sólo más tarde aprendí a apreciar el significado de las fantasías y pensamientos inconcientes sobre la vida en el vientre materno. Contienen tanto el esclarecimiento de la extraña angustia que sienten muchos hombres ante la posibilidad de ser enterrados vivos, cuanto la más profunda raíz inconciente de la creencia en una perduración tras la muerte, que no constituye más que la proyección al futuro de esta ominosa {unheimlich} vida anterior al nacimiento. El acto del nacimiento es, por lo demás, la primera vivencia de angustia y, en consecuencia, la fuente y el modelo del afecto de angustia. [Hay un examen mucho más tardío de esto en Inhibición, síntoma y angustia (Freud, 1926d), AE, 20, págs. 89 y 126 y sigs.] 86 (Ventana-emergente - Popup) [Este párrafo y el siguiente se agregaron en 1914.] 87 (Ventana-emergente - Popup) Este párrafo y los tres siguientes datan de 1919 88 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1919:] «Las mismas figuraciones simbólicas que en la dimensión infantil están en la base del sueño vesical aparecen en la dimensión "reciente" con un significado eminentemente sexual: agua= orina= esperma= fluido amniótico; navío="navegar- (orinar) = útero (caja); mojarse = enuresis = coito = embarazo; nadar = vejiga llena = estadía fetal; llover = orinar = símbolo de la fecundación; trasladarse (viajar = bajarse) = bajarse de la cama = tener comercio sexual ("viajar", viaje de bodas); orinar = polución». (Rank, 1912d, pág. 95.) 89 (Ventana-emergente - Popup) [Cf. Freud, 1908b; Rank,1912d; Dattner, 1913, y Reik, 1915b. [Cf. también Freud, 1958a.] 90 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1911:]Pfister (1909) ha informado sobre un sueño de esta clase. Acerca del símbolo del «rescatar», véase mi conferencia «Las perspectivas futuras de la terapia psicoanalítica» (1910d) [AE, 11, pág. 135] y mi artículo «Sobre un tipo particular de elección de objeto en el hombre» (1910h), [Agregado en 1914:1 Cf. también Rank, 1911b, y Reik, 191]. [Agregado en 1919:1 Cf. además Rank, 1914a. [Se hallará un sueño de rescate del agua en el segundo caso examinado por Freud en «Sueño y telepatía» (1922a), AE, 18, págs. 202 y sigs.] 91 (Ventana-emergente - Popup) [Como en el caso de la sección E, gran parte de la primera mitad de esta sección se agregó en las sucesivas ediciones de la obra. Por consiguiente, a continuación de cada párrafo se indica, entre corchetes, la fecha en que apareció por primera vez. La segunda mitad data de la primera edición. Otra colección de ejemplos de análisis de sueños se encontrará en la 12º de las Conferencias de introducción al psicoanálisis (Freud, 1916-17), AE, 15, págs. 168 y sigs,] 92 (Ventana-emergente - Popup) [Un curso de agua en las afueras de la ciudad.] 93 (Ventana-emergente - Popup) [Alusión a un proverbio alemán: «Einen Kuss in Ehren kann niemand verwehren» {«Nadie puede rehusarse á un beso honroso»}. La soñante había recibido en la real idad su primer beso mientras atravesaba un campo de trigo -un beso entre las espigas del trigo-] 94 (Ventana-emergente - Popup) [Este ejemplo y el siguiente aparecen citados también (con comentarios algo diferentes) en las Conferencias de introducción (Freud, 1916-17), AE, 15, págs. 110 y 118.] 95 (Ventana-emergente - Popup) [Parte IV, capítulo 6, de la novela de Gottfried Keller.] 96 (Ventana-emergente - Popup) {Literalmente: «La avena me pica», pero como expresión idiomática significa: «La prosperidad meha vuelto presuntuoso».} 97 (Ventana-emergente - Popup) [Este ejemplo y los dos siguientes se publicaron por primera vez en un artículo breve, «Agregados a la interpretación de los sueños» (Freud, 191la). 98 (Ventana-emergente - Popup) [Freud informa sobre este sueño, en términos algo distintos, en sus Conferencias de introducción (1916-17), AE, 15, pág. 215.] 99(Ventana-emergente - Popup) [Freud cita este sueño en sus Conferencias de introducción (1916-17), AE, 15, pág. 110. Los ejemplos 5, 6, 8 y 9 de es ta serie fueron publicados por primera vez en «Experiencias y ejemplos extraídos de la práctica analítica» (Freud, 1913h).] 100 (Ventana-emergente - Popup) [Este ejemplo se cita también en las Conferencias de introducción (1916-17), AE, 15, pág. 160, donde se informa en nota al pie sobre un «acto sintomático» que confirma la interpretación.] 106 101 (Ventana-emergente - Popup) [Cf. Tótem y tabú (Freud, 1912-13). AE, 13, págs. 130-4.] 102 (Ventana-emergente - Popup) [Este ejemplo se publicó por primera vez como un artículo separado (1914e). Al reproducirlo aquí, Freud omitió un pasaje, que seguía a las palabras «arrancándose de su actitud femenina». El pasaje omitido (que nunca volvió a imprimirse) trata del «fenómeno funcional» de Silberer. Decía así: «Nada puede objetarse a esta interpretación del paciente, aunque yo no la describiría como "funcional" simplemente porque sus pensamientos oníricos latentes estuvieran relacionados con su actitud en el tratamiento. Pensamientos de esa índole sirven igual que cualesquiera otros como "material" para la construcción de sueños. No se echa de ver por qué los pensamientos de una persona en análisis no habrían de estar referidos a su conducta durante el tratamiento. La distinción entre el "material" del sueño, y los "fenómenos funcionales", en el sentido de Silberer, sólo cobra significación en aquellos casos (como en las conocidas autoobservaciones que hizo Silberer en estado de somnolencia en que el sujeto tiene la alternativa de dirigir su atención, ya sea a algún fragmento del contenido de pensamientos presentes en su psique, ya sea a su estado anímico actual, pero no cuando este estado constituye en sí mismo el contenido de sus pensamientos». Freud también apuntaba entre paréntesis que, en todo caso, «el detalle absurdo de que el listón de madera no se quiebre meramente, sino que se divida a lo largo*, no podía considerarse «funcional»] 103 (Ventana-emergente - Popup) {«Stanniol» es sinónimo de «Silberpapier», papel de estaño, o papel de plata utilizado para envolturas por su resistencia a la corrosión. La palabra corriente en alemán para «estaño» es «Zinn».} 104 (Ventana-emergente - Popup) [Freud menciona también este sueño en sus Conferencias de introducción (1916-17), AE, 15, pág. 107.] 105 (Ventana-emergente - Popup) [El resto de esta sección F, excepto el ejemplo IV, apareció en la edición original (1900).] 106 (Ventana-emergente - Popup) La actitud supersticiosa hacia los números es tratada por Freud en su Psicopatología de la vida cotidiana (1901b), AE, 6, págs. 241-5, y en su artículo sobre «Lo ominoso» (1919h), AE, 17, págs. 237-8. 107 (Ventana-emergente - Popup) [La antigua moneda austríaca sólo fue remplazada después de la primera publicación de este libro. 1 florín equivalía a 100 kreuzer.] 108 (Ventana-emergente - Popup) Este sueño se analiza con mayor minuciosidad en varios puntos de las Conferencias de introducción (1916-17), particularmente en la T conferencia, AE, 15, págs. 111-4, y en la 141. Al igual que el sueño anterior, es mencionado asimismo en Sobre el sueño (190la) 109 (Ventana-emergente - Popup) [Este ejemplo se agregó en 1911 110 (Ventana-emergente - Popup) Nota agregada en 1914. Para análisis de otros sueños de números, véase Jung [1911], Marcinowski [1912b] y otros. A menudo presuponen operaciones numéricas muy complicadas que, empero, el soñante realiza con desconcertante seguridad. Véase también Jones (1912a). 111 (Ventana-emergente - Popup) Nota agregada en 1909. La neurosis se conmporta de igual manera que el sueño. Conozco a una paciente que padece de lo siguiente: oye (alucina) canciones o fragmentos de canciones sin quererlo y contra su voluntad, y no comprende el significado que puedan tener para su vida anímica. Digamos de pasada que no es paranoica. El análisis muestra que hace un uso impropio de estas canciones, permitiéndose ciertas licencias. En el verso [del aria de Agata, en Freischütz, de Weberl «Leise, leise, fromme Weise!» {literalmente, «¡Quedo, quedo, piadosa melodía!»}, las últimas palabras son tomadas por su inconciente como si dijeran «fromme Waise» {«piadosa huérfana»}, y esta es ella misma. «0 du selige, o du fröhlicbe» {«Oh bienaventurada, oh dichosa... »} es el comienzo de una canción de Navidad; ella no la prosigue hasta «Navidad», y así la convierte en una canción de bodas , etc. - El mismo mecanismo de desfiguración puede imponerse, por lo demás, sin que medie alucinación, como mera ocurrencia. ¿Por qué uno de mis pacientes era asediado por el recuerdo de un poema que había aprendido en su juventud: «NüchtIicb ain Busento lispe1n ... » {«Silbando de noche en Busento... »} [primeros versos de un célebre poema de Ven Platenl? Porque su fantasía se contentaba con un fragmento de esa cita: «Nächtlich am Busen» {«De noche en el pecho»}. Es sabido que el chiste paródico no ha renunciado a este artilugio. La Fliegende Blätter [conocida revista humorística] trajo una vez entre sus ilustraciones de «clásicos» alemanes una referida a «Siegesfest», de Schiller; la cita había sido truncada: «Und des Irisch erkämpften Weibes Freut sich der Atrid und strickt... » {«Y el Atrida se regocija por la mujer que acaba de conquistar, y teje. . . »}. La continuación era: «Um den Reiz des schönen Leibes Seine Arme hochbeglückt». {«. . trasportado de dicha, sus brazos en torno de los encantos de su hermoso cuerpo».} 112 (Ventana-emergente - Popup) {«Noizüchi¡getr», «forzar sexualmente», «violar», en lugar de «nötigen», «forzar» en el sentido común.} 113 (Ventana-emergente - Popup) {«Revenant»; literalmente, «alguien que regresa».} 114 (Ventana-emergente - Popup) {«No, ha vivido» en lugar de «No está con vida».} 115 (Ventana-emergente - Popup) {«Tuvo corta vida, pero la dedicó íntegra al bien de su patria».} [Nota agregada en 1925:] La inscripción dice, en realidad: «Saluti publicae vixit non diu sed totus». El motivo de la operación fallida de escribir«patriae» en vez de «publicae» probablemente fue colegido con acierto por Wittels [1924, pág. 86] 116 (Ventana-emergente - Popup) [Esta ceremonia tuvo lugar el 16 de octubre de 1898] 117 (Ventana-emergente - Popup) Un aporte a la sobredeterminación: Mi disculpa por haber llegado tarde era que después de trabajar largo tie noche tenía que salvar la distancia que va de la calle Emperador Joséa la calle Währinger. 118 (Ventana-emergente - Popup) Había otra conexión más: entre «César» y «emperador». 107 119 (Ventana-emergente - Popup) [Se trataba en realidad de un diálogo en verso que recitaba Karl Moor en el acto IV, escena 5, de la primera versión de Die Räuber, de Schiller.] 120 (Ventana-emergente - Popup) {O Hans, hijo mayor de su hermanastro Emmanuel, quien se trasladó con su familia de Leipzig a Manchester en 1859, cuando tanto Sigmund como Hans eran aún pequeños.