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lunes, 13 de enero de 2014

Volumen XVII: Escritos breves (1919)

Prólogo a Theodor Reik, Probleme der Religionspsychologle

(Vernota(222)). (Ediciones en alemán(223)).(Traducciones en castellano(224)) neuróticos que no hallaban alivio alguno en el reposo, las curas de aguas o la electroterapia. A raíz de una experiencia en alto grado asombrosa de Josef Breuer, había nacido la esperanza de poder asistirlos en medida tanto mayor cuanto más se comprendiera la génesis, no averiguada hasta entonces, de sus síntomas patológicos. Así el psicoanálisis, en su origen una técnica puramente médica, se vio llevado desde el comienzo mismo a la exploración, al descubrimiento de unos nexos escondidos de más vastos alcances.
Su ulterior trayectoria lo alejó del estudio de las condiciones corporales de las enfermedades nerviosas en una medida extraña para el médico. En cambio, pasó a ocuparse de todo el contenido anímico que llena la vida humana, también de las personas sanas, normales e hipernormales. Debió prestar atención a los afectos y pasiones, sobre todo a aquellos que los poetas no se cansaban de describir y celebrar: los afectos de la vida amorosa; se percató del poder de los recuerdos, del insospechado valor de la primera infancia para la configuración de la vida madura, de la intensidad de los deseos, que falsean el juicio de los hombres y prescriben unas vías fijas a su bregar.
Durante todo un lapso, el psicoanálisis pareció llamado a convertirse en una psicología, sin poder indicar en qué la psicología del enfermo se distinguía de la del hombre normal. Pero entonces tropezó con el problema del sueño, que es un producto anímico anormal creado por hombres normales bajo condiciones fisiológicas recurrentes. Cuando el psicoanálisis solucionó el enigma de los sueños, halló en lo anímico inconciente el terreno común en que tenían sus raíces tanto las más elevadas como las más ínfimas mociones del alma, y desde el cual se alzaban las operaciones anímicas más normales y las desviadas patológicamente. Así se fue plasmando de manera cada vez más nítida y completa la imagen de la fábrica anímica. Unas fuerzas pulsionales oscuras, oriundas de lo orgánico, que procuran alcanzar metas congénitas; por encima de ellas, un tren de instancias de formaciones anímicas de superior organización -adquisiciones del desarrollo de la humanidad bajo la compulsión de su historia real- que han acogido porciones de esas mociones pulsionales, las han reformado o hasta les han asignado metas superiores, pero que en cualquier caso las ligan mediante enlaces fijos y gobiernan con sus fuerzas pulsionales siguiendo sus propios propósitos. Sin embargo, esta organización superior que nos es familiar como «el yo» ha desechado por inutilizable otra porción de esas mismas mociones pulsionales elementales, porque no podían adecuarse a la unidad orgánica del individuo o porque se rebelaban contra sus metas culturales. El yo no es capaz de desarraigar esos poderes anímicos no sometidos a él, pero se extraña de ellos, los deja estar en el nivel psicológico más primitivo, se pone a salvo de sus reclamos creando enérgicas formaciones de oposición y protección o busca saldar cuentas con ellos mediante unas satisfacciones sustitutivas. Indomeñadas e indestructibles, pero inhibidas en su quehacer en todos los órdenes, estas pulsiones que han caído bajo la represión, así como sus agencias representantes {Repräsentanz} primitivas dentro del alma, forman el mundo anímico subterráneo, el núcleo de lo inconciente propiamente dicho, dispuestas siempre a hacer valer sus reclamos y a empujar hacía adelante, y por cualquier rodeo, hacia su satisfacción. De ahí la labilidad de la orgullosa superestructura {Oberbau} psíquica, el avance nocturno de lo prohibido y reprimido en el sueño, la aptitud para contraer neurosis y psicosis tan pronto como la relación de fuerzas entre el yo y lo reprimido sufre un desplazamiento desfavorable a aquel.

Ya la reflexión más somera nos diría que semejante concepción de la vida del alma humana no
El psicoanálisis surgió del apremio médico; respondió a la necesidad de procurar auxilio a
podía permanecer limitada al ámbito del sueño y de las neurosis. Si había dado en lo cierto,
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tenía que valer también para el acontecer anímico normal, y aun en las operaciones superiores del espíritu humano debía ser posible pesquisar un nexo con esos factores discernidos en la patología: con la represión, con los empeños por dominar lo inconciente, con las posibilidades de satisfacción de las pulsiones primitivas. Desde entonces fue una tentación irresistible, un imperativo científico, aplicar los métodos de indagación del psicoanálisis, muy lejos de su suelo materno, a las más diversas ciencias del espíritu. Y hasta el trabajo psicoanalítico en los mismos enfermos recordaba sin cesar esa nueva tarea, pues era inequívoco que las formas singulares de las neurosis dejaban oír los más intensos ecos en las creaciones más valiosas de nuestra cultura. El histérico es sin ninguna duda un poeta, aunque figure sus fantasías en lo esencial por vía de mimesis y sin miramiento por la comprensión de sus prójimos; el ceremonial y las prohibiciones del neurótico obsesivo nos imponen el juicio de que se ha creado una religión privada, y aun las formaciones delirantes del paranoico muestran un indeseable parecido exterior, y un íntimo parentesco, con los sistemas de nuestros filósofos. Uno no puede apartar de sí la impresión de que en este caso unos enfermos emprenden, aunque de manera asocial, los mismos intentos para solucionar sus conflictos y apaciguar sus esforzantes necesidades que, cuando son realizados válidamente para una mayoría, reciben los nombres de poesía, religión y filosofía.
En 1913, Otto Rank y Hanns Sachs, en una obra en extremo conceptuosa, reunieron los resultados que la aplicación del psicoanálisis a las ciencias del espíritu había brindado hasta ese momento (vernota(225)). La mitología, la historia de la literatura y de lareligión parecen ser los campos más accesibles. Para el mito no se ha hallado aún la fórmula definitiva que le indicara su sitio dentro de esa conexión. En un importante libro sobre el complejo del incesto, Otto Rank (1912c) aportó la sorprendente prueba de que la elección del material, en particular en el caso de la creación dramática, está comandada por el ámbito de lo que el psicoanálisis ha llamado complejo de Edipo, mediante cuya elaboración en las más diversas modificaciones, desfiguraciones y disfraces, el creador literario procura tramitar su propia y más personal relación con este tema afectivo. El complejo de Edipo, vale decir la actitud afectiva hacia la familia -en sentido estricto, hacia el padre y la madre-, es justamente el material en cuyo dominio fracasa el neurótico individual y que por eso constituye por lo común el núcleo de su neurosis. Ahora bien, no debe su significación a una coincidencia incomprensible para nosotros, sino que los hechos biológicos de la larga heteronomía y la lenta maduración de la criatura humana, así como de la compleja senda de desarrollo de su capacidad amorosa, se expresan en este realce del vínculo con los padres y traen por consecuencia que la superación del complejo de Edipo coincida con el dominio más acorde al fin sobre la herencia arcaica, animal, del ser humano. Dentro de esta se hallan contenidas por cierto todas las fuerzas que serán indispensables para el posterior desarrollo cultural del individuo, pero primero es preciso que sean separadas y procesadas. Tal y como el individuo la trae consigo, esta herencia arcaica no sirve para los fines de la vida cultural social.
Hace falta otro paso para hallar el punto de partida hacia el abordaje psicoanalítico de la vida religiosa. Lo que hoy es herencia para el individuo fue adquisición nueva otrora, hace una larga serie de generaciones, que se lo han ido transfiriendo unas a otras. También el complejo de Edipo puede tener su historia de desarrollo, y acaso el estudio de la prehistoria lleve a colegirlo. La investigación científica supone que la vida de la familia humana fue en las remotas épocas primordiales muy diversa de lo que hoy la conocemos, y corrobora esta conjetura mediante hallazgos entre los primitivos que hoy viven. Si se somete el material etnológico y prehistórico disponible sobre este punto a una elaboración psicoanalítica, se obtiene un resultado inesperadamente preciso: en otros tiempos, Dios Padre andaba en persona sobre la Tierra y usó de su señorial poder como jefe de la horda de hombres primordiales hasta que sus hijos, aliados, lo mataron. Además, se descubre que por efecto de este crimen liberador y como reacción frente a él nacieron las primeras ligazones sociales, las limitaciones morales básicas y la forma más antigua de religión: el totemismo. Pero también las religiones posteriores se llenan de ese mismo contenido y se empeñan, por una parte, en borrar las huellas de aquel crimen o en expiarlo, introduciendo otras soluciones para la lucha entre padre e hijos, y por otra parte no pueden dejar de repetir una vez más la eliminación del padre. De ese modo, también en el mito se puede discernir el eco de aquel acontecimiento gigantesco que proyecta su sombra sobre todo el desarrollo de la humanidad.
Esta hipótesis, considerada por mí en 1912 en Tótem y tabú (1912-13), apoyándome en las intelecciones de Robertson Smith [1894], es la que Theodor Reik toma como base de sus estudios sobre problemas de la psicología de la religión, obra de la que aquí se publica el primer volumen(226). Fieles a la técnica psicoanalítica, estos trabajos parten de detalles de la vida religiosa no comprendidos hasta ahora, a fin de obtener mediante su esclarecimiento alguna noticia sobre las premisas más profundas y los fines últimos de las religiones, y en ningún momento pierden de vista el nexo entre los hombres del tiempo primordial y los primitivos de hoy, así como entre logro cultural y formación sustitutiva neurótica. En cuanto a lo demás, me es lícito remitirme a la «Introducción» del autor y formular la esperanza de que su obra encuentre acogida entre los especialistas.

La Editorial Psicoanalítica Internacional y los premios para trabajos psicoanalíticos

(Ver nota(227))
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En el otoño de 1918, un miembro de la Asociación Psicoanalítica de Budapest me comunicó que de las ganancias obtenidas por empresas industriales en el curso de la guerra se había apartado un fondo con fines culturales, sobre cuyo empleo él, junto con el burgomaestre de Budapest, el doctor Stephan Bárczy, podía decidir. Ambos habían resuelto consagrar esa considerable suma a los fines del movimiento psicoanalítico y trasferirme su administración. Acepté ese encargo, y ahora cumplo con el deber de agradecer públicamente al burgomaestre (que poco después recibió con tantos honores al Congreso Psicoanalítico realizado en Budapest), así como a ese miembro anónimo que ha prestado un servicio tan grande a la causa del psicoanálisis(228).
Utilicé ese fondo, que fue puesto a mi nombre y a mi disposición, para fundar una Editorial Psicoanalítica Internacional. Lo consideraba nuestra necesidad más importante en la presente situación.
Nuestras dos publicaciones periódicas, la Internationale Zeitschrift für ärztliche Psychoanalyse Imago, no sucumbieron durante la guerra, como les sucedió a muchas otras empresas científicas. Conseguimos mantenerlas, pese a que, como consecuencia de las trabas, cierre de fronteras y carestía del tiempo de guerra, sufrieron una considerable reducción de tamaño y entre número y número trascurrían intervalos indeseablemente largos. De los cuatro jefes de redacción de esas dos revistas (Ferenczi, Jones, Rank y Sachs), uno, en su carácter de nativo de un Estado enemigo, se vio aislado de nosotros: otros dos fueron movilizados y absorbidos por el servicio militar, y el doctor Sachs quedó a cargo de todo el trabajo, que realizó con sacrificio. Algunos' de los grupos psicoanalíticos locales se vieron precisados a suspender por completo sus reuniones; el número de colaboradores, así como el de suscriptores, se redujo; cabía prever que la natural insatisfacción del único editor pronto cuestionaría la existencia misma de ambas revistas, tan valiosas para nosotros. Y sin embargo, los más diversos indicios, que nos llegaban hasta de las trincheras del frente, nos decían que el interés de nuestros contemporáneos por el psicoanálisis no había disminuido. Opino que estaba justificado poner fin a esas dificultades y peligros mediante la fundación de una Editorial Psicoanalítica Internacional. Ella ya existe como sociedad de responsabilidad limitada, y es dirigida por el doctor Otto Rank, durante muchos años secretario de la Sociedad {Psicoanalítica} de Viena y corredactor de ambas revistas psicoanalíticas, que ha retomado su actividad al servicio del psicoanálisis tras varios años de servicio militar.
La nueva casa editorial, apoyada en los recursos provenientes de la donación de Budapest, se propone asegurar la aparición regular y una distribución confiable de ambas revistas. Tan pronto como las dificultades de las circunstancias externas lo permitan, les devolverá su anterior tamaño o acaso lo aumente, sin aumentar los costos para el suscriptor. Pero,, además, y sin aguardar a que se produzca esa mejoría, la editorial procederá a publicar libros y folletos dentro del campo del psicoanálisis médico y aplicado; y como no es una empresa con fines de lucro, podrá atender a los intereses de los autores mejor que lo que es habitual en las editoriales comerciales.
Al tiempo que se fundaba la editorial psicoanalítica, se decidió instituir, con los intereses de la donación de Budapest, dos premios anuales para trabajos sobresalientes, uno sobre
psicoanálisis médico y otro sobre el aplicado. Estos premios -que suman 1.000 coronas austríacas- no se conferirán a los autores, sino a los trabajos en sí mismos, de modo que un mismo autor pueda ser distinguido varias veces con un premio. El otorgamiento del premio para los trabajos publicados dentro de cierto lapso no incumbirá a un comité sino a una sola persona, la que en ese momento administre el fondo. De otro modo, si hubiera de instituirse un jurado formado por los analistas más experimentados y criteriosos, los trabajos de ellos quedarían fuera de competencia, y así podría fracasar el propósito de distinguir los logros ejemplares de la bibliografía psicoanalítica, En caso de que el juez vacile entre dos trabajos de valor aproximadamente parejo, tendrá la posibilidad de dividir el premio entre ambos sin que el otorgamiento de medio premio signifique una menor estima para el trabajo respectivo.
La intención es adjudicar estos premios todos los años, para lo cual se tomarán en cuenta todos los trabajos publicados en el lapso respectivo y que revistan significación para el psicoanálisis, pertenezca o no el autor a la Asociación Psicoanalítica Internacional,
La primera adjudicación ya se ha realizado y recayó sobre trabajos publicados durante la guerra, de 1914 a 1918. El premio para psicoanálisis médico se dividió entre el trabajo de Karl Abraham, «Untersuchungen über die früheste prägenitale Entwícklungsstufe der Libido» (Indagaciones sobre los más tempranos estadios pregenitales de la libido} (1916), el folleto de Ernst Simmel, Kriegsneurosen und «psychisches Trauma» (Neurosis de guerra y «trauma psíquico»} (1918). El premio para psicoanálisis aplicado se confirió al trabajo de Theodor Reik, «Die Pubertátsriten der Wilden» {Los ritos de pubertad entre los salvajes} (1915-16).