} 121 (Ventana-emergente - Popup) Freud se refiere a sus relaciones con su sobrino John en una carta a Fliess del 3 de octubre de 1897 (Freud, 1950a, Carta70), AE, 1, pág. 304. Otro relato, algo disfrazado, de un episodio temprano en el que figuraban John y su hermana menor, Pauline, es sin duda el incluido en «Sobre los recuerdos encubridores» (Freud, 1899a), AE, 3, págs. 303 y sigs. 122 (Ventana-emergente - Popup) [De aquí en adelante, hasta el final de laobra, ha de considerarse una vez más que todo el material apareció en la primera edición (1900), excepto en el caso de los pasajes para los que se menciona específicamente una fecha posterior.] 123 (Ventana-emergente - Popup) [En 1898-99, la formación de un gobierno de coalición dirigido por Széll había resuelto una aguda crisis política en Hungría.] 124 (Ventana-emergente - Popup) «¡La vida por nuestra reina!», exclamaron los nobles húngaros cuando María Teresa, tras subir al trono en 1740, les pidió su apoyo en la guerra por la sucesión de Austria. Ya no sé en qué autor hallé mencionado un sueño en que pululaban figuras inusualmente pequeñas, y resultó que su fuente era uno de los grabados de Jacques Callot, que el soñante había mirado durante el día. De hecho, estos grabados contienen innumerables figuras muy pequeñitas; una serie de ellas tratan de los horrores de la Guerra de los Treinta Años. 125 (Ventana-emergente - Popup) Versos pertenecientes al «Epílogo» al «Lied von der Glocke» {«Canto de la campana»}, de Schiller, escrito por Goethe para la ceremonia en homenaje de su amigo realizada el 10 de agosto de 1805. Dice allí que el espíritu de Schiller avanza hacia1a eternidad de la verdad, la bondad y la belleza, mientras que «tras él, como una apariencia insustancial, yacía lo que a todos nos ata, lo ordinario» 126 (Ventana-emergente - Popup) Este párrafo se agregó como nota al pie en 1909, incluyéndoselo en el texto en 1930. 127 (Ventana-emergente - Popup) [Este párrafo se agregó como nota al pie en 1911 y fue incluido en el texto en 1930. La primera oración implica que Freud ya ha explicado lo absurdo en los sueños como debido a la presencia de «escarnio y sarcasmo» en los pensamientos oníricos. En realidad, todavía no lo ha hecho, y esta conclusión sólo se enuncia explícitamente en el párrafo donde resume su teoría de los sueños absurdos. Es posible que el presente párrafo, en su forma original de nota al pie, haya sido introducido aquí por error, en vez de hacerlo en ese lugar.] 128 (Ventana-emergente - Popup) Nota agregada en 1911 Véase acerca de esto mi trabajo sobre los dos principios del acaecer psíquico (1911b) [al final del cual se examina este mismo sueño. - Un sueño muy similar se analiza en la 12º de las Conferencias de introducción al psicoanálisis (Freud, 1916-17), AE, 15, págs. 171-3. - El párrafo que sigue fue agregado como nota al pie en 1919 e incluido en el texto en 1930 129 (Ventana-emergente - Popup) Freud señaló esto por primera vez en su escrito «Experiencias y ejemplos extraídos de l a práctica analítica» (1913h) 130 (Ventana-emergente - Popup) En las afueras de Viena. 131 (Ventana-emergente - Popup) [A unos doce kilómetros de Viena.] 132 (Ventana-emergente - Popup) «seguir viaje» y «antepasado». 133 (Ventana-emergente - Popup) «ir en pos» y «descendiente». 134 (Ventana-emergente - Popup) El trabajo del sueño parodia entonces el pensamiento que tilda de risiblecreando algo risible en relación con él. De manera similar procedió Heine cuando quiso burlarse de los malos versos del rey de Baviera; hizo otros todavía peores: «El señor Luis es un gran poeta, y cuando canta, se precipita Apolo ante él, de rodillas, y le ruega y le pide: ¡Detente, que si no me vuelvo loco, oh!"». [Lobgesünge auf König Ludw¡g, 135 (Ventana-emergente - Popup) Es el paciente frecuentemente mencionado por Freud en sus cartas a Fliess (Freud, 1950a) con la inicial «E.». Se hace referencia al presente sueño en la Carta 126, del 21 de diciembre de 1899, y la muy satisfactoria terminación del tratamiento se anunciaen la Carta 133, del 16 de abril de 1900. 136 (Ventana-emergente - Popup) [Theodor Meynert (1833-1892) había sido profesor de psiquiatría en la Universidad de Viena.] 137 (Ventana-emergente - Popup) Esta controversia se describe con cierto detalle en laPresentación autobiográfica de Freud ( 1925d), AE, 20, pág. 15. 138 (Ventana-emergente - Popup) [Aquí sin duda se hace referencia masculino, respectivamente. Véanse las secciones I y IV de la «Introducción» de Kris a la correspondencia de Freud con Fliess (Freud, 1950a). Véase también un pasaje de la -Psicopatología de la vida cotidiana (1901b) suprimido por Freud desde 1907 en adelante (y que se reproduce en AE, 6, pág. 243, oz. 20). 139 (Ventana-emergente - Popup) {«el año en que escribimos» es un giro muy utilizado por Goethe en su epistolario} 140 (Ventana-emergente - Popup) La Wiener klinische Ruiidschat 141 (Ventana-emergente - Popup) Este sueño vuelve a considerarse; también se lo analiza extensamente, con unos pocos detalles adicionales, en Sobre el sueño (1901a), R. Pestalozzi, en un artículo de Neue Zürcher Zeitung ( 1º de julio de 1956), ha mostrado que el ensayo «Naturaleza» no pertenecía a Goethe sino a un autor suizo, G. C. Tobler. Cf. también la Presentación autobiográfica de Freud (1925d), AE, 20, págs. 8-9. 142 (Ventana-emergente - Popup) Las palabras «Geseres» y «Ungeseres», ninguna de las cuales tiene significado en alemán, se analizan cuatro párrafos más adelante. 108 143 (Ventana-emergente - Popup) «Un» es partícula de negación. 144 (Ventana-emergente - Popup) Hamlet, acto II, escena 2. Este sueño proporciona entonces un buen ejemplo de la tesis, de validez universal, según la cual los sueños de una misma noche, aunque separados en el recuerdo, crecieron sobre el suelo de idéntico material de pensamientos. Por lo demás, la situación onírica en que yo pongo a salvo a mis hijos sacándolos de la ciudad de Roma está desfigurada por una referencia retrospectiva a un hecho análogo, correspondiente a mi infancia. El sentido es que envidio a unos parientes a quienes hace ya muchos años se les ofreció la oportunidad de trasladar a sus hijos a otro suelo. 145 (Ventana-emergente - Popup) [El tema del absurdo en los sueños seaborda también en el libro sobre el chiste (Freud, 1905c), AE, 8, pág. 168. - En el historial clínico del «Hombre de las Ratas» (1909d), AE, 10, pág.170, n. 52, Freud señala que las neurosis obsesivas emplean el mismo mecanismo.] 146 (Ventana-emergente - P opup) [O sea, la condensación, el desplazamiento y el miramiento por la figurabilidad.] 147 (Ventana-emergente - Popup) [Es decir: «No soy responsable por eso». La palabra alemana «Mist», que en sentido estricto significa «estiércol», designa en el lenguaje vulgar a la basura, y así ocurre en la denominación vienesa del tarro de basura: «Misttrügerl» 148 (Ventana-emergente - Popup) Nota agregada en 1909 El recordatorio o designio «Debo contárselo al doctor», en sueños sobrevenidos durante el tratamiento psicoanalítico, corresponde regularmente a una gran resistencia a confesar el sueño, y no es raro que enseguida se lo olvide. 149 (Ventana-emergente - Popup) Sobre este tema se ha entablado una larga discusión en las últimas entregas de laRevue pbilosophique [1896-98] bajo el título «La paramnesia en los sueños» 150 (Ventana-emergente - Popup) Estos resultados corrigen en algunos puntos mis anteriores indicaciones sobre la figuración de las relaciones lógicas. En aquel primer pasaje se describe el comportamiento general del trabajo del sueño, pero no se toman en cuenta sus operaciones más finas y cuidadosas. 151 (Ventana-emergente - P opup) «Stanniol», una alusión al libro de Stannius sobre el sistema nervioso de los peces. (Cf. loc. cit.) 152 (Ventana-emergente - Popup) El lugar del corredor de mi casa donde se guardaban los cochecitos de los niños de sus moradores; pero, por lo demás, sobredeterminado de manera múltiple 153 (Ventana-emergente - Popup) [El autoanálisis de Freud durante los años previos a la publicación de este libro es uno de los temas de su correspondencia con Fliess (Freud, 1950a). Véase la parte III de la «Introducción» de Kris a dicha correspondencia.] 154 (Ventana-emergente - Popup) Este detalle se utiliza como ejemplo en El porvenir de una ilusión (Freud, 1927c), AE, 21, pág. 17. 155 (Ventana-emergente - Popup) {Verkehrung ins Gegenteil;vale decir, lo que era temor se convierte en deseo (inversión), y pasa a ser agente lo que antes era paciente (yo bajo a la tumba, no me bajan a ella).} 156 (Ventana-emergente - Popup) [No es el nombre de ningún lugar real.] 157 (Ventana-emergente - Popup) Esta descripción tampoco es comprensible para mí, pero sigo la regla fundamental de reproducir el sueño con las palabras que se me ocurren al ponerlo por escrito. Esta versión literal es también una pieza de la figuración onírica. 158 (Ventana-emergente - Popup) {Marburg, que en alemán designa tanto la ciudad alemana Marburgo como la actual ciudad yugoslava Maribor, en la región de Estiria.} 159 (Ventana-emergente - Popup) Nota agregada en 1909. Schiller no nació en ningún Marburgo, sino en Marbach, como lo sabe cualquier alumno de escuela secundaria en Alemania, y lo sabía yo también. Es otro de aquellos errores que se deslizan como sustitutos de una falsificación deliberada en otro punto, y cuy¿ esclarecimiento he intentado en mi Psicopatología de la vida cotidiana (1901b.) JAE, 6, págs. 212-3] 160 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1919:] Si no me equivoco, el primer sueño de que tuve noticia en mi nieto, de 20 meses, demuestra que el trabajo del sueño logra mudar su material en un cumplimiento de deseo, mientras que el afecto correspondiente se impone, inmutable, también en el dormir. La noche anterior al día en que su padre debía partir para el frente, el niño exclamó, entre fuertes sollozos: «¡Papá, papá... Nene!». Esto no puede significar sino que papá y nene permanecerían juntos, mientras que el llanto admite la inminente despedida. En esa época, el niño era enteramente capaz de expresar el concepto de la separación. «Fort» {«se fue»} (sustituido por un largo «ooo», curiosamente acentuado) había sido su primera palabra, y varios meses antes de este primer sueño había jugado a «fuera» con todos sus juguetes; esto se remontaba a la autodisciplina que había logrado imponerse a temprana edad para permitir que su madre se ausentase y estuviera «fuera». [Cf. Más allá del pri ncipio de placer (Freud, 1920g), AE, 18, págs. 14-6.] 161 (Ventana-emergente - Popup) {«Resistent», en el sentido físico de la resistencia de un sólido; la palabra correspondiente a la resistencia psíquica, empleada inmediatamente antes en esta oración, es «Widerstand».} 162 (Ventana-emergente - Popup) Este viaje fue descrito ampliamente por Freud en una carta a Fliess del 14 de abril de 1898 (Freud, 1950a, Carta 88). Aquileia, ubicada unos pocos kilómetros tierra adentro, está conectada por un pequeño canal con el lago, en una de cuyas islas está situada Grado. Estos lugares, en el extremo septentrional del Adriático, formaban parte de Austria antes de 1918.] 163 (Ventana-emergente - Popup) «Nachen», palabra {alemana} que deriva, según me dice un amigo filólogo, de la raíz « uecnz uueeccnnzz» «cadáver»}. 164 (Ventana-emergente - Popup) [Parte de una alegoría de la vida y la muerte perteneciente aSchiller, Nachträge zu den Xenien, «Erwartung und Erfüllung».] 165 (Ventana-emergente - Popup) [El desprendimiento de afecto es descrito como «centrífugo» (aunque dirigido hacia el interior del cuerpo) por referencia al aparato psíquico. La teoría del d extensión en el «Proyecto de psicología» (Freud, 1950a), AE, 1, págs. 365-6. 166 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en la edición de 1925 solamente} 167 (Ventana-emergente - Popup) Véase la última imagen del sueño del conde Thun 109 168 (Ventana-emergente - Popup) [Este párrafo y la siguiente cita de Ferenczi se agregaron en 1919. 169 (Ventana-emergente - Popup) En alemán, «la muerte» es «der Tod», de género masculino. 170 (Ventana-emergente - Popup) [Este párrafo y la siguiente cita de Rosegger, junto con el examen de esta última, se agregaron en 1911. Rosegger (1843-1918) era un conocido escritor austríaco de origen muy humilde, aldeano, que alcanzó celebridad.] 171 (Ventana-emergente - Popup) En el segundo volumen de Waldbeimat, pág. 303. 172 (Ventana-emergente - Popup) La última oración se agregó en 1919. 173 (Ventana-emergente - Popup) Nota agregada en 1930. Después que el psicoanálisis ha descompuesto a la persona en un yo y un superyó (cf. mi obra Psicología de las masas y análisis del yo (1921c) (y El yo y el ello [Freud, 1923b]), es fácil reconocer en estos sueños punitorios unos cumplimientos de deseo del superyó. Los sueños de Rosegger se examinan también en «Observaciones sobre la teoría y la práctica de la interpretación de los sueños» (Freud, 1923c), AE, 19, pág. 120. 174 (Ventana-emergente - Popup) [Este párrafo se agregó en 1919, y al parecer fue intercalado en este punto por error. Probablemente debería haberse colocado después de los dos párrafos siguientes, que datan de 1911, al igual que las precedentes consideraciones sobre Rosegger -con las que están a todas luces relacionados- Lo que les sigue se remonta una vez más a 1900. Algunas observaciones adicionales sobre los sueños hipócritas se encontrarán en «Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina» (Freud, 1920a), AE, 18, pág. 158.] 175 (Ventana-emergente - Popup) Nota agregada en 1909. De manera análoga he explicado el efecto placentero extraordinariamente fuerte del chiste tendencioso [en su libro sobre el chiste (Freud, 1905c), AE, 8, págs. 130-1,] 176 (Ventana-emergente - Popup) Esta fantasía proveniente de los pensamientos oníricos inconcientes es la que tan insistentemente pide «Non vivit» en lugar de «Non vixit»: «Has llegado demasiado tarde, él ya no está con vida». Indiqué que también la situación manifiesta del sueño apunta a «Non vivit» 177 (Ventana-emergente - Popup) [Algunos datos extraídos de un artículo de Berrifeld (1944) harán más inteligible lo que sigue. Freud trabajó en el Instituto de Fisiología de Viena («el laboratorio de Brücke») desde 1876 hasta 1882. Ernst Brücke ( 1819-1892) era su director; sus dos asistentes, en la época de Freud, eran Sigmund Exner (1846-1925) y Ernst Fleischl von Marxow (1846-1891), quienes tenían diez años más que Freud. Fleischl padeció una enfermedad orgánica muy grave durante los últimos años de su vida. Fue en el Instituto de Fisiología donde Freud conoció a Josef Breuer (1842-1925), mucho mayor que él, en colaboración con el cual escribió Estudios sobre la histeria (1895d). Breuer es el segundo Josef en este análisis; el primer Josef -el «amigo y oponente P.», tempranamente fallecido- era Josef Paneth (1857-1890), quien remplazó a Freud en su puesto en el Instituto. Véase también el primer volumen de la biografía de Freud escrito por Ernest Jones (1953).] 178 (Ventana-emergente - Popup) [Goethe, Fausto, «Dedicatoria».] {«De nuevo aparecéis, formas flotantes, / como ya antaño ante mis turbios ojos».} 179 (Ventana-emergente - Popup) {« ¡Quítate del medio para que yo ocupe ese lugar! ».} 180 (Ventana-emergente - Popup) 2 Enrique IV, acto IV, escena 5. 181 (Ventana-emergente - Popup) Llamará la atención que el nombre Josef {José} desempeñe un papel tan grande en mis sueños. Mi yo puede esconderse con particular facilidad tras las personas que lo llevan, pues José se llamaba también el intérprete de sueños famoso por la Biblia. 182 (Ventana-emergente - Popup) [Esta anécdota es citada nuevamente por Freud en su escrito «De guerra y muerte» (1915b), AE, 14, pág. 300.] 183 (Ventana-emergente - Popup) [En el dúo de amor entre Paris y Helena (La Belle Hélène, acto II), al final del cual son sorprendidos por Menelao.] 184 (Ventana-emergente - Popup) {Expresión con que se designa en francés el actuar con retraso, cuando ya ha pasado la oportunidad.} 185 (Ventana-emergente - Popup) [En otro lugar, Freud señala que, en términos estrictos, la «elaboración secundaria» no forma parte del trabajo del sueño. Cf. su artículo titulado «Psicoanálisis» en el Handwörterbuch de Marcuse (Freud, 1923a), AE, 18, pág. 237. Lo mismo afirma en «Un sueño como pieza probatoria» (Freud, 1913a), AE, IZ, pág. 288.] 186 (Ventana-emergente - Popup) [Alusión a unos versos de «Die Heimkehr», de Heine (LVIII). El pasaje completo es citado por Freud a poco de iniciada la última de sus Nuevas conferencias de introducción alpsicoanálisis (1933a), AE, 22, pág. 148. 187 (Ventana-emergente - Popup) «Rêve», «petit roman»-«day-dream», «[continuous] story». [Eltérmino «Tagiraum» no era familiar para los lectores alemanes, y requería elucidación.] 188 (Ventana-emergente - Popup) [Freud mismo dedicó después dos artículos al tema de los sueños diurnos: «Las fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad» (1908a) y «El creador literario y el fantaseo» (1908e). En 1921, Varendonck publicó The Psychology ol Day-Dreams {La psicología los sueños diurnos}, libro para el cual Freud escribió una introducción (1921b), AE, 18, págs. 268-9.] 189 (Ventana-emergente - Popup) [Freud expresa esto más tajantemente en un manuscrito anexo a su carta a Fliess del 2 de mayo de 1897 (Freud, 1950a, Manuscrito L), AE, 1, pág. 289: «Las fantasías son unos parapetos psíquicos edificados para bloquear el acceso a esos recuerdos [de la escena primordial]»] 190 (Ventana-emergente - Popup) [Véase la larga nota al pie de la sección sobre «La barrera contra el incesto», en Tres ensayos de teoría sexual (Freud, 1905d), AE, 7, pág. 206. Esa nota fue agregada en la cuarta edición del lib (1920).] 191 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1909:] En mi «Fragmento de análisis de un caso de histeria» (1905e [parte II]) analicé un buen ejemplo de sueño de esa clase, nacido por superposición de varias fantasías. Por lo demás, he subestimado la importancia de esas fantasías para la formación del sueño mientras elaboraba predominantemente mis propios sueños, que suelen basarse en discusiones y conflictos de ideas, y rara vez en sueños diurnos. En otras personas es a menudo mucho más fáci l demostrar latotal analogía del sueño nocturno con el sueño diurno. Es frecuente que en los histéricos se pueda sustituir un ataque por un sueño; entonces es fácil convencerse de que la fantasía del sueño diurno es la etapa previa inmediata para esas dos formaciones psíquicas. 192 (Ventana-emergente - Popup) [Este párrafo se agregó en 1914, con excepción de la Última oración, que ya figuraba en la primera edición.] 193 (Ventana-emergente - Popup) 110 Cf. Tobowolska [1900], pág. 53. 194 (Ventana-emergente - Popup) [Aparentemente, la primera vez que Freud utilizó este término en una obra publicada fue en el presente libro. Había empleado «preconciencia» en una carta a Fliess del 6 de diciembre de 1896 (Freud, 1,950a, Carta 52), AE, 1, pág. 275.] 195 (Ventana-emergente - Popup) [Cf. [4] donde se ofrecen ejemplos del proceso de elaboración secundaria en un cuento de hadas tradicional y en Edipo rey, de Sófocles. Su aplicación en el caso de las obsesiones y fobias se menciona en la primera de esas páginas, y en el caso de la paranoia, en la 24º de las Conferencias de introducción al psicoanálisis (Freud, 1916-17), AE, 16, pág. 347. En su Psicopatología de la vida cotidiana ( 1901b), AE, 6, págs. 128-9, Freud registra un ejemplo (nº 19) de elaboración secundaría en un error telegráfico. La analogía entre la elaboración secundaria de los sueños y la formación de «sistemas» de pensamiento se trata con cierta extensión en Tótem y tabú (Freud, 1912-13), AE, 13, págs. 98 y sigs.] 196 (Ventana-emergente - Popup) [El resto de este capítulo fue agregado en 1914, con excepción del último párrafo, que data de la primera edición.] 197 (Ventana-emergente - Popup) {«Esta función de interpretación no es específica del sueño; es el mismo trabajo de coordinación lógica a que sometemos nuestras sensaciones durante la vigilia».} 198 (Ventana-emergente - Popup) [«El espíritu se esfuerza por someter estas sucesiones incoherentes de alucinaciones al mismo trabajo de coordinación lógica que lleva a cabo durante la vigilia con las sensaciones. El une entre sí, mediante un lazo imaginario, todas esas imágenes deshilvanadas, y cierra las brechas demasiado grandes que hay entre ellas»} 199 (Ventana-emergente - Popup) {«Sin embargo, he pensado a menudo que podría haber allí una cierta deformación, o más bien reformación, del sueño en el recuerdo. ( ... ) Bien podría ser que la tendencia sistematizante de la imaginación consumara luego de despertar lo que esbozó durante el dormir. De tal suerte, la rapidez real del pensamiento sería incrementada en apariencia por las mejoras debidas a la imaginación despierta».} 200 (Ventana-emergente - Popup) {«En el sueño, por lo contrario, la interpretación y la coordinación se realizan no sólo con ayuda de los datos del sueño, sino también con ayuda de los de la vigilia... ».} 201 (Ventana-emergente - Popup) {«Se ha creído posible ubicar el sueño en el momento del despertar, y [estos autores] han atribuido al pensamiento de la vigilia la función de construir el sueño con las imágenes presentes en el pensamiento del dormir».} 202 (Ventana-emergente - Popup) [Freud utiliza casi siempre la palabra «Zensur» («censura»), pero aquí y unas líneas más adelante usa la forma personal «Zensor» («censor»). Otros ejemplos de este uso infrecuente se encontrarán en «introducción del narcisismo» (Freud, 1914c), AE, 14, pág. 94, y en la 2T de las Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis (Freud, 1933a), AE, 22, pág. 15.] 203 (Ventana-emergente - Popup) {«Beachtungsivabn»z en otro de sus trabajos («Introducción del narcisismo» ( 1914c), AE, 14, pág. 92), Freud lo da como sinónimo del «delirio de ser observado» («Beobachtungsivabn)} 204 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1914:]«Introducción del narcisismo» (Freud, 1914c) [AE, 14, págs. 89 y sigs.]. [El párrafo siguiente apareció en la primera edición.] 