Nota aclaratoria
[Otros dos anuncios sobre el mismo tema, firmados ambos por Freud, aparecieron posteriormente; el primero llevaba por título «Preiszuteilungen» {Otorgamiento de premios} (Internationale Zeitschrift für Psychoanalyse, 7, pág. 381), y el segundo, «Preisausschreibung» {Concurso de premios}. (Ver nota(229)) El primero de ellos se publicó a fines de 1921:
«Otorgamiento de premios
»Una nueva donación del director de la Policlínica de Berlín (doctor Max Eitingon) me ha permitido reanudar la asignación de premios para trabajos psicoanalíticos destacados, iniciada en 1919 (véase esta misma revista, 5, pág. 138). El premio instituido para psicoanálisis médico fue asignado a las dos siguientes publicaciones de A. Stärcke (Den Dolder, Holanda): "Der Kastrationskomplex" {El complejo de castración) y "Psychoanalyse und Psychiatrie" {Psicoanálisis y psiquiatría} (ver nota(230)), contribuciones ambas a congresos la primera apareció en el volumen actual (7) de esta revista, y la segunda, como separata de ella (n° 4); los
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premios para psicoanálisis aplicado recayeron sobre los trabajos del doctor G. Róheim(Budapest): "Das Selbst" {El sí-mismo} y "Über australischen Totemismus" {Sobre el totemismo australiano} (ver nota(231)) (conferencia pronunciada en un congreso). El monto de cada premio es de mil marcos».
El segundo anuncio apareció a fines de 1922:
«Concurso de premios
»En el 7° Congreso Psicoanalítico Internacional, realizado en Berlín, fijé como tema de concurso "La relación de la técnica analítica con la teoría analítica". Debe indagarse en qué medida la técnica ha influido sobre la teoría y ambas se promueven u obstaculizan hoy recíprocamente.
»Los trabajos que aborden este tema pueden enviarse hasta el 1° de mayo de 1923 a mí dirección, que figura al pie. Deben presentarse de manera bien legible y con un seudónimo o consigna que identifique al autor, cuyo nombre se adjuntará en sobre cerrado. Los ensayos pueden estar escritos en alemán o inglés.
»Los doctores K. Abraham y M. Eitingon me asistirán en la evaluación de los trabajos enviados. El monto del premio es de 20.000 marcos, al valor del momento en que se realizó el Congreso.
»Berggasse 19, Viena IX».
Según una declaración oficial en la misma revista (10, pág. 106), no fueron presentados trabajos para hacerse acreedores a este premio; pero el tema se discutió en un simposio realizado durante el 8° Congreso Psicoanalítico, celebrado en Salzburgo en 1924.]

James J. Putnam

(Ver nota(232))
Entre las primeras noticias que nos llegaron de los países anglosajones tras el cese del bloqueo se encuentra la dolorosa información de la muerte de Putnam, el presidente del gran grupo psicoanalítico panamericano. Tenía setenta y dos años, mantuvo hasta el final la vivacidad de su espíritu y halló una muerte suave por parálisis cardíaca mientras se hallaba entregado al reposo, en noviembre de 1918. Putnam, hasta hace pocos años profesor de neuropatología en la Harvard University de Boston, fue el gran sostenedor del psicoanálisis en Estados Unidos. Sus numerosos trabajos teóricos (algunos de los cuales se publicaron por primera vez en la Internationale Zeitschrift) han contribuido enormemente, por su claridad, su riqueza conceptual y la decisión con que Putnam sustentaba sus posiciones, a crear para el psicoanálisis la estima de que hoy goza en Estados Unidos tanto en la formación psiquiátrica como en el juicio público. Pero acaso no influyó menos su ejemplo. Gozaba de universal respeto por su carácter intachable, y era sabido que para él sólo contaban los supremos miramientos éticos. Quienes lo conocieron personalmente debieron juzgar que era una de esas personas de tipo neurótico obsesivo felizmente compensadas, en quienes la nobleza ha pasado a ser una segunda naturaleza y se ha vuelto imposible el pacto con la vulgaridad.
Los analistas europeos se familiarizaron con la apariencia personal de Putnam por su participación en el Congreso de Weimar de 1911. La redacción de la revista espera incluir en su próxima entrega un retrato de nuestro estimado amigo y una apreciación detallada de sus logros científicos (ver nota(233)).

Víctor Tausk

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(Ver nota(234))
Entre las víctimas -por fortuna no muy numerosas- que la guerra se ha cobrado en las filas de los psicoanalistas es preciso incluir al doctor Victor Tausk, neurólogo de Viena, de talento poco común, quien voluntariamente puso fin a su vida aun antes que se firmase la paz.
Contaba apenas cuarenta y dos años, y desde hacía más de diez pertenecía al círculo íntimo de los partidarios de Freud. Originariamente jurista, el doctor Tausk se había desempeñado ya largo tiempo como juez en Bosnia cuando, bajo la impresión de graves vivencias personales, abandonó su carrera y se dedicó al periodismo, actividad para la cual lo habilitaba particularmente su vasta cultura general. Durante largos años cultivó el periodismo en Berlín, y en esa condición llegó a Viena, donde tomó conocimiento del psicoanálisis y pronto resolvió consagrársele por entero. Hombre maduro ya, y padre de familia, no le arredraron las grandes dificultades y sacrificios que le impondría un nuevo cambio de profesión, con el consiguiente descuido de su peculio durante varios años. El largo estudio de la medicina era para él sólo un medio para poder practicar el psicoanálisis.
Poco antes de estallar la Guerra Mundial, Tausk había obtenido su segundo doctorado(235) y se estableció como neurólogo en Viena, donde, en un lapso relativamente breve, conquistó notoriedad por una práctica en que obtuvo magníficos éxitos. De pronto, la guerra arrancó violentamente al joven y ambicioso médico de esa actividad, que le deparaba plena satisfacción y posibilidades de existencia. Llamado enseguida al servicio activo, el doctor Tausk, que pronto ascendió a médico jefe, cumplió sus deberes médicos con dedicación, recibiendo por ello reconocimiento oficial, en los diversos escenarios de la guerra: en el Norte y en los Balcanes (últimamente, en Belgrado). Debe destacarse aquí como un mérito especial que en el curso de la guerra, empeñando su íntegra personalidad y sin miramiento alguno por sí mismo, denunció públicamente los numerosos abusos que por desdicha tantos médicos toleraron en silencio o de los cuales incluso se hicieron cómplices (ver nota(236)).
El desgaste de varios años en el servicio activo no podía dejar de provocar un serio daño anímico en este hombre en extremo concienzudo. Ya en el último Congreso Psicoanalítico, realizado en setiembre de 1918 en Budapest y que reunió a los analistas tras largos años de separación, el doctor Tausk, que sobrellevaba una enfermedad física desde hacía varios años, mostró signos de una particular irritabilidad. Poco después, a fines del otoño del año pasado, fue dado de baja y regresó a Viena; íntimamente exhausto, se enfrentó con la difícil tarea de fundar una nueva existencia por tercera vez -y ahora en las más desfavorables circunstancias exteriores e interiores-. A ello se sumó que el doctor Tausk, quien deja dos hijos adolescentes para los cuales fue un padre devoto, estaba a punto de contraer nuevo matrimonio. Ya no se sintió capaz de afrontar las múltiples exigencias que le planteaba la dura realidad además de sus padecimientos. La mañana del 3 de julio [de 1919] puso fin a su vida.
El doctor Tausk era miembro de la Sociedad Psicoanalítica de Viena desde el otoño de 1909 y es conocido para los lectores de esta revista(237) por diversas contribuciones que sobresalen por una observación aguda, un juicio certero y una particular claridad expresiva. En esos trabajos se expresa nítidamente la formación filosófica que el autor supo aunar en feliz equilibrio con los métodos exactos de la ciencia natural. Su afán de fundamentación filosófica y claridad epistemológica lo llevaron a querer asir, pero también dominar, los harto difíciles problemas en toda su profundidad y en su significado más comprehensivo. En su fogoso esfuerzo investigador, muchas veces llegó acaso demasiado lejos en esta dirección; tal vez no era tiempo todavía de proporcionar un fundamento universal de esta índole a la ciencia del psicoanálisis, que aún se halla en devenir. El abordaje psicoanalítico de problemas filosóficos, para el cual Tausk demostró particulares dotes, promete ser cada vez más fecundo; uno de los últimos trabajos del extinto, que se refiere al psicoanálisis de la función del juicio -leído en el Congreso de Budapest y todavía inédito(238)-, es testimonio de esta orientación de su interés.
Junto a sus dotes e inclinación filosóficas, Tausk mostró también sobresalientes aptitudes médicas y psicológicas, y obtuvo bellos logros en este campo. Su actividad clínica, a la que debemos valiosas investigaciones sobre diversas psicosis (melancolía, esquizofrenia), justificaba las mejores esperanzas y le dio serias perspectivas de obtener la cátedra universitaria {Dozentur} para la que se había postulado.
Dotado de brillantes cualidades oratorias, el doctor Tausk prestó un señalado servicio al psicoanálisis dictando cursos en los que, a lo largo de varios años, introdujo a numerosos oyentes de ambos sexos en sus fundamentos y problemática. Su auditorio pudo admirar tanto la destreza pedagógica y la claridad de sus conferencias como la hondura con que trataba, cada uno de los temas.
Todos los que conocieron personalmente al extinto apreciaron su carácter franco, su honradez hacia sí mismo y hacia los demás, y su noble naturaleza, singularizada por una inclinación hacia lo perfecto y lo superior. Su temperamento apasionado se exteriorizó en críticas agudas, a veces muy duras, pero que él aunaba a un brillante don expositivo. Estas cualidades personales ejercían notable atracción sobre muchos, aunque tal vez disgustaban a otros. Sin embargo, nadie pudo sustraerse de la impresión de hallarse frente a un hombre de valía.
Varias cartas que ha dejado, en las cuales se declara partidario incondicional del psicoanálisis y formula la esperanza de que en tiempos no muy lejanos halle universal aceptación, testimonian lo que el psicoanálisis significó para él hasta el último instante. Arrebatado prematuramente de nuestra ciencia y del círculo de Viena, este hombre contribuyó en mucho, sin duda, a alcanzar la meta que alentaba aquella esperanza suya. Tiene asegurado el recuerdo en la historia del, psicoanálisis y de sus primeras luchas.
Notas finales 1 (Ventana-emergente - Popup) El presente historial clínico fue redactado poco después de terminado el tratamiento, en el invierno de 1914-15, bajo la impresión fresca de las reinterpretaciones que de los resultados del psicoanálisis pretendían hacer C. G. Jung y A. Adler. Se relaciona, pues, con mi ensayo «Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico», publicado en 1914 en el Jabrbuch der Psychoanalyse. Complementa el contenido de dicho ensayo, que es en lo esencial una polémica personal, mediante una apreciación objetiva del material analítico. En su origen estuvo destinado al volumen siguiente del Jahrbuch, pero como los impedimentos que opuso la Guerra Mundial [la Primera] postergaron sin término su aparición, me decidí a agregarlo a la presente colección [SKSN, 4 {cf. la «Lista de abreviaturas», supra, pág. xiv}], publicada por un nuevo editor [Heller en lugar de Deuticke]. En lasConferencias de introducción al psicoanálisis que pronuncié entretanto, en 1916-17, me vi llevado a tratar mucho de lo que estaba destinado a formularse por primera vez en este trabajo. El texto de la primera redacción no experimentó cambios de importancia; los agregados se ponen de relieve por medio de corchetes. [Hay sólo dos de estos últimos. {En el resto de este trabajo, como en todos los volúmenes de la edición de Amorrortu editores, los demás corchetes indican los agregados de James Strachey, según se aclara en la «Advertencia sobre la edición en castellano». Al término «reinterpretaciones» («Umdeutungen») que aparece en la presente nota, se le añadió en la versión inglesa de 1925, por indicación del propio Freud, el califi cativo de «retorcidas» («twisted reinterpretations»).}]
2 (Ventana-emergente - Popup)
De la historia de una neurosis infantil (1918 [1914])
«Aus der Geschichte einer inf antilen Neurose»
Ediciones en alemán
1918 SKSN, 4, págs. 578-717.
1922 SKSN, 5, págs. 1-140.
1924 Leipzig, Viena y Zurich: Internationaler Psychoanalytischer Verlag, 132 págs.
1924 GS, 8, págs. 439-567.
1931 Neurosenlebre und Technik, págs. 37-171.
1947 GW, 12, págs. 29-157.
1975 SA, 8, págs. 125-232.
Traducciones en castellano

1932 «Historia de una neurosis infantil». BN(17 vols.), 16, págs. 16l-(?). Traducción de Luis
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López-Ballesteros.
1943 Igual título. EA, 16, págs. 179-318. El mismo traductor.
1948 Igual título. BN (2 vols.), 2, págs. 693-750. El mismo traductor.
1953 Igual título. SR, 16, págs. 143-251. El mismo traductor.
1968 Igual título. BN (3 vols.), 2, págs. 785-841. El mismo traductor.
1972 Igual título. BN (9 vols.), 6, págs, 1941-2009El mismo traductor.
En la edición alemana de 1924 se introdujeron algunos cambios, principalmente en materia de fechas, y se agregó una larga nota al final.
Es este el más elaborado y, sin duda, el más importante de todos los historiales clínicos de Freud. Su protagonista, un acaudalado joven ruso, inició su análisis con él en febrero de 1910. Aquí se informa sobre su primer período de tratamiento, que se extendió hasta julio de 1 914, cuando Freud consideró terminado el caso. Comenzó a escribir el historial en octubre de ese año y lo concluyó a comienzos d e noviembre (ver nota). No obstante, postergó por cuatro años su publicación. Ningún cambio de importancia, nos dice, fue intro ducido en su forma definitiva, pero se le agregaron dos largos pasajes. La historia del caso luego de ese primer período fue descrita por Freud en la nota que añadió al final de la edición alemana de 1924 . Suministramos allí alguna información posterior a ún, procedente en parte de publicaciones subsiguientes
del propio Freud y en parte de datos que han salido a la luz después de l a muerte de este.
«En el "Foro abierto" de Zentralblatt für Psychoanalyse, 2, pág. 680, requerí de miscolegas que dieran a publicidad cualquier sueño sobrevenido en la infancia "cuya interpretación autorice la inferencia de que l os soñantes han sido en su primera infancia espectadores de un comercio sexual". Debo ahora agradecer a la doctora Mira Gincburg (de Breitenau-Schaffhausen) por una primera contribución que parece cumplir con las condiciones indicadas. Prefiero posponer la apreciación de este sueño hasta que dispongamos de un material más vasto, con vistas a un examen comparativo».