205 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1925:] Al comienzo me resultó extraordinariamente difícil acostumbrar a los lectores al distingo entre contenido manifiesto del sueño y pensamientos oníricos latentes. Una y otra vez se tomaban argumentos y objeciones del sueño no interpretado, tal como el recuerdo lo conservó, descuidándose el requisito de la interpretación. Ahora que al menos los analistas se han avenido a sustituir el sueño manifiesto por su sentido hallado mediante interpretación, muchos de ellos incurren en otra confusión, a la que se aferran de manera igualmente obstinada. Buscan la esencia del sueño en este contenido latente y descuidan así el distingo entre pensamientos oníricos latentes y trabajo del sueño. En el fondo, el sueño no es más que una forma particular de nuestro pensamiento, posibilitada por las condiciones del estado del dormir. Es el trabajo del sueño el que produce esa forma, y sólo él es la esencia del sueño, la explicación de su especificidad. Lo digo a modo de enjuiciamiento de la tristemente célebre «tendencia prospectiva» del sueño. El hecho de que el sueño se ocupe de intentos de solucionar las tareas que se presentan a nuestra vida psíquica no es más sorprendente que el hecho de que lo haga nuestra vida conciente de vigilia; lo único que agrega es que ese trabajo puede realizarse también en el preconciente, cosa que ya sabemos. 206 (Ventana-emergente - Popup) [En las ediciones cuarta a séptima (de 1914 a 1922) venían a continuación dos ensayos de Otto Rank: «Sueño y creación literaria» (1914c) y «Sueño y mito» (1914d). Ambos fueron omitidos en los GS (1925), con un comentario de Freud (3) de que «naturalmente no se los incluyó en una compilación de, mis obras». Sin embargo, no fueron reinsertados en la edición siguiente (la octava, de 1930). Véase mi «Introducción» 207 (Ventana-emergente - Popup) [Las primeras cartas de Freud a Wílhelm Fliess (Freud; 1950a) arrojan alguna luz acerca de las dificultades que, presentan las últimas secciones de este capítulo. Véase mi «Introducción» 208 (Ventana-emergente - Popup) [Agregado al texto en 1914 y trasferido anota en 1930:1 También en Foucault [1906, págs. 141-2] y Tannery [1898] 209 (Ventana-emergente - Popup) [Heine, Buch der Lieder, «Die Heimkehr», LXXVIII.] 210 (Ventana-emergente - Popup) [Al final de su artículo sobre «El uso de la interpretación de los sueños en el psicoanálisis» (19lle), Freud examina un malentendido de signo inverso sobre la importancia del «texto» en los sueños.] 211 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1909:] Véase mi Psicopatología de la vida cotidiana (1901b) [capítulo XII(A), ejemplos nº 2 a 7 (AE, 6, págs. 236-45). - El ejemplo nº 2 alude a una carta escrita por Freud a Fliess el 27 de agosto de 1899(Freud, 1950a, Carta 116), mientras corregía las pruebas de imprenta de la presente obra, carta en la cual profetizaba que el libro contendría 2.467 erratas 212 (Ventana-emergente - Popup) [Sólo había un punto en el cuerpo de Sigfrido donde este podía ser herido. Mediante una treta, Hagen convenció a Crimilda, la única que sabía cuál era, de que bordara una pequeña cruz en la c lo apuñaló luego. (Nibelungos, XV y XVI.)] 213 (Ventana-emergente - Popup) {«Wiedergabe»; todo el pasaje parece dominado por la idea de las «trascripciones» en distintos lugares del aparato psíquico, tal como Freud la examinó después en «Lo inconciente» (1915e) y como la había desarrollado en las cartas a Fliess (1950a). Véase dos párrafos antes el término «Redaktion».} 214 (Ventana-emergente - Popup) [Sobre el mismo mecanismo de duda en casos de histeria, véase el historial clínico de «Dora» (Freud, 1905e), AE, 7, pág. 17.] 111 215 (Ventana-emergente - Popup) 220 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1925:] La tesis tan perentoriamente formulada aquí, «Todo lo que perturba la prosecución del trabajo es una resistencia», podría dar origen con facilidad a un malentendido. Desde luego, sólo tiene el valor de una regla técnica, de una advertencia para el analista. No debe dudarse de que durante un análisis pueden producirse diversos hechos ajenos a la intención del analizado. Puede morir el padre del paciente sin que él lo haya matado, también puede estallar una guerra que ponga fin al análisis. Pero tras la manifiesta exageración de esa tesis se esconde un sentido novedoso y correcto. Por más que el suceso perturbador sea real e independiente del paciente, a menudo depende de este el grado de perturbación a que da lugar, y la resistencia se evidencia inequívocamente en el pronto y desmedido aprovechamiento de una oportunidad tal. 216 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1919:] De mis Conferencias de introducción al psicoanálisis (1916-17) [AE, 15, pág. 108], puedo citar el siguiente ejemplo acerca del significado de la duda y la incertidumbre en el sueño, con la simultánea contracción del contenido del sueño a un único elemento; no obstanteestas características, su análisis se obtuvo tras breve, lapso: «Una paciente escéptica tiene un sueño más largo, en que sucede que ciertas personas le cuentan algo sobre mi libro consagrado al "chiste" [1905c] y lo alaban mucho. Entonces se menciona algo acerca de un "canal", quizás otro libro en que aparece el canal, o si no algo con canal... ella no sabe... es totalmente oscuro. »Sin duda, ustedes se inclinarán a creer que el elemento "canal" se quiere sustraer de la interpretación, puesto que es tan impreciso. Aciertan al conjeturar esa dificultad, pero el elemento no es difícil porque sea desdibujado, sino que es desdibujado por otra razón, la misma que nos dificulta la interpretación. A la soñante no se le ocurre nada sobre "canal"; yo, desde luego, tampoco sé decir nada. Tiempo después, en verdad al día siguiente, cuenta que se le ha ocurrido aquello a lo cual quizá corresponda, a saber, un chiste que ha oído contar. En un barco que navega entre Dover y Calais conversa un conocido escritor con un inglés, quien en cierto contexto cita el dicho "Dusublime au ridicule il n'y a qu'un pa" {"De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso"}. Y el escritor responde: "Oui, le Pas de Calais" {"Sí, el Paso de Calais'” con lo que quiere decir que encuentra aFrancia sublime y a Inglaterra ridícula. Ahora bien, el Pas de Calais es justamente un canal, el Canal de la Mancha. [En realidad, el Paso de Calais está en un extremo del Canal de la Mancha.] ¿Sí yo creo que esta ocurrencia tiene algo que ver con el sueño? Por cierto que sí; opino que da realmente la solución del elemento onírico enigmático. ¿O dudan ustedes de que este chiste preexistía al sueño como lo inconciente del elemento "canal"? ¿Acaso pueden suponer que fue agregado con posterioridad? La ocurrencia, en efecto, atestigua el escepticismo que se uculata en la enferma tras sus insistentes y cargosas manifestaciones de asombro {el asombro de la paciente ante las interpretaciones del analista}, y la resistencia es en verdad el fundamento común de ambas cosas, tanto de su demora en producir la ocurrencia cuanto de que el elemento onírico correspondiente resulte tan impreciso. Miren ustedes aquí por la relación del elemento onírico con su inconciente. Es como un pequeño fragmento de eso inconciente, como una alusión a eso; por su aislamiento se volvió enteramente incomprensible». 217 (Ventana-emergente - Popup) {O sea, que tiene tendencia(Tendenz), sentido (Sinn), significado (Bedeutung), propósito (Absicht); véase la última frase del párrafo anterior.} 218 (Ventana-emergente - Popup) Acerca del propósito del olvido en general, véase mi pequeño ensayo «Sobre el mecanismo psíquico de la desmemoria» (1898b), [agregadoen 1909:] incluido más tarde [con modificaciones] como primer capítulo de mi Psicopatología de la vida cotidiana (1901b). 219 (Ventana-emergente - Popup) [Se da otro ejemplo en el análisis del segundo sueño de «Dora» (Freud, 1905e), AE, 7, pág 88.] [Nota agregada en 1914:]Correcciones como estas en el uso de lenguas extranjeras no son raras en los sueños, pero es más frecuente que se las atribuya a personas extrañas. Maury (1878, pág. 143) soñó cierta vez, en la época en que aprendía inglés, que, para decirle a alguien que lo había visitado el día anterior,, empleaba estas palabras: «I called for you yesterday». Y el otro le replicó, correctamente: «Se dice: "I called on you yesterday"». 221 (Ventana-emergente - Popup) [En la- primera edición (pero no en la reimpresi6n que se hizo de ella en 1925) decía «diecisieteaños». Cf. Jones, 1953, págs. 35-6.] 222 (Ventana-emergente - Popup) {En inglés se emplea habitualmente el pronombre «it» para designar un animal.} 223 (Ventana-emergente - Popup) [Antigua fórmula médica para inquirir si una excreción corporal (materia fecal, pus) revela mejoría en el paciente.] 224 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1914:]Ernest Jones ha descrito un caso análogo que se presenta con frecuencia: durante el análisis de un sueño, se recuerda otro que se tuvo la misma noche pero de cuya existencia nada se sabía. [Cf. Jones, 1912b.] 225 (Ventana-emergente - Popup) [Este párrafo se agregó en 1911.] 226 (Ventana-emergente - Popup) [Véase, con relación a esto, el «Apéndice al análisis del pequeño Hans» (Freud, 1922c).] 227 (Ventana-emergente - Popup) [Se refiere a Cäcilie M., de la que se ocupa en la mencionada obra (Breuer y Freud, 1895), AE, 2, págs. 189 y sigs.] 228 (Ventana-emergente - Popup) [Agregado al texto en 1919, y trasferido a nota en 1930:] Los sueños sobrevenidos durante la primera infancia y que se han conservado en la memoria durante décadas, a menudo con toda su frescura sensorial, casi siempre poseen gran importancia para entender el desarrollo [psíquico] y de la neurosis del soñante. Su análisis precave al médico de errores e incertezas que podrían inducirlo a confusión también en lo teórico. [Sin duda, Freud tenía particularmente presente aquí el ejemplo del «Hombre de los Lobos» (1918b).] 229 (Ventana-emergente - Popup) [Este párrafo se agregó en 1919.] 230 (Ventana-emergente - Popup) [Cf., por ejemplo, Silberer, 1914, parte II, sección 5.] 231 (Ventana-emergente - Popup) [Freud trató también este punto en una extensa nota al pie de su «Complemento metapsicológico a la doctrina de los sueños» (1917d), AE, 14, pág. 227, y en «Sueño y telepatía» (1922a), AE, 18, págs. 207-8.] 232 (Ventana-emergente - Popup) [Este problema es considerado con mayor extensión en «Algunas notas adicionales a la interpretación de los sueños en su conjunto» (Freud, 1925i), AE, 19, págs. 129-32,] 233 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1914:] . von Hartmann sostiene la misma opinión: «En su elucidación del papel de lo inconciente en la creación artística, Eduard von Hartmann (1890, 1, sección B, capítulo V) ha formulado la ley de la asociación de ideas guiada por representaciones-meta inconcientes en términos claros, aunque sin percatarse totalmente del alcance de esta ley. Se 112 propone así demostrar que "toda combinación de representaciones sensibles, en caso de que no esté librada puramente al azar, sino destinada a llevar a determinada meta, necesita de la ayuda de lo inconciente", y que el interés conciente por un determinado enlace de pensamientos impulsa a lo inconciente a buscar la más conveniente entre las innumerables representaciones posibles. "Es lo inconciente lo que escoge con arreglo a los fines del interés, y esto vale para la asociación de ideas en el pensamiento abstracto, así como en el representar sensible o en la combinación artística", y para la ocurrencia chistosa. Por eso no es sostenible restringir la asociación de ideas a la representación provocadora y a la provocada, en el sentido de la psicología asociacionista pura. Una restricción tal "únicamente estaría de hecho justificada si en la vida del hombre se presentaran estados en que él estuviera libre no sólo de todo fin conciente, sino también del imperio o la cooperación de cualquier interés inconciente, de cualquier talante. Pero es un estado que, difícilmente haya existido alguna vez, pues aun cuando en apariencia uno deje librada totalmente al azar la serie de los pensamientos, o se abandone por completo a los sueños involuntarios de la fantasía, en un momento dado reinan en el ánimo unos intereses principales, unos sentimientos decisivos y unos talantes diversos que en el momento siguiente, y en todos los casos ellos ejercen su influencia sobre la asociación de ideas". "En los sueños semiconcientes sólo se tienen aquellas representaciones que corresponden al interés principal (inconciente) del momento" (loc. cit.). La insistencia en el influjo de los sentimientos y talantes sobre el libre curso de las ideas hace que el procedimiento del psicoanálisis aparezca completamente justificado también desde el punto de vista de la psicología de Hartmann». (Pohorilles, 1913.) Del hecho de que a menudo se nos ocurre de pronto, impensadamente, un nombre del que no podíamos acordarnos, Du Prel (1885, pág. 107) infiere que existe un pensar inconciente, aunque dirigido a metas, cuyo resultado emerge de súbito a la conciencia. 234 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1909:]Véasela brillante confirmación de esta tesis obtenida por C. G. Jung (1907). mediante análisis de ladementia praecox. 235 (Ventana-emergente - Popup) [En el resto de esta obra Freud habla de «la censura de la resistencia». Una clarificación ulterior de la relación entre los conceptos de «resistencia» y «censura» se encontrará en la 29º de las Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis (Freud, 1933a), AE, 22, págs. 13-6.] 236 (Ventana-emergente - Popup) Las mismas consideraciones se aplican, desde luego, a casos en que las asociaciones superficiales aparecen francamente en el contenido del sueño; por ejemplo, en los dos sueños de Maury citados supra [4], (pélerinage - Pelletier - pelle; kilómetro - kilo -Gilolo - lobelia - López - lotería). Por el trabajo con neuróticos yo sé qué reminiscencia gusta de figurarse así. Es la de hojear diccionarios o enciclopedias en el afán de dilucidar los enigmas del sexo, como la mayoría de las personas lo han hecho en la época de la curiosidad característica de la pubertad. [Un ejemplo de esto se hallará en el análisis del segundo sueño de «Dora» (Freud, 1905e), AE, 7, págs. 88-9.] 237 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1909:] Estas dos tesis, que sonaban muy improbables en la época en que fueron formuladas, han recibido después justificación experimental y aplicación por obra de los «estudios diagnósticos de asociación» de Jung y sus discípulos. [Jung, 1906. Una argumentación en extremo interesante sobre el tema afín de la validez de las cadenas asociativas que parten de números seleccionados «al azar» es desarrollada por Freud en la larga nota al pie agregada en 1920 al capítulo XII de su Psicopatología de la vida cotidiana (1901b), AE, 6, pág. 244.] 238 (Ventana-emergente - Popup) {«Optativ», el modo subjuntivo empleado en oraciones desiderativas.} 239 (Ventana-emergente - Popup) [En Le Nabab. En su Psicopatología de la vida cotidiana (1901b), AE, 6, pág. 148, Freud alude a un desliz que cometió con este nombre en su primer borrador del presente trabajo.] 240 (Ventana-emergente - Popup) [1889, 2, págs. 520-] 241 (Ventana-emergente - Popup) [En una carta a Fliess del 9 de febrero de 189.8 (Freud, 1950a, Carta 83), Freud escribe que este pasaje de Fechner es la única observación sensata que halló en la literatura sobre los sueños.] 242 (Ventana-emergente - Popup) [«Inervación» es un término muy ambiguo. Frecuentemente se lo emplea en un sentido estructural, para significar la distribución anatómica de los nervios en algún organismo o región del cuerpo. Freud lo usa más a menudo (aunque no siempre) para denotar la trasmisión de energía a un sistema de nervios, o (como en este caso) específicamente a un sistema eferente -es decir, para indicar un proceso que tiende a la descarga de energía-] 243 (Ventana-emergente - Popup) [Por Breuer, en una nota al pie de Estudios sobre la histeria (Breuer y Freud, 1895), AE, 2, págs. 200-1, donde entre otras cosas escribe: «El espejo de un telescopio de reflexión no puede ser al mismo tiempo una placa fotográfica».] 244 (Ventana-emergente - Popup) «Bedeutung»: «significado» o «valor»; la última frase equivale a «sería vano empeñarse en traducirlo a representaciones-palabra».} 245 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1925:] Después he sugerido que, en realidad, la conciencia surge en remplazo de la huella mnémica. Véase mi «Nota sobre la "pizarra mágica"» (1925a). [Cf. también Más allá del principio de placer (Freud, 1920g), AE, 18, pág. 25, donde- se hace la misma afirmación. - Todo este examen de la memoria se hará más comprensible si se estudian esos dos pasajes pertenecientes a escritos posteriores de Freud; pero sus primeras reflexiones sobre el tema, reveladas en la correspondencia con Fliess (Freud, 1950a), arrojan todavía más luz al respecto. Cf., por ejemplo, el «Proyecto de psicología» de 1895 (Freud, 1950a), AE, 1, págs. 343-6, y la Carta 52 (del 6 de diciembre de 1896). Digamos de paso que esta carta contiene lo que evidentemente es una versión temprana del «esquema» aquí presentado, así como también la primera aparición de las abreviaturas que distinguen a los diversos sistemas. {Las abreviaturas que adoptamos en la presente versión castellana siguen el criterio de Freud de emplear la primera letra de cada sílaba: Bewusstsein = Bw (Conciencia = Cc); Unbewusst Ubw (Inconciente = Icc); Vorbewusst = Vbw (Preconciente Prec, con el agregado de la «r» para diferenciar mejor de:) Wahrnehmung = W (Percepción = P). Además, cuando el término así abreviado cumple función de adjetivo (p. e¡., «cualidades icc») hemos utilizado la sigla en minúscula. «Mn» es abreviatura de «mnémico».}] 246 (Ventana-emergente - Popup) {«Das Unbewusst»:En general, hemos traducido «lo inconciente», salvo en los casos en que (como aquí) el texto se refiere al «sistemainconciente», donde recurrimos al artículo masculino. Esto implica cierta cuota de interpretación, pues el término alemán siempre es neutro, como lo son también «das Bewusstsein» («la conciencia») y «das Vorbewusst» («lo preconciente»; en este caso también aplicamos el criterio antes expuesto). Lo importante es advertir que no corresponde asociar este problema del género gramatical con el de averiguar si para Freud «inconciente» es cualidad o cosa; esto último debe discernirse por el contexto. La aclaración no es ociosa, pues en castell 247 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1919:] La ulterior ampliación de este esquema de desenvolvimiento lineal deberá incluir el supuesto de que el sistema que sigue al Prcc es aquel al que tenemos que adscribir la conciencia, vale decir, P = Cc. Para un tratamiento más completo de esto, véase «Complemento metapsicológico a la doctrina de los sueños » (Freud, 1917d). El último «esquema» del aparato psíquico, que F reud presentó por primera vez en el capítulo II de El yo y el ello (1923b), y repitió (con algunas modificaciones) en la31º de las Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis (1933a), insiste más en la estructura que en la función.] 248 (Ventana-emergente - Popup) 113 [Nota agregada en 1914:1 La primera referencia al factor de la regresión se encuentra ya en Alberto Magno. La imaginatio, nos dice, construye al sueño a partir de las imágenes conservadas de los objetos sensibles, El proceso es el inverso del que se consuma en la vigilia. (Citado por Diepgen, 1912, pág. 14.) Hobbes escribe en el Leviatán (1651, parte I, capítulo 2): «In sum, our dreams are the reverse of our waking imaginations, the motion, when we are awake, beginning at one end, and when the dream at another» {«En suma, nuestros sueños son lo inverso de nuestras imaginaciones de la vigilia, pues cuando estamos despiertos el movimiento comienza en uno de los extremos, y cuando dormimos, en el otro»}. (Citado por Havelock Ellis, 191la, pág. 109.) [Breuer, en Estudios sobre la histeria (Breuer y Freud, 1895), AE, 2, pág. 201, se había referido, en relación con las alucinaciones, a una «excitación "retrocedente" del aparato perceptivo o sea, desde el órgano de la memoria por unas representaciones».] 249 (Ventana-emergente - Popup) «Nuevas puntualizaciones sobre las neuropsicosis de defensa» (1896b) AE, 3, págs. 175 y sigs. 250 (Ventana-emergente - Popup) [Nunca publicados con ese título.] 251 (Ventana-emergente - Popup) Breuer y Freud, 1895; véase, por ejemplo, el primer historial clínico expuesto por Breuer (AE, 2, págs. 47 y sigs.). 252 (Ventana-emergente - Popup) [Comarca de mesetas calcáreas cerca de Trieste.] 253 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1914:1 En una exposición de la doctrina de la represión habría que puntualizar que un pensamiento cae en la represión por la influencia aunada de dos factores sobre él. Es repelido de una parte (por la censura de la Cc) y atraído de la otra (por el Icc), de la misma manera que la gente es llevada hasta la cima de la Gran Pirámide. [Agregado en 1919:) Véase mi trabajo sobre «La represión» (1915d) [en especial, las páginas iniciales]. 254 (Ventana-emergente - Popup) Este párrafo se agregó en 1914. 255 (Ventana-emergente - Popup) [Cf. «Complemento metapsicológico a la doctrina de los sueños » (Freud, 1917d), AE, 14, pág. 226. Allí se modifica en parte lo enunciado en este párrafo.] 256 (Ventana-emergente - Popup) Este párrafo se agregó en 1919. 257 (Ventana-emergente - Popup) {«Dutzendmensch», «de los que hay o se venden por docena»; véase lo que sigue.} 258 (Ventana-emergente - Popup) Comparten este carácter de laindestructibilidad con todos los otros actos anímicos realmente inconcientes, vale decir, los que pertenecen con exclusividad al sistema Icc. Son vías facilitadas de una vez por todas, que nunca quedan desiertas y que llevan a la descarga el proceso de laexcitación cada vez que se reinviste la excitación inconciente. Para servirme de un símil: sólo pueden ser aniquiladas de la misma manera que las sombras del mundo subterráneo en La Odisea, que cobraban nueva vida tan pronto como bebían sangre. Los procesos que dependen del sistema preconciente son destructibles en un sentido muy diferente. Sobre esta diferencia se basa la psicoterapia de las neurosis. 