A esta nota le seguía el informe de la doctora Gincburg sobre el sueño en cuestión. Ese mismo año, Hitschmann informó acerca de un sueño si milar(Internationale Zeitschrift für ärztliche Psychoanalyse, 1, pág. 476), pero no hubo más comunicaciones de Freud sobre el t ema. En el curso de ese verano, empero, dio a publicidad «Materiales del cuento tradicional en los sueños» (1913d), donde de hecho se relataba el sueño de los lobos; la parte correspondiente de ese trabajo fue reproducida aquí. Y a principios del año siguiente apareció «Acerca del fausse reconnaissance ("déjà raconté") en el curso del trabajo psicoanalítico» (1914a)en que se describía otro episodio del caso y que también fue en parte reproducido aquíHay, asimismo, una referencia indirecta al «Hombre de los Lobos» en el examen de los tempranos recuerdos infantiles en «Recordar, repetir y reelaborar» (1914g), AE, 12, pág. 151.
El trabajo metapsicológico sobre «La represión» (1915d), publicado antes que este historial pero escrito con posterioridad, contiene un párrafo referido a la fobia del paciente a los lobos. Muchos años después, Freud volvió a ocuparse del caso al examinar las zoofobias de los niños en Inhibición, síntoma y angustia (1926d); en los capítulos IV y VII de esa obra, la fobia a los lobos de este paciente es comparada con la fobia a los caballos analizada en el caso del pequeño Hans (1909b).Finalmente, en uno de sus últimos trabajos, «Análisis terminable e interminable» (1937c), Freud hizo algunos comentarios críticos acerca de la innovación técnicade fijar un plazo al tratamiento, introducida en el presente caso.
Freud se refirió en varias oportunidades al caso del «Hombre de los Lobos» en obras editadas antes y desp ués de este historial; tal vez sea útil enumerar esas referencias. La primera evidencia impresa de su interés por el caso fue un párrafo que apareció con su firma, a comienzos del otoño de 1912en Zentralblatt für Psychoanalyse (vernota)cuya motivación evidente es el sueño de los lobos que constituye el elemento más destacado del historial:
«A los colegas que ejercen el análisis les solícito que reúnan y analicen cuidadosamente sueños de sus pacientes cuya interpretación autorice la inferencia de q ue los soñantes han sido en su primera infancia espectadores de un comercio sexual. Basta con una mera indicación para que se comprenda el particularísimo valor que revisten estos sueños en más de un aspecto. Desde luego, sólo habrán de considerarse probatorios los sueños que hayan sobrevenido durante la infancia misma y se los recuerde desde ella».
Otro pasaje acerca de este tema apareció a comienzos de 1913 en Internationale Zeitschrift für ärztliche Psychoanalyse (1, pág. 79)con el título « Sueños infantiles de significado especial»: *
Para Freud, la importancia fundamental de este historial clínico en el momento de su publicación residía claramente en el apoyo que le ofrecía para sus críticas a Adler, y, más aún, a Jung. Contenía pruebas concluyentes para refutar cualquier rechazo de la sexualidad infantil. Pero durante el tratamiento surgieron muchas otras cosas de gran valor, algunas de las cuales ya habían sido presentadas ante el mundo en el intervalo de cuatro años que medió entre la redacción del historial y su publicación. Por ejemplo, el nexo entre las «escenas primordiales» y las «fantasías primordiales», que condujo en forma directa al oscuro problema del posible carácter hereditario del contenido psíquico de estas últimas. Este problema, ya examinado en la 23ª de las Conferencias de introducción al psicoanálisis (1916-17), AE, 16, págs, 336-8, fue ulteriormente tratado aquí en dos pasajes añadidos por Freud. Asimismo, el notable material de la sección VII, relacionado con el erotismo anal del paciente, fue utilizado en «Sobre las trasposiciones de la pulsión, en particular del erotismo anal» (1917c).
Más importante todavía fue la luz que arrojó el presente análisis en cuanto a la fase anterior, oral, de organización de la libido, examinada con cierta extensiónLa primera referencia publicada de Freud a esta fase se halla en un párrafo agregado en 1915 a la tercera edición de los Tres ensayos de teoría sexual (1905d), AE, 7, pág. 180. El prólogo d e esta edición está fechado en «octubre de 1914», justamente el mes en que se dedicó a redactar el historial del «Hombre de los Lobos». Parece probable que el material «canibálico» revelado en este análisis haya tenido un papel destacado en la preparación de algunas de las más trascendentales teorías que ocuparon a Freud por esta época: las interrelaciones entre incorporación,
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identificación, la formación de un ideal del yo, el sentimiento de culpa y los estados patológicos de depresión. De estas teorías, a lgunas habían sido propuestas en el último ensayo de Tótem y tabú (1912-13), escrito a mediados de 1913y en «Introducción del narcisismo» (1914c), concluido a principios de1914; otras aparecerían en «Duelo y melancolía» (1917e)Si bien este último no se publicó hasta 1917, ya se le había dado su forma definitiva a comienzos de mayo de 1915, y muchas de las opiniones en él vertidas fueron expuestas por Freud en la Sociedad Psicoanalítica de Viena el 30 de diciembre de 1914, apenas unas semanas después de terminar la redacción de este historial (Jones, 1955, pág. 367).
De los hallazgos clínicos, quizás el principal fue la revelación del papel determinante que tuvieron en la neurosis del paciente sus mociones femeninas primarias. Sumuy marcada bisexualidad no hizo sino confirmar puntos de vista quc Freud había sostenido desde mucho tiempo atrás y que se remontaban a la época de su amistad con Fliess. Pero en sus escritos posteriores Freud hizo más hincapié que antes en el carácteruniversal de la bisexualidad y en la existencia de un complejo de Edipo «invertido» o «negativo», tesis que alcanzó su más clara expresión en el capítulo III de El yo y el ello (1923b), al tratar el complejo de Edipo «completo». Por otro lado, se resiste aquí fuertemente a la tentadora inferencia teórica de que motivos vinculados a la bisexualidad son los determinantes invariables de la represión, tema s obre el cual se explayaría poco después en «'Pegan a un niño"» (1919e).
Finalmente, tal vez sea legítimo llamar la atención s obre el extraordinario talento literario con que Freud expuso el caso. Enfrentaba una tarea de pionero: la de ofrecer una descri pción científica de sucesos psicológicos cuya novedad y complejidad no habían sido jamás imaginadas. El resultado es una obra que no sólo elude los peligros de la confusión y la oscuridad sino que, además, mantiene fascinado al lector desde el principio hasta el fin.
James Strachey
3 (Ventana-emergente - Popup)
[En las ediciones anteriores a 1924 decía aquí «su octavo año».]
4 (Ventana-emergente - Popup)
[Según Jones (1955), entre los destacados psiquiatras que consultó el paciente se contaron Ziehen, en Berlín, y Kraepelin, en Munich.]
5 (Ventana-emergente - Popup)
[En su historial clínico del pequeño Hans (1909b), AE, 10, págs. 7-8 y 84 y sigs., Freud se ocupó del valor probatorio que tiene el análisis de un niño.]
6 (Ventana-emergente - Popup)
[Cf. «Lo inconciente» (1915e), parte V.]
7 (Ventana-emergente - Popup)
[El problema de la duración de los análisis fue tratado por Freud en «Análisis terminable e interminable» (1937c).]
8 (Ventana-emergente - Popup)
[Las consecuencias de fijar un plazo al tratamiento fueron examinadas, con relación a este caso en particular, en la sección I del trabajo que acabamos de citar (1937c).]
9 (Ventana-emergente - Popup)
[Cf. HamIet, acto I, escena 5.]
10 (Ventana-emergente - Popup)
[En las ediciones anteriores a 1924 rezaba aquí «tal vez cuando tenía seis años».]
11 (Ventana-emergente - Popup)
2 1/2 años. Casi todas las fechas pudieron determinarse con certeza luego.
12 (Ventana-emergente - Popup)
En general, es lícito usar las comunicaciones de esta clase como un material digno de toda fe. Por eso parece tentador llenar sin esfuerzo alguno las lagunas que presenta el recuerdo del paciente mediante averiguaciones practicadas entre sus familiares. Pero yo desaconsejo esa técnica de manera terminante. Lo que los parientes refieren cuando se les pregunta y se les solicita información está expuesto a todos los reparos críticos que puedan concebirse. Por lo común, uno lamenta después haberse creado una dependencia de tales informes: ha estropeado la confianza dentro del análisis y ha instituido otra instancia por encima de él. Todo cuanto pueda ser recordado sale a la luz en la ulterior trayectoria del análisis mismo.
13 (Ventana-emergente - Popup)
{La palabra rusa (también empleada, por lo demás, en algunos países hispanoamericanos) para niñera o «chacha».}
14 (Ventana-emergente - Popup)
[Es probable que el paciente se refiriese a la finca en que vivíala familia durante la mayor parte del año. Poco tiempo después de ser vendidas las dos fincas primitivas, la familia adquirió una nueva, según informó Freud a los traductores de este trabajo al inglés {Alix y James Strachey}.]
15 (Ventana-emergente - Popup)
[«Schwalbenschwanz». Aquí y al principio de la sección VIII, en las ediciones anteriores a 1924 decía«Admiral» {literalmente, «almirante», nombre de un molusco de vivos colores}.]
16 (Ventana-emergente - Popup)
[Freud incursionó en este tema más extensamente en «Construcciones en el análisis» (1937d), sobre todo en la sección II.]
17 (Ventana-emergente - Popup)
[Esto se examina con más detenimiento en el estudio sobre Leonardo (Freud, 1910c), AE, 11, págs. 78-9.]
18 (Ventana-emergente - Popup)
[Véase un trabajo anterior de Freud, «Sobre la más generalizada degradación de la vida amorosa» (1912d).]
19 (Ventana-emergente - Popup)
[Para un examen más completo de las concepciones de Adler, véase la parte III de «Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico» (Freud, 1914d).]
20 (Ventana-emergente - Popup)
[Según las propias declaraciones del «Hombre de los Lobos», se refi ere a Lermontov.]
21 (Ventana-emergente - Popup)
[En las ediciones anteriores a 1924 decía «de los 3 1/4 a los 3 1/2 años».]
22 (Ventana-emergente - Popup)
{Sobre el uso de los verbos «pegar», «azotar», etc., véase la nota de la traducción castellana.}
23 (Ventana-emergente - Popup)
[Sobre las «fantasías de paliza», véase «Pegan a un niño"» (1919e).]
24 (Ventana-emergente - Popup)
Por aspiraciones pasivas entiendo aquí las de meta sexual pasiva, pero no estoy pensando en una mudanza pulsional, sino sólo en una mudanza de la meta.
25 (Ventana-emergente - Popup)
[Este uso poco común del término «ambivalencia» para referirse a la actividad y la pasividad es comentado por mí en una nota al pie de «Pulsiones y destinos de pulsión» (1915c), AE, 14, pág. 126, n. 26.]
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26 (Ventana-emergente - Popup)
[En el capítulo VII de Psicología de las masas y análisis del yo (1921c) se hallará una discusión más amplia de la identificación.]
27 (Ventana-emergente - Popup)
[Cf. «Los que delinquen por conciencia de culpa», tercera sección del ensayo de Freud «Algunos tipos de carácter dilucidados por el trabajo psicoanalítico» (1916d), AE, 14, págs. 338 y sigs.]
28 (Ventana-emergente - Popup)
Cf. «Materiales del cuento tradicional en los sueños» (1913d).
29 (Ventana-emergente - Popup)
«Véase la semejanza, destacada por O. Rank (1912a), entre estos dos cuentos tradicionales y el mito de Cronos».
30 (Ventana-emergente - Popup)
[Cf, La interpretación de los sueños (1900a), AE, 5, pág. 377.]
31 (Ventana-emergente - Popup)
Junto a esa fecha se consideró la edad de 1/2 año, mucho menos probable y en verdad apenas sostenible.
32 (Ventana-emergente - Popup)
Véanse las posteriores trasformaciones que experimentó este factor en la neurosis obsesiva. En los sueños sobrevenidos en el curso de la cura, sustitución por un viento fuerte. [Agregado en 1924:](«Aria» = «aire».)
33 (Ventana-emergente - Popup)
Relaciónese con ello el hecho de que el paciente sólo dibujó cinco lobos para su sueño, aunque el texto habla de seis
o siete.
34 (Ventana-emergente - Popup)
{La malaria es una enfermedad propia de la época estival en las zonas de clima templado.}
35 (Ventana-emergente - Popup)
[Quizá sería más clara la fórmula «n + 1/2 años». Debido al intervalo de 6 meses trascurrido entre el nacimiento del paciente y el verano, su edad en el momento del episodio traumático tenía que ser 0 año + 6 meses, o 1 año + 6 meses,
o 2 años + 6 meses, etc. No obstante, la edad de «0 + 1 1/2 año» queda excluida por lo dicho en la nota anterior, referida a "más o menos en 1 1/2 año".]
36 (Ventana-emergente - Popup)
Con ropa interior blanca: los lobos blancos.
37 (Ventana-emergente - Popup)
¿De dónde vienen las tres veces? En cierta oportunidad sostuvo repentinamente que yo había pesquisado ese detalle por interpretación. No era así. Se trató de una ocurrencia espontánea, sustraída de toda crítica ulterior, que él me atribuyó como era su costumbre, volviéndola digna de crédito mediante esa proyección.
38 (Ventana-emergente - Popup)
Opino que lo comprendió en la época del sueño, a los 4 años, no en la de la observación. Cuando contaba 1 1/2 año recibió las impresiones cuya comprensión con efecto retardado {nachträglich} le fue posibilitada luego, en la época del sueño, por su desarrollo, su excitación sexual y su investigación sexual.
39 (Ventana-emergente - Popup)
No cabe desembarazarse de la primera de estas dificultades mediante el supuesto de que en laépoca de la observación el niño probablemente fuera un año mayor, vale decir, tuviera 2 1/2 años, edad a la cual quizá ya poseyera plena capacidad lingüística. En el caso de mi paciente, todas las circunstancias colaterales excluían prácticamente ese desplazamiento de fechas. Por otra parte, téngase en cuenta que en el análisis no es raro en absoluto el descubrimiento de tales escenas de coito entre los padres. Ahora bien, su condición es, justamente, que correspondan a la más temprana infancia. Mientras más edad tenga el niño, más cuidado pondrán los padres -dentro de cierto nivel social- en no ofrecerle la oportunidad de realizar esa observación.
40 (Ventana-emergente - Popup)
[«Urszene». Parece ser esta la primera vez que Freud usó el término en una publicación, aunque ya lo había empleado, en un sentido casi idéntico, en su carta a Fliess del 2 de mayo de 1897 (Freud, 1950a, Cart a 61), AE, 1, pág. 289.]