259 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1919] He procurado penetrar en el conocimiento de la situación imperante en el estado del dormir y de las condiciones de la alucinación en mi ensayo «Complemento metapsicológico a ladoctrina de los sueños» (1917d). 260 (Ventana-emergente - Popup) [Este párrafo y los dos siguientes se agregaron en 1919.] 261 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1930:]Este es el lugar en que habría que insertar el superyó, que fue un descubrimiento posterior del psicoanálisis. Una clase de sueños que constituyen una excepción a la «teoría del deseo» (los que sobrevienen en las neurosis traumáticas) es examinada por Freud en Más allá del principio de placer ( 1920g), AE, 18, págs. 12-4, y en la 29º de las Nuevas conferencias de introducción al psicoanátisi4 (1933a), AE, 22, págs. 26-8.] 262 (Ventana-emergente - Popup) [Este párrafo y los dos siguientes se agregaron como nota al pie en 1919, y seincorporaron al texto en 1930.] 263 (Ventana-emergente - Popup) [El posible sentido telepático de este sueño es tratado brevemente en «Sueño y telepatía» (Freud, 1922a), AE, 18, págs. 189-90.] 264 (Ventana-emergente - Popup) [Este último párrafo es citado textualmente por Freud al final de su análisis del primer sueño de «Dora» (1905e), AE, 7, pág. 76, el cual, según comenta, ratifica por completo lo expresado aquí.] 265 (Ventana-emergente - Popup) [De capital en el caso de la analogía, y dé energía psíquica en el caso del sueño.] 266 (Ventana-emergente - P opup) [En «Un sueño como pieza probatoria» (Freud, 1913a) se hallará un resumen particularmente claro sobre el papel desempeñado por los «restos diurnos» en la construcción del sueño.] 267 (Ventana-emergente - Popup) [En sus escritos posteriores, Freud utilizó regularmente esta misma palabra «trasferencia» («übertragung») para describir un proceso psicológico distinto -aunque conexo-, descubierto por él en el trascurso de los tratamientos psicoanalíticos: el proceso de «trasferir» a un objeto contemporáneo sentimientos que el individuo aplicó originalmente -y sigue aplicando en forma inconciente- a un objeto infantil. (Cf., por ejemplo, «Fragmento de análisis de un caso de histeria» ( 1905e), AE, 7, págs. 101-5, y «Puntualizaciones sobre el amor de trasferencia» (1915a), AE, 12, págs. 163 y sigs.) La palabra aparece también en este otro sentido en la presente obra, y ya había sido usada por Freud en Estudios sobre la histeria (Breuer y Freud, 1895), AE, 2, págs. 306-8. 268 (Ventana-emergente - Popup) [Cf. «Algunas consideraciones con miras a un estudio comparativo de las parálisis motrices orgánicas e histéricas» (Freud, 1893c), AE, 1, págs. 206-10.] 269 (Ventana-emergente - Popup) Un ejemplo de esto se menciona en una nota al pie de El yo y el ello (Freud, 1923b), AE, 19, pág. 28. 270 (Ventana-emergente - Popup) [El llamado «principio de constancia», que se examina en las páginas iniciales de Más allá del principio de placer (1920g), pero ya constituía una hipótesis fundamental en algunos de los primeros escritos psicológicos de Freud; por ejemplo, en su carta a Josef Breuer del 29 de junio de 1892, publicada póstumamente (Freud, 1941a). Lo sustancial de este párrafo se enuncia ya en el '«Proyecto de psicología» de 1895 (Freud, 1950a), AE, 1, págs. 340-1, 362-4 y 373-5. Véase mi «Introducción»] 271 (Ventana-emergente - Popup) [Es decir, algo perceptivamente idéntico a la «vivencia de satisfacción».] 272 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1919:] En otras palabras: se reconoce la necesidad de introducir 273 (Ventana-emergente - Popup) Con justicia alaba Le Lorrain [1895] el cumplimiento de deseo del sueño: « Sans fatigue sérieuse, sans être obligé de 114 recourir à cette lutte opiniâtre et longue qui use et corrode lesJouissances poursuivies » {«Sin fatiga seria, sin estar obligado a recurrir a esa lucha obstinada y larga que desgasta y corroe los goces perseguidos»}. 274 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1914:]En mis «Formulaciones sobre los dos principios del acaecer psíquico» (1911b), trabajo referido al principio de placer y al principio de realidad, he desarrollado con detalle esta ilación de pensamiento. [De hecho, esta idea se sigue desarrollando] 275 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1914:]Dicho más correctamente: una parte del síntoma corresponde al cumplimiento de deseo inconciente, y otra, a la formación reactiva contra este. 276 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1914:]Hughlings Jackson había expresado: «Si lo descubrís todo acerca del sueño, habréis descubierto todo lo relativo a la insanía» («Find out all about dreams and you will have found out all about insanity»). [Citado por Ernest Jones (1911c), quien lo había oído directamente de labios de Hughlings Jackson.] 277 (Ventana-emergente - Popup) [Cf. Estudios sobre la histeria (Breuer y Freud, 1895), AE, 2, pág. 270.] 278 (Ventana-emergente - Popup) Freud, 1908a. Esta última oración se agregó en 1909. 279 (Ventana-emergente - Popup) He tomado estas ideas de la teoría sobre el dormir desarrollada por Liébeault (1889), a quien debemos el resurgimiento de la investigación del hipnotismo en nuestros días. 280 (Ventana-emergente - Popup) Lo que resta de este párrafo se agregó en 1909. 281 (Ventana-emergente - Popup) [Este párrafo se agregó en 1914 282 (Ventana-emergente - Popup) Este párrafo se agregó como nota al pie en 1914 y se incluyó en el texto en 1930. 283 (Ventana-emergente - Popup) {«Un sueño es un despertar que comienza».} 284 (Ventana-emergente - Popup) La última cláusula de esta oración sólo fue impresa con caracteres destacados a partir de la edición de 1919. 285 (Ventana-emergente - Popup) Notaagregada en 1914. ¿Es la única función que podemos atribuir al sueño? No conozco otra. Es verdad que A. Maeder [1912] ha hecho el intento de reclamar para el sueño otras funciones, «secundarias». Parte de la observación correcta de que muchos sueños contienen ensayos de solucionar conflictos, los cuales más tarde se ejecutan de hecho, y por tanto se comportan como ejercitaciones de actividades de la vigilia. Por eso Maeder establece un paralelo entre el soñar y los juegos de los animales y de los niños, que han de concebirse como la ejercitación de instintos innatos y la preparación para la actividad seria 'posterior, y afirma que el soñar cumple una Jonction ludique. Poco antes que Maeder, también A. Adler [1911, pág. 215n.] destacó que el sueño tiene la función de «anticipar en el pensamiento». (En un análisis que publiqué en 1905 [«Fragmento de análisis de un caso de histeria (1905e), parteIII, un sueño que debía entenderse como un designio se repitió todas las noches hasta que fue ejecutado. Pero una breve reflexión nos enseña que esta función «secundaria» del sueño no merece ser admitida en el marco de una interpretación de los sueños. La anticipación en el pensamiento, la formación de designios, el proyecto de soluciones que después pueden realizarse en la vida de vigilia, todo ello y muchas otras cosas más son operaciones de la actividad inconciente y preconciente del espíritu que, en calidad de «restos diurnos», se prosiguen en el estado del dormir y después pueden conjugarse con un deseo inconciente para formar un sueño. Por tanto, esa función del sueño como anticipador en el pensamiento es más bien una función del pensamiento preconciente de la vigilia, cuyo resultado puede sernos revelado por el análisis de los sueños o el de otros fenómenos, Después de haber equiparado durante tanto tiempo al sueño con su contenido manifiesto, hay que guardarse ahora de c9nfundirlo, con los pensamientos oníricos latentes. 286 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1919:] «Un segundo factor, mucho más importante y que cala más hondo, descuidado igualmente por los legos, es el siguiente. Un cumplimiento de deseo tendría sin duda que brindar placer, pero también cabe preguntar: ¿a quién? Desde luego, a quien tiene el deseo. Ahora bien, sabemos que el soñante mantiene con sus deseos una relación sumamente particular. Los desestima, los censura; en suma, no le gustan. Por tanto, un cumplimiento, de ellos no puede brindarle placer alguno, sino lo contrario . La experiencia muestra entonces que eso contrario, que hemos de explicar todavía, entra en escena en la forma de la angustia. Por consiguiente, en su relación con sus deseos oníricos, el soñante sólo puede ser equiparado a una sumación de dos personas, que, empero, están ligadas por una fuerte comunidad. En lugar de toda una serie de ulteriores puntualizaciones, les ofrezco un conocido cuento en que reencontrarán idénticas relaciones. Un hada buena promete a una pareja pobre, marido y mujer, el cumplimiento de los tres primeros deseos que se les ocurran. Eso los llena de dicha y se proponen escoger con cuidado los tres deseos. Pero la mujer se deja seducir por el aroma de unas salchichas que cocinan en la choza vecina, y desea para sí un par de salchichas como esas. Y volando están ellas ahí; es el primer cumplimiento de deseo. Entonces el marido se enoja y en su ira desea que las salchichas le queden a su mujer colgadas de la nariz. También esto se consuma, y las salchichas no pueden removerse de su nuevo lugar; he ahí el segundo cumplimiento de deseo, pero el deseo fue del hombre: a la mujer no le gusta nada ese cumplimiento de deseo. Ya saben cómo sigue el cuento. Puesto que los dos en el fondo son uno, marido y mujer, el tercer deseo tiene que ser que las salchichas se aparten de la nariz de la mujer. Podremos aplicar estecuento muchas veces en otros contextos; aquí nos sirve sólo como ilustración de la posibilidad de que el cumplimiento de deseo de uno pueda significar displacer para el otro cuando los dos no están de acuerdo entre sí». (Conferencias de introducción al psicoanálisis (Freud, 1916-17) FAE, 15, págs. 197-81.) 287 (Ventana-emergente - Popup) En 1911 se agregó en este punto la siguientefrase, que se suprimió a partir de 1925: «La angustia en los súeños, permítaseme insistir, es un problema de angustia y no un problema del sueño». 288 (Ventana-emergente - Popup) [Algunos de los comentarios que siguen deben revisarse a la luz de los puntos de vista posteriores de Freud sobre la angustia 289 (Ventana-emergente - Popup) [Die israelitísche Bibel, edición del Antiguo Testamento en hebreo y alemán, Leipzig, 1839-54 (2º ed., 1858). Una nota al pie en el cuarto capítulo del Deuteronomio muestra una cantidad de grabados en madera de dioses egipcios, varios de ellos con cabezas de pájaros.] 290 (Ventana-emergente - Popup) [El vulgarismo alemán al que se alude es «vögeIn», derivado de «Vogel», «pájaro».] 291 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1919:] material de esta clase. 292 (Ventana-emergente - Popup) Destacado por mí, aunque es imposible confundiese en cuanto a esta expresión. 115 293 (Ventana-emergente - Popup) {«No osaba admitirlo, pero continuamente sentía picazones y sobreexcitaciones en las partes; al fin eso me exasperaba tanto que varias veces pensé en arrojarme por la ventana del dormitorio».