41 (Ventana-emergente - Popup)
Tras esta reprimenda del maestro-lobo, se enteró de que la opinión general de sus condiscípulos era que el maestro, para apaciguarse, esperaba de él... dinero. Volveremos sobre esto. Imagino qué alivio significaría para la explicación racionalista de una historia infantil como esta que se pudiera suponer que toda la angustia ante el lobo partió en realidad del profesor de latín del mismo nombre, fue proyectada hacia la infancia y, apuntalándose en la ilustración del cuento, causó la fantasía de la escena primordial. Sólo que esto es insostenible; la prioridad temporal de la fobia al lobo y su ubicación en los años de infancia pasados en la primera finca está abonada por demasiadas pruebas. ¿Y el sueño alos 4 años?
42 (Ventana-emergente - Popup)
Ferenczi (1912a).
43 (Ventana-emergente - Popup)
En el sueño se dice 6 o 7. Seis es el número de los niños devorados; el séptimo se salvó escondiéndose en la caja del reloj. Sigue siendo ley rigurosa de la interpretación del sueño que todo detalle encuentre su esclarecimiento.
44 (Ventana-emergente - Popup)
Ahora que hemos logrado la síntesis de este sueño, intentaré una exposición panorámica de los vínculos entre su contenido manifiesto y los pensamientos oníricos latentes. [Véase la síntesis del primer sueño de «Dora» (1905e), AE, 7, págs. 77 y sigs.]
Es de noche y estoy en mi cama. Lo segundo es el comienzo de la reproducción de la escena primordial. «Es de noche» es desfiguración de «Yo había dormido». La observación «Sé que era invierno cuando soñé, y de noche» se refiere al recuerdo del sueño, no pertenece a su contenido. Es correcta: era una de las noches anteriores a su cumpleaños (o sea, al día de Navidad).
De repente, la ventana se abre sola. Cabe traducirlo: «De repente me despierto solo», recuerdo de la escena primordial. La historia del lobo que saltaba adentro por la ventana hace valer su influjo modificatorio y muda la expresión directa en una figural. Al mismo tiempo, la introducción de la ventana sirve para colocar en el presente lo que resta del contenido del sueño. La víspera de Navidad las puertas se abren de repentey uno ve frente a sí el árbol con los regalos. Aquí se hace valer entonces el influjo de la espera actual de la Navidad, que también incluye a la satisfacción sexual.
El nogal grande. Subrogador del árbol de Navidad, vale decir, actual: además, el árbol de la historia del lobo, en que se refugia el sastre perseguido y bajo el cual los lobos lo acechan. El árbol alto es también -de esto he podido convencerme a menudo- un símbolo de la observación, del voyeurismo. Si uno se sienta sobre el árbol puede ver todo lo que pasa abajo, y no es visto a su vez. Recuérdese la conocida historia de Boccaccio y anécdotas parecidas.
Los lobos. Su número: seis o siete. En la historia del lobo se tratade una manada sin indicación de número. La precisión de este último muestra la influencia del cuento de los siete cabritos, de los que seis fueron comidos. La sustitución del número de dos por una multitud, lo cual sería absurdo en la escena primordial, es bienvenida -por la resistencia- como un medio de desfiguración. En el dibujo agregado al sueño, el soñante dio expresión al número 5, probablemente destinado a corregir la indicación «Es de noche».
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Están sentados sobre el árbol. En primer lugar sustituyen a los regalos de Navidad pendientes del árbol; pero 46 (Ventana-emergente - Popup)
también están situados sobre el árbol porque eso puede significar que miran. En la historia del abuelo estaban agazapados abajo, alrededor del árbol. Por tanto, en el sueño se ha invertido su relación con el árbol, de lo cual cabe inferir que en el contenido del sueño se produjeron todavía otras inversiones del material latente.
Lo miraban con tensa atención. Este rasgo ha llegado al sueño enteramente desde la escena primordial, a expensas de un total trastorno.
Son totalmente blancos. Este rasgo en sí inesencial, destacado con fuerza en el relato del soñante, debe su intensidad a una vasta fusión de elementos provenientes de todos los estratos del material, y reúne además un detalle accesorio de las otras fuentes oníricas con un fragmento más significativo de la escena primordial. Este último determinismo procede sin duda de la ropa interior y las sábanas blancas de los padres; además, de lablancura de las majadas, de los perros ovejeros, como alusión a sus investigaciones sexuales en animales, y de lo blanco en el cuento de los siete cabritos, en que la madre es reconocida por su pata blanca. Luego entenderemos también la ropa blanca como alusión a la muerte. [De hecho, en lo que sigue no parece haber una referencia clara a este punto. Acaso haya una relación con el episodio de la mortaja.]
Estaban ahí sentados, inmóviles. Con esto es contradicho el contenido más llamativo de la escena observada: la movilidad, que, por la posición a que lleva, establece la conexión entre escena primordial e historia del lobo.
Tienen rabos como zorros. Está destinado a contradecir un resultado que se obtuvo por la repercusión de la escena primordial sobre l a historia del lobo y que ha de reconocerse como la conclusión más importante de la investigación sexual: «Por consiguiente, existe de hecho una castración». El terror con que es recibido este resultado del pensamiento se abre paso por fin en el sueño y lepone término.
La angustia de ser devorado por los lobos. Al soñante le pareció no motivada por el contenido del sueño. Dijo: «No habría debido sentir miedo, pues los lobos tenían más bien el aspecto de zorros o perros; tampoco se abalanzaban sobre mí como para morderme, sino que estaban muy tranquilos y no parecían temibles». Discernimos que el trabajo onírico se empeñó durante un lapso en volver inocuos los contenidos penosos mediante su mudanza en lo contrario. («Ellos no se mueven, tienen hermosísimos rabos».) Hasta que por último este recurso fracasa y estalla la angustia. Ella encuentra su expresión con auxilio del cuento en que los cabritos-hijos son devorados por el lobo-padre. Es posible que este contenido del cuento trajese a la memoria, a su vez, amenazas en broma del padre en sus juegos con el hijo, de suerte que la angustia de ser devorado por el lobo bien podría ser ala vez una reminiscencia y un sustituto por desplazamiento.
Las fuerzas motrices de deseo de este sueño son palmarias; a los deseos diurnos superficiales de que ojalá llegue ya la noche de Navidad con sus regalos (sueño de impaciencia) se asocia el deseo más profundo, permanente por esa época, de ser satisfecho sexualmente por el padre, deseo que al comienzo es sustituido por el de volver a ver lo que aquella vez resultó tan cautivante. Luego el proceso psíquico describe esta trayectoria: desde el cumplimiento de ese deseo en la escena primordial convocada, hasta la desautorización del deseo, que ahora se ha vuelto inevitable, yla represión.
El empeño de ofrecer al lector algún equivalente de la fuerza probatoria de un análisis que él mismo pudiera realizar me ha obligado a ,esta extensa y prolija exposición; acaso ella lo disuada también de pedir la publicación de casos cuyo análisis se haya extendido durante varios años.
45 (Ventana-emergente - Popup)
[Véase al respecto el trabajo de Freud «Sobre las teorías sexuales infantiles» (1908c), AE, 9, págs. 196-7.]
Acaso sólo daríamos razón de los enunciados del paciente suponiendo que el objeto de su observación fue primero un coito en posición normal, que debió despertarle la impresión de un acto sádico. Sólo después de esto se mudó la postura, de suerte que tuvo oportunidad de hacer otras observaciones y juicios. Sin embargo, esta hipótesis no fue certificada, y tampoco me parece indispensable. lo largo de la exposición resumida del texto no perdamos de vista la situación real, a saber: que el analizado expresaba, a la edad de 25 años, unas impresiones y mociones de su cuarto año de vida con palabras que en esa época no habría hallado. Si se descuida esta puntualización, fácilmente se hallará cómico e increíble que un niño de cuatro años pudiera ser capaz de tales juicios expertos y sabios pensamientos. Este es, simplemente, un segundo caso de posterioridad {Nachträglichkeit, «efecto retardado»}. Cuando tiene 1 1/2 año el niño recibe una impresión frente a la cual no puede reaccionar suficientemente; sólo la comprende y es capturado por ella cuando es reanimada a los cuatro años, y sólo dos decenios después, en el análisis, puede asir con una actividad de pensamiento concientelo que ocurrió entonces dentro de él. El analizado prescinde, pues, con razón de las tres fases temporales e introduce su yo presente en la situación del lejano pasado. Y lo seguimos en eso, ya que si una observación de sí y una interpretación son correctas, el efecto tiene que resultar como si uno pudiera desdeñar la distancia entre la segunda y la tercera fase temporal. Por lo demás, no tenemos ningún otro medio de describir los procesos de la segunda fase. [Esta teoría del «efecto retardado» ya había sido propuesta por Freud en Estudios sobre la histeria(1895d), AE, 2, págs. 175 y sigs., al examinar lo que denominó en esa oportunidad «histeria de retención». También dio una descripción muy detallada de este efecto en la histeria en su «Proyecto de psicología» de1895 (1950a), AE, 1, págs. 403 y 406. Pero en esas exposiciones primitivas los efectos de la escena primordial eran diferidos al menos hasta la pubertad, y en ningún momento se suponía en ellas que la propia escena primordial podía presentarse en una edad tan temprana como en el presente caso.]
47 (Ventana-emergente - Popup)
Más adelante, cuando estudiemos su erotismo anal , veremos de qué manera se las arregló luego con esta porte del problema.
48 (Ventana-emergente - Popup)
[Rank intentó después (1926) utilizar este sueño de los lobos en apoyo de sus concepciones acerca del análisis de la trasferencia. Sus argumentos fueron criticados por Ferenczi (1927), quien citó el texto de una carta del propio «Hombre de los Lobos» que Freud puso a su disposición.]
49 (Ventana-emergente - Popup)
[Véase sobre esto el trabajo de Freud «Construcciones en el análisis» (1937d).]
50 (Ventana-emergente - Popup)
Un pasaje de la primera edición de mi obra La interpretación de los sueños (1900a) prueba cuán temprano me ocupé de este problema. En la página 126 de esa obra [AE, 4, pág. 199] escribo, respecto del análisis de un dicho que apareció en un sueño, «De eso no tenemos más»: ese dicho provenía de mí mismo; unos días antes yo le había explicado [a la soñante] que «alas vivencias infantiles más antiguas no las tenemos más como tales, sino que son remplazadas en el análisis por "trasferencias" y sueños».
51 (Ventana-emergente - Popup)
El mecanismo del sueño, no puede ser influido, pero el material del sueño puede ser parcialmente comandado {Kommandieren}. [Cf. la sección VII de «Observaciones sobre la teoría y la práctica de la interpretación de los sueños» (1923c).]
52 (Ventana-emergente - Popup)
Tengo buenas razones para preferir esta otra formulación: «El extrañamiento de la libido respecto de los conflictos actuales». [La concepción de Freud sobre las relaciones entre libido e interés se expone en «Introducción del narcisismo» (1914c), AE, 14, págs. 77-9.]
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53 (Ventana-emergente - Popup)
[En las ediciones anteriores a1924 se leía «3 1/2 años»]
54 (Ventana-emergente - Popup)
[Los corchetes son de Freud.]
55 (Ventana-emergente - Popup)
[Freud (1916-17), 23ª conferencia.]
56 (Ventana-emergente - Popup)
{«No está claro», veredicto que se emite en un proceso judicial cuando las pruebas no son concluyentes.}
57 (Ventana-emergente - Popup)
Además, repetidas veces intenté desplazar hacia adelante la historia del enfermo al menos en un año, o sea situar la seducción en los 4 1/4 años, el sueño en el quinto cumpleaños, etc. Desde luego, en lo tocante a los intervalos no era posible ganar nada. Pero el paciente se mantuvo inflexible también acerca de estepunto, sin poder disipar, pese a ello, mis últimas dudas al respecto. En cuanto a la impresión que produce su historia y a todas las elucidaciones y conclusiones derivadas de ella, esa posposición en un año era por cierto indiferente.
58 (Ventana-emergente - Popup)
[Se refiere, por supuesto, al episodio en el Monte de los Olivos. Freud informó a los traductores de este trabajo al inglés que el error procedía del propia paciente.]
59 (Ventana-emergente - Popup)
En particular, azotes en el pene (cf. pág. 25 [y 45]).
60 (Ventana-emergente - Popup)
[Sobre este tema, Freud había escrito un trabajo poco tiempo atrás (1913i).]
61 (Ventana-emergente - Popup)
Nos enteraremos luego de que este síntoma se había desarrollado en su sexto año, cuando pudo leer.
62 (Ventana-emergente - Popup)
¡Suponiendo la naturaleza real de la escena primordial!
63 (Ventana-emergente - Popup)
[«El demonio», de Lermontov.]
64 (Ventana-emergente - Popup)
[Véase al respecto el escrito de Freud «Carácter y erotismo anal» (1908b).]
65 (Ventana-emergente - Popup)
El paciente comunicó que en su lengua materna no existe el {otro} uso notorio que se da en alemán a la expresión «Durchfall» para designar perturbaciones intestinales.
66 (Ventana-emergente - Popup)
Esta expresión tiene el mismo significado {eufemístico} en la lengua materna del paciente que en alemán {«hacerse encima»}.
67 (Ventana-emergente - Popup)
El efecto era idéntico si otro le administraba la lavativa o si lo hacía él mismo. [Acerca de este síntoma de «enajenación», véase la carta de Freud a Romain Rolland sobre «Una perturbación del recuerdo en la Acrópolis» (1936a), AE, 22, pág. 218.]
68 (Ventana-emergente - Popup)
[Cf. el historial clínico del «Hombre de las Ratas» (1909d), AE, 10, págs. 188-90.]
69 (Ventana-emergente - Popup)
[Esto ya había sido afirmado por Freud en su segundo trabajo sobre las neuropsicosis de defensa(1896b), AE, 3, pág.
169, y volvió a referirse a ello en Inhibición, síntoma y angustia (1926d), AE, 20, pág. 108.]
70 (Ventana-emergente - Popup)
{Literalmente, «intervenir en la conversación».}
71 (Ventana-emergente - Popup)
[La expresión se remonta a Estudios sobre la histeria (1895d), AE, 2, pág. 301.]
72 (Ventana-emergente - Popup)
No se determinó con más precisión cuándo ocurrió, pero sin duda fue antes del sueño angustioso de los 4 años, y probablemente antes del viaje de los padres.
73 (Ventana-emergente - Popup)
En esto es probable que no se equivocara.
74 (Ventana-emergente - Popup)
O mientras no entendió el coito de los perros.