} 294 (Ventana-emergente - Popup) Las bastardillas son mías. 295 (Ventana-emergente - Popup) {«Hemos ubicado esta observación en el cuadro de los delirios apiréticos de inanición, porque vinculamos este estado particular con la isquemia cerebral».} 296 (Ventana-emergente - Popup) {Aquí Freud parafrasea a Sully} 297 (Ventana-emergente - Popup) La referencia a Sully y la correspondiente cita fueron agregadas en 1914 298 (Ventana-emergente - Popup) [El concepto de «atención» desempeña escaso papel en los escritos posteriores de Freud. Por lo, contrario, ocupa un lugar prominente en su «Proyecto de psicología» (1950a), por ejemplo en la parte III, AE, 1, págs. 409-12 299 (Ventana-emergente - Popup) {«Sin transacción» («ohne Entgegenkommen»): sin negociación previa con la fuerza evocada por la palabra «rechazo» en la frase anterior.} 300 (Ventana-emergente - Popup) [El «Proyecto de psicología» (Freud, 1950a), AE, 1, págs. 409 y sigs., arroja alguna luz sobre el concepto de «nivel de investidura».] 301 (Ventana-emergente - Popup) [En obras posteriores, Freud lo llama «principio de placer»; una excepción aparece en la 4º de las Conferencias de introducción al psicoanálisis (1916-17), AE, 15, pág. 67.] 302 (Ventana-emergente - Popup) La distinción entre los sistemas primario y secundario, y la hipótesis de que la psique opera de modo diferente en cada uno de ellos, figuran entre los conceptos fundamentales de Freud. Están relacionados con la teoría de que existen dos tipos de energía psíquica: «libre» o «móvil» (como ocurre en el Icc) y «ligada» o «quiescente» (como ocurre en el Prcc). Al tratar el tema en sus escritos posteriores (p. ej., en «Lo inconciente» (1915e), AE, 14, págs. 183-6, y en Más allá del principio de placer (1920g), AE, 18, pág. 30), Freud atribuyó esta última distinción a una afirmación hecha por Breuer en Estudios sobre la histeria (Breuer y Freud, 1895). Es difícil hallar tal afirmación en la contribución de Breuer a esa obra (capítulo III). Lo que más se le aproxima es una nota al pie donde distingue tres formas de energía nerviosa: «una energía potencia] que está quiescente en el patrimonio químico de la célula», «una energía cinética, por nosotros desconocida, que en el estado de excitación corre por las fibras» y «aun otro estado quiescente de excitación nerviosa: la excitación tónica o tensión nerviosa» (AE, 2, págs. 205-6n.). Por otra parte, la cuestión de la energía «ligada» se trata con cierto detenimiento en el «Proyecto de psicología» (1950a), escrito sólo unos pocos meses después de publicarse los Estudios sobre la histeria. 303 (Ventana-emergente - Popup) [La idea de que un pequeño monto de displacer actúa como «señal» para impedir la ocurrencia de un monto mucho mayor fue retomada por Freud muchos años después y aplicada al problema de la angustia. Cf. Inhibición, síntoma y angustia (1926d), AE, 20, págs. 150-2. 304 (Ventana-emergente - Popup) Freud se ocupó del tema más extensamente en «La represión» 1915d) ; sus puntos de vista posteriores al respecto figuran en la 32ºde sus Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis (1933a). 305 (Ventana-emergente - Popup) [El término entre paréntesis se agregó en 1919 306 (Ventana-emergente - Popup) [Esto fue detenidamente examinado por Freud en el capítulo V de su libro sobre el chiste (1905c). La cuestión de los errores de pensamiento se trata con más amplitud en las páginas finales del «Proyecto de psicología» (1950a). 307 (Ventana-emergente - Popup) [En sus Tres ensayos de teoría sexual (1905d) Freud desarrolló el tema aquí expuesto. 308 (Ventana-emergente - Popup) Aquí, como en otros pasajes, hay lagunas en la elaboración del tema. Las he dejado ex profeso pues llenarlas requeriría un gran gasto, por una parte, y, por la otra, apuntalarse en un material ajeno al sueño. Así, he evitado indicar si atribuyo a la palabra «sofocado» {«unterdrückt »} un sentido diverso que a la palabra «reprimido» {«verdrängt»}. Pero debería haber quedado claro que esta última destaca más que la primera la pertenencia al inconciente. Tampoco he entrado a considerar este evidente problema: ¿Por qué la censura hace que los pensamientos oníricos se desfiguren también en el caso en que ellos han renunciado a su avance progrediente hasta la conciencia y se han decidido por el camino de la regresión? Y como esta, hay otras muchas omisiones. Me interesaba, sobre todo, que se obtuviera una impresión de los problemas a que lleva la ulterior descomposición del trabajo del sueño, e indicar los otros temas con los que entraría en contacto ese análisis ulterior. Además, no siempre me resultó fácil decidir el lugar en que debía interrumpir la exposición. Una motivación particular, quizás inesperada para el lector, me llevó a no tratar exhaustivamente el papel que desempeña en el sueño el mundo de las representaciones sexuales y a evitar la interpretación de sueños de contenido sexual evidente. Está bien lejos de mí y de las opiniones científicas que sostengo en neuropatología el mirar la vida sexual como asunto vergonzoso, que ni el médico ni el investigador científico pueden tratar. También me parece risible la indignación moral que llevó al traductor de laOneirocritica de Artemidoro Daldiano a sustraer al conocimiento de los lectores el capítulo que ella contiene sobre los sueños sexuales. En mi caso, lo único decisivo fue que la explicación de los sueños sexuales me habría hecho internarme en profundidad en los problemas todavía no explicados de la perversión y de la bisexualidad. Por eso me reservé ese material para otro contexto. [Quizá debería agregarse que el traductor de Oneirocritica, F. S. Krauss, publicó después el capítulo omitido en su periódico Anthropophyteia, citado por Freud, y del cual en otros lugares habla con tanto elogio; en. su carta al Dr. F. S. Krauss (1910f) y su prólogo a J. G. Bourke, Scatologíc Rites of All Nations (1913k).] 309 (Ventana-emergente - Popup) [«Si no puedo inclinar a los Poderes Superiores, moveré las Regiones Infernales». En una nota inserta en GS, 3 (1925), pág. 169, Freud hace la observación de que «este verso de Virgilio [La Eneida, VII, 3121 intenta describir los esfuerzos de las mociones pulsionales desalojadas». Utilizó ese mismo verso como epígrafe de la presente obra. En una carta a Fliess del 4 de diciembre de 1896 (Freud, 1950a, Carta 51), proponía encabezar con él un capítulo sobre la formación de síntoma, en una obra proyectada que no llegó a realizarse. La oración siguiente se agregó en 1909, y en el mismo año Freud la incluyó en la Y de sus Cinco conferencias sobre psicoanálisis (1910a), AE, 11, pág. 29. 310 (Ventana-emergente - Popup) El sueño no es el único fenómeno que permitefundar la psicopatología sobre la psicología. En una serie de ensayos «Sobre el mecanismo psíquico de la desmemoria» (1898b) y«Sobre los recuerdos encubridores» ( 1899a), no completada aún, he intentado interpretar cierto número de fenómenos de la vida cotidiana como pruebas en favor de la misma conclusión. [Agregado en 1909:] Estos ensayos, junto a otros sobre el olvido, el trastrabarse al hablar, el trastrocar las cosas confundido, etc., se han reunido después bajo el título de Psicopatología de la vida (Freud, 1901b). 311 (Ventana-emergente - Popup) Nota agregada en 1925. Fue necesario reformular y modificar esta idea cuando se reconoció que el carácter esencial 116 de una representación preconciente es el enlace con restos de representaciones-pal abra. Cf. «Lo inconciente» (Freud, 1915e) [AE, 14, pág. 198. Allí se apunta, empero, que esto ya se indicaba en la primera edición de la presente obra. También está anticipado en el «Proyecto de psicología» ( 1950a), AE, 1, págs. 408-24. 312 (Ventana-emergente - Popup) Nota agregada en 1914 Me alegra poder citar a un autor que ha extraído del estudio del sueño la misma conclusión que yo acerca de la relación entre la actividad conciente y la inconciente. Escribe Du Prel (1885, pág. 47): «El problema de la naturaleza del alma requiere, sin duda, una investigación preliminar para averiguar si conciencia y alma son idénticas. justamente esa pregunta preliminar es respondida negativamente por el sueño, que muestra que el concepto de alma es más amplio que el de conciencia, de la misma manera que la fuerza gravitatoria de una estrella se extiende más allá del alcance de su luminosidad». Y en otro pasaje [citando a Maudsley, 1868, pág. 151): «Es una verdad en la que nunca se insistirá bastante la de que concienciay alma no son conceptos de igual extensión». 313 (Ventana-emergente - Popup) [Se dice que el compositor y violinista Giuseppe Tartini (1692-1770) soñó que vendía su alma al diablo, quien tras eso tomó un violín y ejecutó una sonata de exquisita belleza con destreza consumada. Al despertar, el compositor escribió de inmediato lo que podía recordar de ella, y el resultado fue su famoso «Trillo del Diavolo».] 314 (Ventana-emergente - Popup) [Nota agregada en 1911:]Véase sobre esto el sueño de Alejandro Magno cuando el sitio de Tiro. 315 (Ventana-emergente - Popup) Nota agregada en 1914. Véase mi trabajo titulado «Nota sobre el concepto de lo inconciente en psicoanálisis» (1912g), publicado primero en inglés en los Proceedings de la Society for Psychical Research, 26 [pág. 312], donde he distinguido los significados descriptivo, sistemático y dinámico de la multívoca palabra «inconciente». [Este tema es reexaminado en su totalidad a la luz de las posteriores opiniones de Freud en el capítulo 1 de El yo y el ello (1923b).] 316 (Ventana-emergente - Popup) [El uso que hace Freud de los términos «cantidad» y «cualidad» es explicado en formacabal en la parte 1 de su «Proyecto de psicología» (1950a).] 317 (Ventana-emergente - Popup) [La censura entre el Prcc y la Cc aparece rara vez en los escritos posteriores de Freud, pero se la trata extensamente en la sección VI de «Lo inconciente» (1915e).] 318 (Ventana-emergente - Popup) [Esta oración no figuraba en la primera edición. En 1909 apareció bajo la siguiente forma: «Ysi ya estamos frente a los deseos inconcientes en su expresión última y más verdadera, es preciso recordar sin duda que también la realidad psíquica tiene más de una forma de existencia». En 1914 el texto es por primera vez el actual, salvo que la última palabra era «fáctica» en lugar de «material», palabra que remplazó a aquella en 1919. El resto de este párrafo se agregó en 1914. Freud ya había esbozado la distinción entre «realidad del pensar» y «realidad externa» en su «Proyecto de psicología» (1950a), AE, 1, pág. 421, donde brindó mayores referencias en una nota al pie.] 319 (Ventana-emergente - Popup) [Este tema es objeto de ulterior examen en «Algunas notas adicionales a la interpretación de los sueños en su conjunto» (Freud, 1925i), AE, 19, págs. 133 y sigs.] 320 (Ventana-emergente - Popup) En la edición de 1911, solamente, aparecía aquí la siguiente nota al pie: «El profe sor Ernst Oppenheim, de Viena, me ha mostrado, sobre la base de material folklórico, que existe una clase de sueños respecto de los cuales tampoco el pueblo cree que signifiquen nada para el futuro, y que de manera enteramente correcta ha reconducido a mociones de deseo y necesidades que emergen durante el dormir. Próximamente publicará un informe detallado sobre estos sueños, referidos casi siempre como "historias cómicas"». A comienzos de 1911, D. E. Oppenheim, profesor de una escuela secundaria de Viena y especialista en estudios clásicos, escribió en colaboración con Freud «Sueños en el folklore» (Freud, 1958a), AE, 12, págs. 177 y sigs, (cf. mi «Nota introductoria» a dicho trabajo, donde se encontrarán más pormenores). Oppenheim se convirtió poco más tarde en partidario de Adler y presentó su renuncia a la Sociedad Psicoanalítica de Viena, que lo contó entre sus miembros durante dos o tres años.] 321 (Ventana-emergente - Popup) [«Eine erfüllte Traumahmmg». -El manuscrito de este artículo está fechado el 10 de noviembre de 1899 -seis días después de haberse publicado La interpretación de los sueños- En la misma carta a Fliess en que Freud anunciaba este acontecimiento (Freud, 1950a, Carta 123, del 5 de noviembre de 1899), señalaba que acababa de descubrirel origen y significado de los sueños premonitorios. El artículo fue publicado por primera vez en forma póstuma en GW, 17 (1941), pág. 21. - El mismo incidente fue objeto de un informe más breve en Psicopatología de la vida cotidiana (Freud, 1901b), AE, 6, pág. 255. - En La interpretación de los sueños (1900a), el tema de los sueños premonitorios. {Traducciones en castellano (cf. la «Advertencia sobre la edición en castellano»): 1955: «Una premonición onírica cumplida», SR, 21, págs. 27-31, trad. de L. Rosenthal; 1967: Igual título, BN (3 vols.), 3, págs. 369-72; 1972: Igual título, BN (9 vols.), 2, págs. 753-4.}] 322 (Ventana-emergente - Popup) [La principal arteria comercial en el centro de Viena.] 323 (Ventana-emergente - Popup) Sobre el sueño. (1901) Über den Traum Ediciones en alemán 1901 Publicado por primera vez como una parte de Grenzfragen des Nerven- und Seelenlebens, Löwenfeld y H. Kurella, eds. Wiesbaden: Bergmann, págs. 307-44. 1911 2º ed. La misma editorial, 44 págs. (Impreso como separata y ampliado.) 1921 3º ed. La misma editorial, 44 págs. 1925 GS, 3, págs. 189-256. 1931 Sexualtheorie und Traumlehre, págs. 24 1942 GW, 2-3, págs. 643-700. Traducciones en castellano 1922 «Los sueños». BN (17 vols.), 2, págs. 181-249.Traducción de Luis López-Ballesteros. 1943 Igual título. EA, 2, págs. 203-74. El mismo traductor. 1948 Igual título. BN (2 vols.), 1, págs. 233-59. El mismo traductor. 117 1952 Igual título. SR, 2, págs. 159-215.El mismo traductor. 1967 Igual título. BN (3 vols.), 1, págs. 231-57. El mismo traductor. 1972 Igual título. BN (9 vols.), 2, págs. 721-52. El mismo traductor. Apenas tres o cuatro meses después de haber aparecido La interpretación de los sueños ( 1900a), Freud ya pensaba en publicar una versión resumida del libro. Sin duda, Fliess le había escrito sugiriéndoselo, porque en una carta del 4 de abril de 1900 (Freud, 1950a, Carta 1 32) Freud rechazó la propuesta argumentando, entre otras cosas, que ya había «prometido a Löwenfeld un ensayo del mismo tipo». También comentaba su renuencia a embarcarse en semejante tarea cuando hacía tan poco que había terminado su extenso libro. Evidentemente esta renuencia persistió, porque el 20 de mayo menciona que ni siquiera ha comenzado el «folleto», y el 10 de julio anuncia que lo ha postergado hasta octubre. La última referencia que aparece en la correspondencia con Fliess es del 14 de octubre d e 1900, donde señala que está escribiendo el ensayo «sin extraer de ello ningún auténtico placer», porque el material para la Psicopatología dé la vida cotidiana (1901b), que sería su próxima obra, ocupa por entero su mente. Digamos de paso que en este último libro se hace referencia a Sobre el sueño y a la duda acerca de si la publicación de un resumen no interferiría la venta del libro mayor (cf. AE, 6, págs. 157-8). Como se verá, el único agregado de importancia hecho por Freud en las reimpresiones post eriores del ensayo fue la sección sobre el simbolismo, incorporada en la segunda edición. James Strachey 324 (Ventana-emergente - Popup) {Freud emplea «Psychopathie» («psicopatía») como sinónimo de «enfermedad de la psique», en general. Hoy suele designarse «psicopático» a un tipo particular de enfermedad mental.} 325 (Ventana-emergente - Popup) {Comida servida en un restaurante, que los comensales pagan por partes iguales.} 326 (Ventana-emergente - Popup) [Estos versos son de una de las canciones del arpista en Wilhelm Meister, de Goethe. En el original las palabras estaban dirigidas a los Poderes Celestiales, y su traducción literal sería: «Vosotros nos ponéis en la vida, / dejáis que la pobre criatura se llene de culpas». Pero tanto «Armen» como «schuldig» pueden tener también otros significados. «Armen» puede significar «pobre» en el sentido económico, y «schuIdig», «en deuda». De manera que en el presente contexto el segundo verso podría traducirse: «vosotros hacéis caer en deuda al hombre pobre». Estos versos son citados nuevamente por Freud en El malestar en la cultura (1930a), AE, 21, -pág. 128.] 327 (Ventana-emergente - P opup) [El episodio es también mencionado por Freud en su Psicopatología de la vida cotidiana (1901b), AE, 6, pág. 136.] 328 (Ventana-emergente - Popup) El primer verso podría tomarse ahora en el sentido de que estas palabras están dirigidas a los padres. 329 (Ventana-emergente - Popup) {«Fresas, fresas silvestres, huevos, papilla», que en la media lengua propia de los niños sería, más o menos, «Fesas, fesas silvestes, evos, papía».} 330 (Ventana-emergente - Popup) {«¡Gemán comió todas cedezas!» («¡Germán secomió todas las cerezas!»).} 331 (Ventana-emergente - Popup) Una montaña de los Alpes austríacos. 332 (Ventana-emergente - Popup) [En La interpretación de los sueños (1900a), donde se informa sobre el mismo sueño, se dice en dos oportunidades que la niña tiene «ocho» años.] 333 (Ventana-emergente - Popup) [La mayoría de estos sueños infantiles son comunicados con más detalle en La interpretación de los sueños ( 1900a), y en la 8º de las Conferencias de introducción al psicoanálisis (Freud, 1916-17), AE, 15, págs. 115 y sigs.] 334 (Ventana-emergente - Popup) Citado en forma completa, desde 1911 en adelante, en La interpretación de los sueños (1900a). Las dos últimas oraciones de este párrafo se agregaron en 1911. 335 (Ventana-emergente - Popup) «Durchsichtigen». Así rezaba en la primera edición. En la segunda y siguientes dice, por error de imprenta, «undurchsicktigen» 336 (Ventana-emergente - Popup) «Anschauung» 337 (Ventana-emergente - Popup) Pasarela móvil instalada en la Exposición de París de 1900. 338 (Ventana-emergente - Popup) {«Mit dem Hute in der Hand kommt man durchs ganze Land»; literalmente, «Con el sombrero en la mano sepuede atravesar todo el país».} 339 (Ventana-emergente - Popup) Probablemente debería decir «rojas»; así son descritas las flores en el relato, mucho más completo, que se da de este sueño en La interpretación de los sueños (1900a) 340 (Ventana-emergente - Popup) Cf. La interpretación de los sueños (1900a) 341 (Ventana-emergente - Popup) Freud emplea el galicismo «Avance». 342 (Ventana-emergente - Popup) Un pórtico ceremonial construido según el modelo ateniense. 343 (Ventana-emergente - Popup) El sueño del que se ha tomado este detalle fue el primero analizado por Freud en forma exhaustiva. Se informa extensamente sobre él en La interpretación de los sueños (1900a) 344 (Ventana-emergente - Popup) Cf. La interpretación de los sueños (1900a) 345 (Ventana-emer [Nota agregada en 1911:] Merece señalarse que lingüistas de nombradía aseveran que las lenguas más antiguas tendían en general a expresar opuestos contradictorios mediante la misma palabra (fuerte-débil, adentro-afuera, etc.). Se lo ha llamado «el sentido antitético de las palabras primitivas». [Cf. Freud(1910e).] 346 (Ventana-emergente - Popup) «el año en que escribimos» es una locución muy comúnmente empleada por Goethe en su epistolario 347 (Ventana-emergente - Popup) 118 {«gestörte geistige Tätigkeït»; en pág. 438, supra, al informar sobre este sueño, Freud hablaba aquí de «parálisis general» («paralytische Geistesstörung»). Véanse, el comienzo de la página siguiente, las alusiones a la parálisis.} 348 (Ventana-emergente - Popup) Sin embargo, Freud atenuó esta afirmación en un agregado hecho en 1925 al capítulo V de La interpretación de los sueños (1900a). 349 (Ventana-emergente - Popup) [Según Ernest Jones (1953, pág. 218), se refiere aquí al doctor Franz Scholz] 350 (Ventana-emergente - Popup) [«Schafkopf»; literalmente, «cabeza de oveja» {«tonto», «necio»}.] 351 (Ventana-emergente - Popup) [Este sueño es también considerado extensamente en La interpretación de los sueños (1900a). El descubrimiento de Goethe en el Lido se menciona corno asociación a otro sueño en la Carta 70 a Fliess (Freud,1950a), AE, 1, pág. 304] 352 (Ventana-emergente - Popup) Este párrafo se agregó en 1911 353 (Ventana-emergente - Popup) Este sueño se comunica con mayor detalle en La interpretación de los sueños (1900a). 354 (Ventana-emergente - Popup) Cf. para este sueño La interpretación de los sueños (1900a) 355 (Ventana-emergente - Popup) Este sueño, que se menciona nuevamente, es analizado en La interpretación de los sueños (1900a), y con mayor extensión en las Conferencias de introducción al psicoanálisis (Freud, 1916-17), AE, 15, esp. págs. 111-4 y 201-2. 356 (Ventana-emergente - Popup) Cf. Psicopatología de la vida cotidiana (Freud, 1901b). 357 (Ventana-emergente - Popup) Este sueño es comunicado con mayor detalleen La interpretación de los sueños (1900a). 358 (Ventana-emergente - Popup) Véase la nota de la traducción castellana 359 (Ventana-emergente - Popup) [Un popular novelista austríaco del siglo xix.] 360 (Ventana-emergente - Popup) Cf. La interpretación de los sueños (1900a) 361 (Ventana-emergente - Popup) Esta sección :se agregó en 1911 362 (Ventana-emergente - Popup) Véanse mis Tres ensayos de teoría sexual (1905d). 363 (Ventana-emergente - Popup) Véanse, sin embargo, las salvedades que con respecto a esto se hacen tres párrafos más adelante. 364 (Ventana-emergente - Popup) Cf. «Frauenzimmer» [literalmente, «habitación de mujer», expresión común en alemán para referirse en tono despectivo a la mujer 365 (Ventana-emergente - Popup) Más información acerca del simbolismo onírico puede hallarse en, las viejas obras sobre interpretación de los sueños, como las de Artemidoro Daldiano, Scherner (1861), y también en mi libro La interpretación de los sueños (1900a), en los estudios sobre mitología de la escuela psicoanalítica, y en los trabajos de W. Stekel (p. e¡., 191la). [Cf., además, la 10º de las Conferencias de introducción al psicoanálisis (Freud, 1916-17), AE, 15, págs. 136 y sigs. 366 (Ventana-emergente - Popup) [Cf. también las once conferencias sobre los sueños que constituyen la parte 11 de las Conferencias de introducción al psicoanálisis (Freud, 1916-17), AE, 15, págs. 73 y sigs.]