75 (Ventana-emergente -Popup)
Es fácil comprobar, creo, que los lactantes sólo ensucian con sus excrementos a personas a quienes conocen y aman; los extraños no merecen esa distinción de su parte. En Tres ensayos de teoría sexual (1905d) [ AE, 7, págs. 168-70] consigné el primerísimo empleo de la caca para la estimulación autoerótica de la mucosa intestinal; ahora avanzamos hasta inteligir que para la defecación se vuelve decisivo el miramiento por un objeto a quien el niño obedece o quiere agradar. Esta relación prosigue luego, puesto que también el niño de más edad sólo admite ser sentado a la bacinilla o socorrido al orinar por ciertas personas privilegiadas, en lo cual entran en cuenta, además, otros propósitos de satisfacción.
76 (Ventana-emergente - Popup)
En el inconciente, como sabemos, no existe el «No», y no hay distinción entre los opuestos. La negación sólo es introducida por el proceso de la represión. [Cf. «Lo inconciente» (1915e), sección V, y el posterior trabajo sobre «La negación» (1925b).]
77 (Ventana-emergente -Popup)
Lo mismo las sabandijas, que en sueños y fobias suelen hacer las veces de niños pequeños.
78 (Ventana-emergente - Popup)
[«Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia (dementia paranoides) descrito autobiográficamente» (Freud, 1911c), sección I.]
79 (Ventana-emergente - Popup)
El niño trata a la caca enteramente como una parte de su cuerpo.
80 (Ventana-emergente - Popup)
«Acerca del fausse reconnaissance ("déjà raconté") en el curso del trabajo psicoanalítico» (1914) [AE, 13, pág. 210].
81 (Ventana-emergente - Popup)
Cf. «Materiales del cuento tradicional en los sueños» (1913d). Rectificación en un relato posterior: «Creo, que no tajaba el árbol. Eso es una confusión con otro recuerdo, que sin duda tiene que haber sido falseado por vía alucinatoria: que yo hacía en un árbol un corte con el cuchillo y entonces manaba sangre del árbol».
82 (Ventana-emergente - Popup)
[El alma de Clorinda, la amada de Tancredo, estaba presa en un árbol; ignorante de ello, Tancredo descargó su espada sobre el árbol y manó sangre. Esta historia es narrada por Freud con más detalle, en relación con la «compulsión de repetición», en Más allá del principio de placer (1920g), AE, 18, pág, 22.]
83 (Ventana-emergente - Popup)
Ya sabemos esto con respecto a la ñaña, y lo averiguaremos después acerca de otra mujer.
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84 (Ventana-emergente - Popup)
Entre los más torturantes, pero también más grotescos, síntomas de su padecimiento posterior se contaba su relación con cada... sastre a quien encargaba un traje: su respeto ysu intimidación ante esa alta persona, sus intentos de granjearse su simpatía mediante propinas desmedidas, y su desesperación por el resultado del trabajo, comoquiera que saliese este. [«Sastre» es en alemán «Schneider»;literalmente, «cortador». Recuérdese que fue un sastre el que arrancó al lobo su rabo (págs. 30-1).]
85 (Ventana-emergente - Popup)
En este contexto señalo la existencia de sueños posteriores al angustioso, pero que ocurrieron todavía en la primera finca y figuraban la escena del coito como un proceso entre cuerpos celestes.
86 (Ventana-emergente - Popup)
{En alemán, «Mitleid», que evoca -como en castellano- «sufrir (uno mismo) con».}
87 (Ventana-emergente - Popup)
[Una infección gonorreica. Cf. pág. 9.]
88 (Ventana-emergente - Popup)
{Teólogo y reformador checoslovaco (1369-1415).}
89 (Ventana-emergente - Popup)
Es muy asombroso que la reacción de la vergüenza se conecte de manera tan estrecha con la micción involuntaria (tanto diurna como nocturna), y no, como uno habría esperado, también con la incontinencia intestinal. La experiencia no admite ninguna duda sobre este punto. Da que pensar, asimismo, el nexo regular entre la incontinencia de orina y el fuego. Es posible que en estas reacciones y nexos estén presentes unos precipitados de lahistoria cultural de la humanidad, de raíces más profundas que todo cuanto se ha conservado para nosotros por sus huellas en el mito y en el folklore. [Sobre la relación entre enuresis y fuego, véase el caso de «Dora» (1.905e), AE, 7, págs. 63-4, así como una nota al pie de El malestar en la cultura (1930a), AE, 21pág. 89, y el trabajo que Freud dedicó al tema en fecha posterior (1932a).]
90 (Ventana-emergente - Popup)
Se sitúa cerca de los 2 1/2 años, entre la presunta observación del coito y la seducción.
91 (Ventana-emergente - Popup)
¡Antes del sueño!
92 (Ventana-emergente - Popup)
[En el alemán hablado en Austria, «Espe» y «S.P.» se pronunciarían exactamente igual.]
93 (Ventana-emergente - Popup)
[Cf. «Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en laetiología de las neurosis» (1906a), AE, 7, págs, 264 y sigs.]
94 (Ventana-emergente - Popup)
[Los corchetes son de Freud.]
95 (Ventana-emergente - Popup)
[Freud (1916-17), AE, 16, págs. 334-8.]
96 (Ventana-emergente - Popup)
Su libro fue publicado en fecha más tardía que mis Conferencias de introducción y no pudo haber influido en ellas.
97 (Ventana-emergente - Popup)
[De esto se ocupa Freud más extensamente en «Una dificultad del psicoanálisis»]
98 (Ventana-emergente - Popup)
El posible sentido colateral de que el velo figure al himen que se desgarra en el comercio sexual con el varón no armoniza bien con la condición de salud ni posee nexo alguno con la vida del paciente, para quien la virginidad carecía de valor.
100 (Ventana-emergente - Popup)
[Cf. Silberer, 1914. Este término de Silberer es explicado y comentado en un agregado hecho por Freud en 1919 a La interpretación de los sueños (1900a), AE, 5, pág. 518.]
101 (Ventana-emergente - Popup)
[Véase el examen del complejo de Edipo «completo» en el capítulo III de El yo y el ello (1923b).]
102 (Ventana-emergente - Popup)
Confieso que este es el problema más espinoso de toda la doctrina analítica. No he necesitado de las comunicaciones de Adler o de Jung para ocuparme críticamente de la posibilidad de que esas vivencias infantiles olvidadas (y vivenciadas a una edad inverosímilmente temprana), que el análisis postula, descansen más bien en fantasías creadas a raíz de ocasiones posteriores, y que deba admitirse la exteriorización de un factor constitucional o de una predisposición conservada por vía filogenética toda vez que se cree hallar en los análisis el eco de una vivencia infantil de esa índole. Al contrario: ninguna duda me ha reclamado más, ninguna otra incertidumbre me hizo abstenerme tan decididamente de ciertas publicaciones. He sido el primero en reconocer tanto el papel de las fantasías en la formación de síntoma como el del «fantaseo retrospectivo» desde incitaciones posteriores hacia la infancia, y la sexualización de esta última con posterioridad {nachträglich};ninguno de mis oponentes ha señalado este hecho. (Cf. La interpretación de los sueños (1900a), 1ª ed., pág.49,y «Apropósito de un caso de neurosis obsesiva» (1909d) [ AE, 10,págs.162-3n.].)Si a pesar de ello he adoptado la concepción más difícil einverosímil, ello fue con argumentos como los que se imponen al investigador en el caso aquí descrito o en el de cualquier otra neurosis infantil, y que ahora vuelvo a presentar al lector para que decida por sí mismo.
[La referencia a la página 49de la primera edición de La interpretación de los sueños que figura en todas las ediciones de este trabajo correspondería aAE, 4, págs.93-4, pero ahí no se encuentra ningún pasaje pertinente y sin duda se trata de un error en la indicación de la página. Parece probable que Freud tuviera en mente un pasaje de la página 198 de la primera edición de La interpretación de los sueños, que corresponde aAE, 4, pág. 296. En él emplea la misma expresión, «fantaseo retrospectivo» («Zurückphantasieren»), que en la presente nota. En su temprano trabajo «Sobre los recuerdos encubridores» (1899a), AE, 3, págs. 297 y sigs., y 315n., Freud considera fenómenos vinculados con este «fantaseo retrospectivo».]
103 (Ventana-emergente - Popup)
[Véase la sección agregada en1915a los Tres ensayos de teoría sexual (1905d), AE, 7, pág. 180, y «Pulsiones y destinos de pulsión» (1915c).]
104 (Ventana-emergente - Popup)
[En las ediciones anteriores a 1924 decía «3 3/4 años».]
105 (Ventana-emergente - Popup)
[Freud insistió desde sus primeras épocas en los efectos traumáticos de una excitación hipertrófica; por ejemplo, en su «Proyecto de psicología» de 1895 (1950a),AE, 1, pág. 351. En Inhibición, síntoma y angustia (1926d), AE, 20, pág, 90, escribe: «Es enteramente verosímil que factores cuantitativos como la intensidad hipertrófica de la excitación y la ruptura de la protección antiestímulo constituyan las ocasiones inmediatas de las represiones primordiales».]
106 (Ventana-emergente - Popup)
[Freud se ocupa con más detalle de la teoríade Adler sobre la represión en la última parte de «Pegan a un niño"» (1919e).]
[Por «la excepción» debe entenderse «la única condición que le devuelve la salud».] 107 (Ventana-emergente - Popup99 (Ventana-emergente - Popup)Como consigné, la escena con Grusha fue recordada espontáneamente por el paciente, y en ella no tuvo parte
82
ninguna construcción ni incitación del médico. Sus lagunas fueron llenadas por el análisis de una manera que merece el título de intachable, siempre que se reconozca el valor del modo de trabajo del análisis. Pero un esclarecimiento racionalista de esta fobia podría decir: No es nada insólito que un niño predispuesto a estados de angustia sufra un ataque de angustia ante una mariposa veteada de amarillo, probablementea consecuencia de una inclinación heredada a la angustia. (Cf. Stanley Hall, 1914.) Por ignorarse esa causa, se busca un anudamiento infantil para la angustia, y se aprovecha el azar de la identidad de nombre y del retorno de las vetas para construir la fantasía de una aventura con la niñera todavía recordada. Empero, puesto que las circunstancias accesorias del episodio en sí inocente -la acción de fregar, la cuba y la escoba- muestran en la vida posterior el poder para comandar de modo permanente y compulsivo la elección de objeto de este hombre, la fobia ante la mariposa se volvería [con esa concepción racionalista] incomprensible. La situación sería por lo menos tan asombrosa como la que yo postulo, arruinándose así la ganancia que procuraría la concepción racionalista de estas escenas. Además, la escena con Grusha adquiere para nosotros un valor particular porque en torno de ella podemos preparar nuestro juicio acerca de la escena primordial, menos segura.
108 (Ventana-emergente - Popup)
[El posterior cambio de opinión de Freud sobre los vínculos entre la represión y la angustia se explica en Inhibición, síntoma y angustia (1926d), AE,20, especialmente págs, 104-5 y 150-2.]
109 (Ventana-emergente - Popup)
Tótem y tabú (1912-13) [AE, 13, pág. 149].
110 (Ventana-emergente - Popup)
[El valor de la religión para el individuo se analiza en El porvenir de una ilusión (1927c).]
111 (Ventana-emergente - Popup)
[AE, 7, págs. 221-2.]
112 (Ventana-emergente - Popup)
[El tema de la «inercia psíquica» fue tratado por Freud al final de «Un caso de paranoia que contradice la teoría psicoanalítica» (1915f), AE, 14, pág. 272, trabajo publicado antes que el presente historial pero escrito probablemente después. En una nota al pie doy allí una serie de remisiones a otros pasajes en que consideró ese tema.]
113 (Ventana-emergente - Popup)
Cf. «Sobre los tipos de contracción de neurosis» (1912c).
114 (Ventana-emergente - Popup)
Me es lícito prescindir de que esta conducta sólo fue aprehendida en palabras dos decenios después, dado que todos los efectos que derivamos de la escena ya se habían exteriorizado mucho antes del análisis, en la infancia, en forma de síntomas, obsesiones, etc. Y en esto es indiferente que se los quiera considerar escena primordial o fantasía primordial.
115 (Ventana-emergente - Popup)
Otra vez debo destacar que estas reflexiones serían ociosas si el sueño y la neurosis no se hubieran producido en la infancia.
116 (Ventana-emergente - Popup)
[Nota agregada en 1924:] Vuelvo a resumir la cronología de los episodios mencionados en esta historia:
Nacimiento el día de Navidad.
1 1/2 año: Malaria. Observación del coito de los padres o de su estar juntos, en que después introdujo la fantasía del coito.
Poco antes de los 2 1/2 años: Escena con Grusha.
2 1/2 años: Recuerdo encubridor de la partida de los padres con la hermana. Ese recuerdo lo muestra solo con la Saña, y así desmiente a Grusha y la hermana. Antes de los 3 1/4 años: Queja de la madre al médico.
3 1/4 años: Comienzo de la seducción por la herm ana; poco después, amenaza de castración por la ñaña. 3 1/2 años: La gobernanta inglesa. Comienzo de la alteración del carácter. 4 años: Sueño de los lobos, génesis de la fobia. 4 1/2 años: Influjo de la historia bíblica. Emergencia de los síntomas obsesivos.
Poco antes de los 5 años: Alucinación de la pérdida del dedo.
5 años: Abandono de la primera finca. Después de los 6 años: Visita al padre enfermo [compulsión de espiración]. 8 años -10 años: Ultimos estallidos de la neurosis obsesiva. [17 años : quebrantamiento desencadenado por la gonorrea.]
[23 años: Comienzo del tratamiento.]
[Las fechas de los siguientes acontecimientos no se establecieron con exactitud: Entre la escena primordial (1 1/2 año) y la seducción (3 1/4 años): Perturbación en el comer. Dentro del mismo lapso: El mudo acarreador de agua. Antes de los 4 años: Posible observación de perros copulando. Después de los 4 años: Angustia ante la mariposa (el macaón).1
Mi exposición ha permitido colegir con facilidad que el paciente era ruso. Lo di de alta, a mi juicio restablecido, pocas semanas antes del inesperado estallido de la [Primera] Guerra Mundial, y sólo volví a verlo cuando las vicisitudes de la guerra abrieron a las potencias centrales el acceso a la Rusia meridional, Acudió entonces a Viena y me informó de un afán, que le había sobrevenido poco después de terminada la cura, por librarse de la influencia del médico. En unos meses de trabajo se logró dominar un fragmento de la trasferencia todavía no superado; desde ese momento, el paciente, a quien la guerra privó de su patria, de su fortuna y de todos sus vínculos familiares, se sintió normal y tuvo un comportamiento intachable. Acaso justamente su miseria, por la satisfacción de su sentimiento de culpa,
83
contribuyó a afianzar su restablecimiento.
[Tal vez interese añadir algunos apuntes sobre la historia ulterior del caso. El primer período de análisis se extendió entre febrero de 1910 y julio de 1914. El paciente retornó a Viena en la primavera de 1919 y prosiguió el tratamiento con Freud de noviembre de 1919 a febrero de 1920. En unos comentarios sobre el caso contenidos en «Análisis terminable e interminable» (1937c), AE, 23, pág. 221, Freud informa que luego de su segundo período de análisis el paciente continuó residiendo en Viena y mantuvo en general su estado de salud, salvo algunas recaídas ocasionales. A raíz de estos episodios fue tratado, por consejo de Freud, por una de sus discípulas, la doctora Ruth Mack Brunswick, quien publicó un detallado informe (Brunswick, 1928a) sobre esta fase ulterior del tratamiento -la cual abarcó desde octubre de 1926 hasta febrero de 1927-. Ese informe fue reimpreso luego en la obra compilada por R. Fliess, The PsychoAnalytic Reader, en 1948; allí, la doctora Brunswick añadió una nota, fechada en setiembre de 1945, en la que resumía la evolución del paciente hasta 1940. Muriel Gardiner dio a conocer más tarde otro informe (1952) referido a las graves dificultades que sobrellevó el paciente durante la Segunda Guerra Mundial y la manera como reaccionó frente a ellas. Se hallará una descripción completa del caso en el segundo volumen de la biografía de Ernest Jones (1955), págs. 306-12.
En fecha todavía más reciente apareció, editada por Muriel Gardiner, la obra The Wolf Man and Sigmund Freud (1971), que además de reproducir en parte este historial clínico incluye varios capítulos autobiográficos del propio paciente, los subsiguientes informes de Brunswick y Gardiner, así corno una cantidad considerable de nuevo material v comentarios de la doctora Gardiner.]
117 (Ventana-emergente - Popup)
Sobre las trasposiciones de la pulsión, en particular del erotismo anal (1917)
«Über Triebumsetzungen, insbesondere der Analerotik»
Ediciones en alemán
1917 Int. Z. ärztl. Psychoanal ., 4, n° 3, págs. 125-30.
1918 SKSN, 4, págs. 139-48. (1922, 2ª ed.)
1924 GS, 5, págs. 268-76.
1926 Psychoanalyse der Neurosen, págs. 40-9.
1931 Sexualtheorie und Traumlebre, págs. 116-24.
1946 GW, 10, págs. 402-10.
1973 SA, 7, págs. 123-31.
Traducciones en castellano 1929 «Sobre las transmutaciones de los instintos y especialmente del erotismo anal». BN (17 vols.), 13, págs. 154-62. Traducción de Luis López-Ballesteros.
1943Igual título. EA, 13, págs. 159-67. El mismo traductor.
1948 I gual título. BN (2 vols.), 1, págs. 1011-5. El mismo traductor.
1953Igual título. SR, 13, págs. 125-31. El mismo traductor.
1967Igual título. BN (3 vols.), 1, págs. 999-1003. El mismo traductor.
1972Igual título. BN (9 vols.), 6, págs. 2034-8. El mismo traductor.
Aunque este artículo no se publicó hasta 1917, es probable que haya sido escrito bastante tiempo antes, tal vez incluso en 1915. En esa época, a causa de las dificultades de la guerra, era inevitable que las publicaciones sufrieran largas demoras. Lo esencial del artículo ya estaba contenido en un párrafo agregado a la edición de 1915 de los Tres ensayos de teoría sexual (1905d), AE, 7, pág. 169. Además, varias de sus conclusiones parecen derivar del análisis del «Hombre de los Lobos» (1918b), cuyo historial fue en su mayor parte redactado en el otoño de 1914. En la sección VII de dicho historial se ilustra con cierto detalle
la tesis del presente trabajo.
James Strachey
118 (Ventana-emergente - Popup)
Cf. «Carácter y erotismo anal» (1908b).
119 (Ventana-emergente - Popup)
Cf. «La predisposición a la neurosis obsesiva» (1913i).
120 (Ventana-emergente - Popup)
[Las relaciones entre las heces y el dinero (o el oro) se examinan con cierta amplitud en el trabajo antes citado (Freud, 1908b).]
121 (Ventana-emergente - Popup)
[Se hallará un sueño ilustrativo en La interpretación de los sueños (1900a), AE, 5, págs. 367-9.]
122 (Ventana-emergente - Popup)
[Véase al respecto «Introducción del narcisismo» (1914c), AE, 14, págs. 85-8.]
123 (Ventana-emergente - Popup)
[«Lumpf» era el término empleado por el pequeño Hans para designar las heces; cf. «Análisis de la fobia de un niño de cinco años» (1909b), AE, 10, págs, 46 y 58, n. 35.]
124 (Ventana-emergente - Popup)
[Cf. «Sobre las teorías sexuales infantiles» (1908c)]
125 (Ventana-emergente - Popup)
En su trabajo «"Anal" und "Sexual"» (1916). [En 1920, Freud agregó una notaal pie al segundo de sus Tres ensayos
84
de teoría sexual (1905d), AE, 7, pág. 170, en la que sintetizaba el contenido de dicho trabajo.]
126 (Ventana-emergente - Popup)
Una dificultad del psicoanálisis. (1917 [1916])
«Eine Schwierigkeit der Psychoanalyse»
Primera edición
1917 «A pszihoanalizis egy nehézségéröl», Nyugat (Budapest), 10, n° 1, págs. 47-52.(Traducción al húngaro.)
Ediciones en alemán
1917 Imago, 5, n° 1, págs. 1-7. 1918 SKSN, 4, págs. 553-63. (1922, 2ª ed.) 1924 GS, 10, págs. 347-56. 1947 GW, 12, págs. 3-12.
Traducciones en castellano
1943«Una dificultad del psicoanálisis». EA, 18, págs. 9-20. Traducción de Ludovico Rosenthal. 1948Igual título. BN (2 vols.), 2, págs. 1016-20. Traducción de Luis López-Ballesteros. 1953Igual título. SR, 18, págs. 13-22. Traducción de Ludovico Rosenthal. 1968Igual título. BN (3 vols.), 2, págs. 1108-12. Traducción de Luis López-Ballesteros. 1974Igual título. BN (9 vols.), 7, págs. 2432-6. El mismo traductor.
H. Ignotus, destacado hombre de letras húngaro de la época, invitó a Freud para que colaborara con un artículo en la revista Nyugat, de la que aquel era director; el resultado fue este trabajo, que evidentemente tenía por destinatario a lectores cultos pero poco informados. Escrito a fines de 1916, se lo publicó por primera vez en traducción al húngato a comienzos de 1917. El original alemán apareció en Imago dos o tres meses más tarde.
En un trabajo varios años posterior(1925e), Freud examinó con más amplitud las resistencias contra las teorías psicoanalíticas. La primera parte del presente artículo es, desde luego, un resumen de «Introducción del narcisismo» (1914c). Las tres «afrentas al amor propio» de los seres humanos se mencionan también al final de la 18ª de las Conferencias de introducción al psicoanálisis (1916-17), AE, 16, págs. 260-1, a cuya redacción se puso término más o menos por la misma época en que fue escrito este trabajo.
James Strachey
127 (Ventana-emergente - Popup)
[Freud alude aquí, casi con certeza, a un pasaje de El mundo como voluntad y representación (cuya primera edición data de 1819) que hemos reproducido en un «Apéndice» a «Las resistencias contra el psicoanálisis» (1925e), AE, 19, págs, 236-7. En ese «Apéndice» enumeramos también otros lugares en que Freud se refiere en sus escritos a esta concepción de Schopenhauer.]
128 (Ventana-emergente - Popup)
Un recuerdo de infancia en Poesía y verdad (1917) «Eine Kindheitserinnerung aus Dichtung und Wahrheit»
Ediciones en alemán
1917 Imago, 5, n° 2, págs. 49-57.
1918 SKSN, 4, págs. 564-77. (1922, 2ª ed.)
1924 GS, 10, págs. 357-68.
1924 Dichtung und Kunst págs. 87-98.
1947 GW, 12, págs. 15-26.
1975 SA, 10, págs. 255-66.
Traducciones en castellano
1943«Un recuerdo de infancia en "Poesía y verdad" de Goethe». EA, 18, págs. 169-83. Traducción de Ludovico Rosenthal.
85
1948«Un recuerdo infantil de Goethe en "Poesía y verdad"». BN (2 vols.), 2, págs. 1036-41. Traducción de Luis López-Ballesteros.
1953«Un recuerdo de infancia en "Poesía y verdad" de Goethe». SR, 18, págs. 139-50. Traducción de Ludovico Rosenthal.
1968«Un recuerdo infantil de Goethe en "Poesía y verdad"». BN (3 vols.), 3, págs. 1128-33. Traducción de Luis López-Ballesteros.
1974Igual título. BN (9 vols.), 7, págs. 2437-43. El mismo traductor.
La primera parte de este artículo fue expuesta por Freud ante la Sociedad Psicoanalítica de Viena el 13 de diciembre de 1916, y la segunda parte, el 18 de abril de 1917; el trabajo en sí no fue escrito hasta setiembre de este último año, mientras regresaba de su veraneo en los montes Tatra, de Hungría. La fecha de publicación es incierta, y a que a la sazón Imago aparecía en forma muy irregular como consecuencia de la guerra. En una larga nota agregada en 1919 a Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci (1910c), AE, 11, págs. 79-80, n. 5, Freud resume las conclusiones a que llega en el presente trabajo.
James Strachey
129 (Ventana-emergente - Popup)
[Véase el capítulo IV de Psicopatología de la vida cotidiana(1901b).]
130 (Ventana-emergente - Popup)
[Véase una nota al pie en el historial del «Hombre de las Ratas» (1909d), AE, 10, pág. 128.]
131 (Ventana-emergente - Popup)
(Nota agregada en 1924:) Aprovecho esta oportunidad para rectificar una afirmación incorrectaque no habría debido hacer. El hermano menor es, en efecto, mencionado y descrito en un pasaje posterior de ese Libro Primero, araíz del recuerdo de las penosas enfermedades bajo las cuales también este hermano «sufrió no poco»: «Era de naturaleza tierna, tranquilo y voluntarioso. Nunca habíamos trabado una verdadera relación, aunque lo cierto es que apenas sobrevivió a los años de la infancia».
132 (Ventana-emergente - Popup)
[Cf. La interpretación de los sueños (1900a), AE, 4, pág. 261.]
133 (Ventana-emergente - Popup)
Un error pasajero de naturaleza llamativa. Es innegable que fue inducido ya por la tendencia a eliminar al hermano. (Cf. Ferenczi, 1912a.)
134 (Ventana-emergente - Popup)
Esta duda, que roe como resistencia el punto esencial de la comunicación, fue retirada enseguida por el paciente mismo.
135 (Ventana-emergente - Popup)
«Siempre elegía objetos pesados».
136 (Ventana-emergente - Popup)
Cf. «Análisis de la fobia de un niño de cinco años» (1909b) [AE, 10, págs. 76 y 104].
137 (Ventana-emergente - Popup)
Hace algún tiempo, una dama de más de cincuenta años me aportó otra confirmación de este simbolismo del embarazo. Le habían contado repetidas veces que siendo niña pequeña hablaba apenas solía atraer a su padre a la ventana, presa de emoción, cuando veía transportar un pesado mueble por la calle. Por referencia al recuerdo que conservaba de las casas en que vivió se pudo comprobar que en ese momento tenía menos de dos años y nueve meses. Hacia esa época nació su hermano inmediato y, a consecuencia de ese aumento de la familia, se mudaron de casa. Más o menos contemporáneamente solía tener antes de dormirse la angustiosa sensación de algo ominosamente grande que venía sobre ella y entonces «las manos se le ponían gruesísimas».
138 (Ventana-emergente - Popup)
[En una nota agregada en 1911a La interpretación de los sueños (1900a), AE, 5, pág. 401.]
139 (Ventana-emergente - P opup)
Nuevos caminos de la terapia psicoanalítica. (1919 [1918])
«Wege der psychoanalytischen Therapie»
Ediciones en alemán
1919 Int. Z. ärztl. Psychoanal., 5, n° 2, págs. 61-8.
1922 SKSN, 5, págs. 146-58.
1924 Technik und Metapsychol., págs. 136-47.
1925 GS, 6, págs. 136-47.
1931 Neurosenlehre und Technik, págs. 411-22.
1947 GW, 12, págs. 183-94.
1975 SA, «Ergänzungsband» (Volumen complementario), págs. 239-49.
Traducciones en castellano
1930«Los caminos de la terapia psicoanalítica». BN (17vols.), 14, págs. 200-10. Traducción de Luis López Ballesteros.
1943Igual título. EA, 14, págs. 207-17. El mismo traductor.
1948Igual título. BN (2 vols.), 2, págs. 357-61. El mismo traductor.
1953Igual título. SR, 14, págs. 159-67. El mismo traductor.
86
1968Igual título. BN (3 vols.), 2, págs. 449-53. El mismo traductor. 149 (Ventana-emergente - Popup)
1974Igual título. BN (9 vols.), 7, págs. 2457-62. El mismo traductor.
Esta alocución fue leída por Freud en el 5° Congreso Psicoanalítico Internacional, celebrado en Budapest los días 28 y 29 de setiembre de 1918, poco antes de que finalizara la Primera Guerra Mundial. Fue escrita en el verano anterior, durante su estada en la casa de Anton von Freund en Steinbruch, un suburbio de Budapest .
En este trabajo, el a cento principal recae en los métodos «activos» más tarde vinculados fundamentalmente con el nombre de Ferenczi. Fue el último de los escritos puramente técnicos de Freud en esa época; publicó otros dos casi veinte años después: «Análisis terminable e interminable» (1937c) y «Construcciones en el análisis» (1937d)Su alocución en el Congreso de Nuremberg, «Las perspectivas futurasde la terapia psicoanalítica» (1910d), contenía ya un preanuncio de estos métodos «activos».
James Strachey
140 (Ventana-emergente - Popup)
[Cf. «Recordar, repetir y reelaborar» (1914g) y la 27ª de las Conferencias de introducción al psicoanálisis (1916-17).]
141 (Ventana-emergente - Popup)
Después de todo, sucede algo muy similar en el curso del análisis químico. Al mismo tiempo que el químico consigue aislar ciertos elementos, se producen síntesis que no estaban en sus designios, a causa de la liberación de las afinidades electivas entre las sustancias.
142 (Ventana-emergente - Popup)
[La función sintética del yo se examina con más detenimiento en el capítulo III de Inhibición, síntoma y angustia (1926d).]
143 (Ventana-emergente - Popup)
[Según consigna Ferenczi en ese artículo y en otro posterior (1921b), esta idea tuvo sus orígenes en una sugerencia que le hizo personalmente el propio Freud.]
144 (Ventana-emergente - Popup)
[Este principio ya había sido enunciado por Freud en sus «Puntualizaciones sobre el amor de trasferencia» (1915a), AE, 12, págs. 168 y sigs.]
145 (Ventana-emergente - Popup)
[Cf. «Sobre los tipos de contracción de neurosis» (1912c), AE, 12, págs. 239-41.]
146 (Ventana-emergente - Popup)
[Cf. «Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico» (1914d), AE, 14, págs. 56 y sigs.]
147 (Ventana-emergente - Popup)
[Probable referencia al trabajo leído por Jones en el 4° Congreso Psicoanalítico Internacional, celebrado en Munich en 1913 (Jones, 1914c).]
148 (Ventana-emergente - Popup)
[Se hallarán otros comentarios de Freud sobre las opiniones de Putnam en el prólogo que escribió para su libro Addresses on Psychoanalysis (Freud, 1921a), así como en la nota necrológica que le dedicó (1919b).]
[Véase el expediente a que recurrió Freud por motivos técnicos en el análisis del «Hombre de los Lobos» (1918b).]
150 (Ventana-emergente - P opup)
[Por la época en que se pronunció esta alocución, Anton von Freund planeaba fundar un instituto del tipo aquí sugerido. Véase la nota necrológica que le dedicó Freud (1920c).]
151 (Ventana-emergente - Popup)
[José II de Austria (1741-1790), sobre cuyos métodos filantrópicos poco convencionales circulaban muchas leyendas. Freud se refiere a él en términos muy semejantes en uno de los primeros trabajos suyos en que se ocupa de la técnica psicoanalítica, «Sobre la iniciación del tratamiento» (1913c), AE, 12, pág. 134.]
152 (Ventana-emergente - Popup)
[El tratamiento de las neurosis de guerra fue uno de los principales temas abordados en el Congreso Psicoanalítico donde se leyó este trabajo.]
153 (Ventana-emergente - Popup)
¿Debe enseñarse el psicoanálisisen la universidad?. (1919 [1918])
«Kelle az egyeternen a psychoanalysist tanitani?»
Primera edición
(1918 Fecha probable d e redacción del trabajo.)
1919 Gyógyászat (Budapest), 59, n° 13, pág. 192. (Traducción al húngaro.)
Traducciones en castellano
1955 «Sobre la enseñanza del psicoanálisis en la universidad». RP, 12, n° 1, págs. 111-4. Traducción de Marta Békei y Ludovico Rosenthal. (VerNota)
1955Igual título. SR, 21, págs. 395-8. Los mismos traductores.
1968Igual título. BN (3 vols.), 3, págs. 994-6.
1974Igual título. BN (9 vols.), 7, págs. 2454-6.
Este trabajo se publicó por primera vez en traducción al húngaro (probablemente realizada por Ferenczi) en la revista médica Gyógyászat, de Budapest, el 30 de marzo de 1919. Aparentemente, integraba una serie de trabajos de distintos autores acerca de las reformas en la enseñanza médica. Es probable que Freud lo escribiera durante el otoño de 1918, en la época en que se celebró el 5° Congreso Psicoanalítico
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Internacional, en Budapest. Entre los estudiantes de medicina de esta ciudad había, por entonces, considerable agitación en procura de que el psicoanálisisfuera incluido en el plan de estudios. De hecho, en marzo de 1919, cuando los bolcheviques asumieron temporariamente el gobierno de Hungría, Ferenczi fue nombrado profesor de psicoanálisis en la universidad.
James Strachey
154 (Ventana-emergente - Popup)
«Pegan a un niño». Contribución al conocimiento de la génesis de las perversiones sexuales. (1919).
«"Ein Kind wird geschlagen". Beitrag zur Kenntnis der Entstehung sexueller Perversionen»
Ediciones en alemán
1919 Int. Z. ärztl. Psychoanal., 5, n° 3, págs. 151-72. 1922 SKSN, 5, págs. 195-228. 1924 GS, 5, págs. 344-75. 1926 Psychoanalyse der Neurosen, págs. 50-84. 1931 Sexualtheorie und Traumlehre , págs. 124-55. 1947 GW, 12, págs. 197-226. 1973 SA, 7, págs. 229-54.
Traducciones en castellano
1929 «Pegan a un niño (Aportación al conocimiento de la génesis de las perversiones sexuales)». BN (17 vols.), 1 3, págs. 232-62. Traducción de Luis López Ballesteros. 1943Igual título. EA, 13, págs. 241-71. El mismo traductor. 1948 Igual título. BN (2 vols.), 1, págs. 1195-208. El mismo traductor. 1953Igual título. SR, 13, págs. 185-207. El mismo traductor.
1967Igual título. BN (3 vols.), 1, págs. 1181-94. El mismo traductor.
1974Igual título. BN (9 vols.), 7, págs. 2465-80. El mismo traductor.
En una carta a Ferenczi del 24 de enero de 1919, Freud le anunciaba que estaba escribiendo un artículo sobre el masoquismo. Fue terminado e intitulado a mediados de marzo, y se publicó en el verano del mismo año.
Este trabajo consiste, en su mayor parte, en una minuciosa indagación clínica acerca de una clase particular de perversión. Los hallazgos de Freud iluminan especialmente el problema del masoquismo, y, como está implícito en el subtítulo, su propósito era, asimismo, ampliar e l conocimiento de las perversiones en general. Desde este punto de vista, el artículo puede considerarse un complemento al primero de los Tres ensayos de teoría sexual (1905d).
Sin embargo, a esto se agrega un examen -al cual Freud atribuía suma importancia- de los motivos que llevan a la represión, con especial referencia a las teorías que al respecto propusieron Fliess y Adler . Si bien el mecanismo de la represión había sido exhaustivamente considerado en dos de los trabajos metapsicológicos de Freud -en «La represión» (1915d)y en la sección IV de «Lo inconciente» (1915e)-el problema de los motivos que la originan, mencionado al pasar en la última sección del análisis del «Hombre de los Lobos» (1918b), no es tratado en ningún lugar de una manera tan completa como aquí. Por supuesto, este problema había interesado y aun intrigado a Freud desde sus primeras épocas, y hay numerosas referencias a él en la correspondencia con Fliess (1950a). Hacia el fin de su vida volvió a abordarlo, en «Análisis terminable e interminable» (1937c), donde discutió una vez más las teorías de Fliess y de Adler.
James Strachey
155 (Ventana-emergente - Popup)
{El verbo castellano «pegar» no admite, en el uso corriente, la voz pasiva («ser pegado»), que sin embargo adquiere valor teórico en el tratamiento de este tema; por ello, traduciremos indistintamente«schlagen» por «pegar» o «azotar». La expresión «Schlagepbantasie» será vertida como «fantasía de paliza».}
156 (Ventana-emergente - Popup)
[Una difundida serie de libros de Sophie de Ségur, de los cuales Les malheurs de Sophiefue uno de los que alcanzó mayor popularidad.]
157 (Ventana-emergente - Popup)
[Tal vez sea esta una referencia a la teoría de la sublimación mencionada en el capítulo III de El yo y el ello(1923b).]
158 (Ventana-emergente - Popup)
[Freud aludió a esta observación de Binet (1888) en sus Tres ensayos de teoría sexual (1905d)y añadió un comentario sobre ella en una nota agregada a la edición de 1920 (AE, 7, pág. 14G, n. 20).]
159 (Ventana-emergente -Popup)
[Cf. «La predisposición a la neurosis obsesiva» (1913i).]
160 (Ventana-emergente - Popup)
[El sexto caso no es mencionado en este texto.]
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161 (Ventana-emergente - Popup)
[En verdad, Freud se ocupa en el capítulo VI de este trabajo de las fantasías de paliza de los hombres. Probablemente al decir aquí «un tema diverso» pensaba en sus bases específicamente femeninas.]
162 (Ventana-emergente - Popup)
{Empleamos «niño» en sentido general, sin determinación de sexo.}
163 (Ventana-emergente - Popup)
{En Macbeth (acto 1, escena 3), las brujas le profetizan a Banquo que será «menos grande que Macbeth, y más grande, / no tan feliz, y más feliz, / procrearás reyes, pero no serás rey».}
164 (Ventana-emergente - Popup)
Véase el destino en el mito de Edipo.
165 (Ventana-emergente - Popup)
[Nota agregada en 1924:] Continuamos esta línea de pensamiento en «El sepultamiento del complejo de Edipo» (1924d).
166 (Ventana-emergente - Popup)
[Estas cuestiones habían sido tratadas ampliamente por Freud no mucho antes, en sus Conferencias de introducción al psicoanálisis (1916-17), en especial en la 21ª y 23ª conferencias. Véase también su prólogo al libro de Reik sobre psicología de las religiones (Freud, 1919g), infra, págs. 257-8.]
167 (Ventana-emergente - Popup)
Cf. «Pulsiones y destinos de pulsión» (1915c). [En Más allá del principio de placer (1920g), AE, 18, pág. 53, Freud se inclinó en definitiva por la posibilidad de que hubiera un masoquismo primario.]
168 (Ventana-emergente - Popup)
[Véase la parte III de «Introducción del narcisismo» (1914c)Esta instancia es, por supuesto, la denominada posteriormente «superyó». Cf. el capítulo III de El yoy el ello (1923b).]
169 (Ventana-emergente - Popup)
[Cf. Tres ensayos de teoría sexual (1905d), AE, 7, pág. 172n.]
170 (Ventana-emergente - Popup)
[Véanse, por ejemplo, las consideraciones hechas en el historial clínico del «Hombre de las Ratas» (1909d), AE, 10, págs, 159 y sigs.]
171 (Ventana-emergente - Popup)
[Nota agregada en 1924:] Se hallarán otras puntualizaciones acerca de este tema en mi trabajo sobre «El problema económico del masoquismo» (1924c).
172 (Ventana-emergente - Popup)
[Una fantasíade paliza desempeña un papel en el análisis del «Hombre de los Lobos» (1918b).]
173 (Ventana-emergente - Popup)
[En «Análisis terminable e interminable» (1937c), AE, 23, pág. 252, donde remite al presente párrafo, atribuye la teoría a Wilhelm Fliess.]
174 (Ventana-emergente - Popup)
[La teoría de Adler sobre la represión fue brevemente examinada en el historial clínico del «Hombre de los Lobos» (1918b), supra, págs. 100-1. Cf. Adler (1910).]
175 (Ventana-emergente - Popup)
[Por ejemplo, en su trabajo «Formulaciones sobre los dos principios del acaecer psíquico» (1911b).]
176 (Ventana-emergente - Popup)
[Hay algunas consideraciones ulteriores sobre la primera fase de la fantasía de paliza en las niñas en el trabajo de Freud sobre la diferencia anatómica entre los sexos (1925j), AE, 19, pág. 272]
177 (Ventana-emergente - Popup)
Introducción a Zur Psychoanalyse der Kriegsneurosen (1919)
Ediciones en alemán
1919Introducción a Zur Psychoanalyse der Kriegsneurosen, Leipzig y Viena: Internationaler Psychoanalytischer Verlag, págs. 3-7.
1928 GS, 11, págs. 252-5.
1931 Neurosenlehre und Technik, págs. 310-5.
1947 GW, 12, págs. 321-4.
Traducciones en castellano
1955«Introducción al Simposio sobre las neurosis de guerra». SR, 20, págs. 154-8. Traducción de Ludovico Rosenthal.
1968Igual título. BN (3 vols.), 3, págs. 297-301.
1974Igual título. BN (9 vols.), 7, págs. 2542-4.
El 5° Congreso Psicoanalítico Internacional, celebrado en Budapest los días 28 y 29 de setiembre de 1918, y en el cual Freud leyó su alocución sobre los «Nuevos caminos de la terapia psicoanalítica» (1919a), incluyó también un debate acerca del psicoanálisis de las neurosis de guerra, el cual se inició con tres ponencias presentadas, respectivamente, por Sándor Ferenczi, Karl Abraham y Ernst Simmel. Estos tres trabajos, junto con otro de Ernest Jones sobre el mismo tema, leído ante la Sociedad Real de Medicina de Londres el 9 de abril de 1918, fueron publicados un año más tarde en un pequeño volumen -el primero de la recientemente fundada Internationaler Psychoanalytischer VerlagEstuvieron precedidos de esta breve introducción de Freud, quien volvió a ocuparse de la cuestión en un informe presentado al año siguiente ante un comité creado por el Ministerio de Guerra austríaco (Freud, 1955c). Dicho informe se reproduce aquí como apéndice a este texto.
James Strachey
178 (Ventana-emergente - Popup)
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[«Gutachten über die elektrische Behandlung der Kriegsneurotiker». Publicado por primera vez en inglés, con el título «Memorandum on the Electrical Treatment of War Neurotics»,SE, 17, págs. 211-5. El original alemán se publicó en 1972:Psyche, 26, n° 12, págs. 942 y sigs. {Traducción en castellano: 1956: «Informe sobre la electroterapia de los neuróticos de guerra», RP, 13, n° 3, págs. 277-80, trad. de L. Rosenthal.}
Al concluir la Primera Guerra Mundial, tras el derrumbe del imperio austro-húngaro, tomaron estado público en Viena varios testimonios acerca del brutal tratamiento a que habían sido sometidos los neuróticos de guerra por los médicos militares. El Ministerio de Guerra austríaco ordenó en consecuencia que se iniciara una investigación al respecto, y en el curso de las indagaciones se solicitó a Freud su opinión como especialista. Elevó entonces un informe a la comisión responsable de la investigación y posteriormente se presentó ante ella para dar su testimonio oral. Este informe fue hallado en los archivos del Ministerio de Guerra por el profesor Josef Gicklhorn, de la Universidad de Viena, quien generosamente nos facilitó una copia fotostática. Debemos expresar nuestro agradecimiento, además, al doctor K. R. Eissler, de Nueva York (secretario de los Archivos Sigmund Freud), por haber sido el primero en llamar nuestra atención sobre la existencia del documento. El manuscrito original ocupa cinco y media de las grandes carillas de papel folio utilizadas habitualmente por Freud. El título está escrito de su puño y letra, y abajo lleva como data: «Viena, 23.2.20». Un sello oficial en la parte superior de la primera hoja consigna que el informe fue recibido por la «Kommission zur Ethebung militärischer Pflichtverletzungen» (Comisión para indagar las violaciones al deber militar) con fecha 25 de febrero de 1920. En cada una de las hojas está impreso también el sello oficial de los Archivos del Estado.]
179 (Ventana-emergente - Popup)
[Julius von Wagner-Jauregg fue profesor de psiquiatría en la Universidad de Viena de 1893 a 1928.]
180 (Ventana-emergente - Popup)
[En el manuscrito original se lee en este lugar, claramente, «1818».]
181 (Ventana-emergente - Popup)
Lo ominoso. (1919)
«Das Unheimliche»
Ediciones en alemán
1919 Imago, 5, n° 5-6, págs. 297-324.
1922 SKSN, 5, págs. 229-73.
1924 GS, 10, págs. 369-408.
1924 Dichtung und Kunst, págs. 99-138.
1947 GW, 12, págs. 229-68.
1972 SA, 4, págs. 241-74.
Traducciones en castellano
1943«Lo siniestro». EA, 18, págs. 185-232. Traducción de Ludovico Rosenthal.
1954Igual título. SR, 18, págs. 151-86. El mismo traductor.
1974Igual título. BN (9 vols.), 7, págs. 2483-505.
Este trabajo, que se publicó en el otoño de 1919, es mencionado por Freud en una carta a Ferenczi del 12 de mayo de ese año, donde le dice que ha rescatado un antiguo manuscrito del fondo de un cajón y lo está reescribiendo. Nada se sabe sobre la fecha de su primera redacción o sobre la medida en que lo modificó, pero la nota de Tótem y tabú (1912-13)muestra que ya en 1913 el tema rondaba su pensamiento, y al menos los pasajes referidos a la «compulsión de repetición» deben de haber sido fruto de la revisión, ya que incluyen una síntesis de gran parte de Más allá del principio de placer (1920g), obra a la que aluden como «casi concluida». En la carta a Ferenczi antes mencionada le anunciaba también que había terminado el borrador de dicha obra, la cual sólo se publicaría un año más tarde. Se hallarán más detalles al respecto en mi «Nota introductoria» a ese trabajo (cf. AE, 18, pág. 3).
La primera sección del presente escrito plantea, con su extensa cita de un diccionario alemán, particulares dificultades al traductor. Esperamos que los lectores no se dejen desalentar por este obstáculo inicial, ya que el artículo rebosa de un interesante y significativo contenido, y va mucho más allá de las meras disquisiciones lingüísticas.
James Strachey
182 (Ventana-emergente - Popup)
[Una alusión a la Primera Guerra Mundial, que acababa de finalizar.]
183 (Ventana-emergente - Popup)
{Téngase en cuenta que «un-» (en «unheimlich») es prefijo de negación.}
184 (Ventana-emergente - Popup)
{En la traducción del fragmento del diccionario de Sanders que sigue a continuación se han omitido algunos detalles, referidos principalmente a la fuente de las citas.}
185 (Ventana-emergente - Popup)
{Algunas de las referencias bíblicas dadas por el diccionario de Sanders son erróneas. Por ejemplo, aquí no es «I1 Cron. 12:25» sino «1 Cron. 11:25»: «A este puso David en su consejo» (versión de Casiodoro de Reina, Sociedades Bíblicas Unidas). En otros casos puede tratarse de discrepancias entre la versión alemana y lacastellana, como en 2 Reyes 10:27 (citado al final de la página siguiente): «Demolieron la casa de Baal { ... } y la convirtieron en cloaca hasta el día de hoy» (Sociedades Bíblicas Unidas); «Y derribaron la casa de Baal, e hiciéronla necesaria hasta hoy» (Biblia de Jerusalén).}
186 (Ventana-emergente - Popup)
{Recuérdese la nota anterior de la traducción castellana.}:
90
{Algunas de las referencias bíblicas dadas por el diccionario de Sanders son erróneas. Por ejemplo, aquí no es «I1 Cron. 12:25» sino «1 Cron. 11:25»: «A este puso David en su consejo» (versión de Casiodoro de Reina, Sociedades Bíblicas Unidas). En otros casos puede tratarse de discrepancias entre la versión alemana y la castellana, como en 2 Reyes 10:27 (citado al final de la página siguiente): «Demolieron la casa de Baal { ... } y la convirtieron en cloaca hasta el día de hoy» (Sociedades Bíblicas Unidas); «Y derribaron la casa de Baal, e hiciéronla necesaria hasta hoy» (Biblia de Jerusalén).}
187 (Ventana-emergente - Popup)
[Según el Oxford English Dictionary, una ambigüedad similar posee la palabra inglesa«canny», que tanto puede significar «cosy» {«confortable»} como«endowed with occult or magical powers» {«dotado de poderes mágicos u ocultos»; «Unheimlich» es traducido al inglés por «uncanny»}.]
188 (Ventana-emergente - Popup)
{Abreviatura de «alto alemán medio», lengua hablada por los habitantes de la Alta Alemania entre los años 1100-1500 aproximadamente.}
189 (Ventana-emergente - Popup)
{Versión de Sociedades Bíblicas Unidas: Salmos 27:5: «Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; ocultaráme en lo reservado de su pabellón»; 1Sam. 5:12«Ylos que no morían eran heridos de hemorroides». (Véase supra, pág. 222,la nota de la traducción castellana.)}
190 (Ventana-emergente - Popup)
[En la versión original de este trabajo (1919) se leía aquí «Schleiermacher», notoriamente un error.]
191 (Ventana-emergente - Popup)
Hoffmann, Sämtliche Werke, edición de Grisebach, 3.
192 (Ventana-emergente - Popup)
Der Sandmann kommt!»,una de las amenazas habituales en los países de habla alemana para inducir a los niños a dormirse; expresiones similares existen en inglés(«Tbe Sandman is about!») y en francés («Le marchand de sable passe!»).}
193 (Ventana-emergente - Popup)
La esposa del doctor Rank me ha hecho notar las derivaciones de este nombre: «coppella» = «copela» (véanse las operaciones químicas a raíz de las cuales halló la muerte el padre); «coppo»: la cuenca del ojo. [Excepto en la primera edición (1919), esta nota se adjuntaba, aparentemente por error, al aparecer por segunda vez el nombre «Coppelius» en el párrafo anterior.]
194 (Ventana-emergente - Popup)
De hecho, al elaborar los elementos del material, la fantasía del autor no los ha trastrocado tanto que no podamos restaurar su ordenamiento originario. En la historia infantil, el padre y Coppelius figuran la imago-padre fragmentada en dos opuestos por obra de la ambivalencia; uno amenaza con dejarlo ciego (castración), y el otro, el padre bueno, intercede para salvar los ojos del niño. La pieza del complejo alcanzada con mayor intensidad por la represión, el deseo de que muera el padre malo, halla su figuración en la muerte del padre bueno, imputada a Coppelius. A este par de padres corresponden, en la ulterior biografía del estudiante, el profesor Spalanzani y el óptico Coppola; el profesor es en sí una figura de la serie paterna, y a Coppola se lo discierne como idéntico al abogado Coppelius. Así como aquella vez trabajaban juntos en un misterioso brasero, ahora han creado en común a la muñeca Olimpia; y además, al profesor se lo llama padre de Olimpia. Mediante esta relación de comunidad que se presenta por dos veces, ambos se revelan como escisiones de la ¡imago-padre, es decir, tanto el mecánico como el óptico son el padre de Olimpia y el de Nathaniel. En la escena terrorífica de la infancia, Coppelius, tras renunciar a dejar ciego al niño, le descoyunta brazos y piernas a manera de experimento, o sea, trabaja con él como lo haría un mecánico con una muñeca. Este extraño rasgo, que se sale por completo del marco de la representación del Hombre de la Arena, pone en juego un nuevo equivalente de la castración; pero también apunta a la íntima identidad de Coppelius con su ulterior contra parte, el mecánico Spalanzaní, y nos prepara para la interpretación de Olimpia. Esta muñeca automática no puede ser otra cosa que la materialización de la actitud femenina de Nathaniel hacia su padre en la primera infancia. Sus padres -Spalanzani y Coppola- no son más que reediciones, reencarnaciones, del par de padres de Nathaniel; la frase de Spalanzani, de otro modo incomprensible, según la cual el óptico hurtó los ojos a Nathaniel para ponérselos a la muñeca, cobra así significado como prueba de la identidad entre Olimpia y Nathaniel. Olimpiaes, por así decir, un complejo desprendido de Nathaniel, que le sale al paso como persona; su sometimiento a ese complejo halla expresión en el amor disparatado y compulsivo por Olimpia. Tenemos derecho a llamar «narcisista» a este amor, y comprendemos que su víctima se enajene del objeto real de amor. Numerosos análisis clínicos, de contenido por cierto menos fantástico, pero apenas menos triste que la historia del estudiante Nathaniel, prueban cuán correcto es psicológicamente que el jovencito fijado al padre por el complejo de castración sea incapaz de amar a la mujer.
E. T. A. Hoffmann era hijo de un matrimonio desdichado. Cuando tenía tres años, su padre se separó de su pequeña familia y nunca más volvió a vivir con ella. Según las pruebas que aportaE. Grisebach en su introducción biográfica a las obras de Hoffmann, su relación con el padre siempre fue el punto más sensibleen la vida afectiva de este autor.
195 (Ventana-emergente - Popup)
[En uno de los números de Internationale Zeitschrift für ärztliche Psychoanalyse correspondientes a 1919 (5, pág. 308), año en que se publicó el presente trabajo, apareció bajo la rúbrica «Varia» y firmada con las iniciales «S. F.» una breve nota que no es irrazonable atribuir a Freud. Aunque en términos estrictos no corresponde al tema aquí tratado, tal vez se justifique su inclusión. Se titula «E. T. A. Hoffmann sobre la función de la conciencia» y reza así: «En Los elixires del diablo (edición de Hesse, parte II, pág. 210), novela que descuella por sus magistrales descripciones de estados patológicos del espíritu, Schönfeld consuela al héroe, que sufre una pasajera perturbación de conciencia, con estas palabras: "¿Qué quiere usted con eso? Me refiero a esa particular función del espíritu que se llama conciencia y que no ~s otra cosa que la maldita actividad de un condenado recolector de impuestos, inspector municipal, vista de aduanas, que ha instalado su malvada oficina en el altillo y a toda mercadería que pretende pasar le dice: '¡Epa, epa! ... La salida está prohibida... Eso se queda en el país, en el país...' " ».]
196 (Ventana-emergente - Popup)
[En esta frase parecen resonar las palabras de Nietzsche (v. gr., en la última parte de Así habló Zaratustra). EnMás allá del principio de placer (1920g), AE, 18, pág. 22, Freud cita entre comillas una frase semejante: «el eterno retorno de lo igual».]
197 (Ventana-emergente - Popup)
[Cf. La interpretación de los sueños (1900a), AE, 5, pág. 363.]
198 (Ventana-emergente - Popup)
Creo que cuando los poetas se quejan de que dos almas moran en el pecho del hombre, y cuando los adictos a la psicología popular hablan de la escisión del yo en el hombre, entrevén esta bifurcación (perteneciente a la psicología del yo) entre la instancia y el resto del yo, y no la relación de oposición descubierta por el psicoanálisis entre el yo y lo reprimido inconciente. Es verdad que la diferencia se borra por el hecho de que entre lo desestimado por la crítica del yo se encuentran en primer lugar los retoños de lo reprimido. [Freud ya había considerado con detalle esta instancia crítica en la sección III de «Introducción del narcisismo» (1914c), y pronto la ampliaríahasta convertirla en el «ideal del yo» y en el «superyó» en el capítulo XI de su Psicología de las masas y análisis del yo (1921c) y el capítulo III de El yoy el ello (1923b), respectivamente.]
199 (Ventana-emergente - Popup)
En la obra de H. H. Ewers, Der Student von Prag {El estudiante de Praga}, que sirve de punto de partida al estudio de Rank sobre el doble, el héroe ha prometido a su amada no matar a su desafiante en el duelo. Pero en camino al campo del honor se encuentra con el doble, que ya ha matado a su rival. [Sobre la «ilusión del libre albedrío». cf.
91
Psicopatología de la vida cotidiana (1901b), AE, 6, págs. 246-7.]
200 (Ventana-emergente - Popup)
Heine, Die Götter im Exil {Los dioses en el exilio).
201 (Ventana-emergente - Popup)
[Mark Twain, A Tramp Abroad.]
202 (Ventana-emergente - Popup)
[Freud había cumplido 62 años de edad el año anterior, 1918.]
203 (Ventana-emergente - Popup)
Kammerer, 1919.
204 (Ventana-emergente - Popup)
[Se refiere aMás allá del principio de placer (1920g), publicada un año más tarde, en cuyos capítulos II y III se explaya sobre las diversas manifestaciones de la «compulsión de repetición» aquí enumeradas. Como fenómeno clínico, la «compulsión de repetición» ya había sido tratada por Freud en un trabajo dado a conocer cinco años antes: «Recordar, repetir y reelaborar» (1914g).]
205 (Ventana-emergente - Popup)
[El poema de Schiller basado en Herodoto.]
206 (Ventana-emergente - Popup)
«A propósito de un caso de neurosis obsesiva» (1909d) [AE, 10, págs, 182-3].
207 (Ventana-emergente - Popup)
[El «Hombre de las Ratas», a quien acababa de referirse; cf. ibid., AE, 10, pág. 182.]
208 (Ventana-emergente - Popup)
Véase mi libro Tótem y tabú(1912-13), ensayo III, «Animismo, magia y omnipotencia de los pensamientos», donde se hallará la siguiente nota al pie: «Parece que conferimos el carácter de lo ominoso a las impresiones que corroborarían la omnipotencia de los pensamientos y el modo de pensar animista en general, en tanto que en nuestro juicio ya nos hemos extrañado de ambas creencias» [AE, 13, págs. 89-90].
209 (Ventana-emergente - Popup)
{Alude al ejemplo dado anteriormente, para el inglés: «a haunted house».}
210 (Ventana-emergente - Popup)
[Este problema ocupa un lugar prominente en Más allá del principio de placer (1920g), obra que Freud estaba preparando cuando escribió el presente artículo. Cf.AE, 18, págs. 43 y sigs.]
211 (Ventana-emergente - Popup)
[La actitud del ser humano hacia la muerte fue tratada más extensamente por Freud en la segunda parte de su ensayo «De guerra y muerte» (1915b), AE, 14, págs, 290 y sigs.]
212 (Ventana-emergente - Popup)
Cf. Tótem y tabú (1912-13) [AE, 13, pág. 71].
213 (Ventana-emergente - Popup)
{Literalmente, «el que arroja» (la mala suerte, el mal de ojo).}
214 (Ventana-emergente - Popup)
[La novela de Schaeffer se publicó en 1918.]
215 (Ventana-emergente - Popup)
[Goethe, Fausto, parte I, escena 16.]
216 (Ventana-emergente - Popup)
[«Die Geschichte von der abgehauenen Hand» {La historia de la mano cortada}.]
217 (Ventana-emergente - Popup)
[Véase el análisis del «Hombre de los Lobos» (1918b).]
218 (Ventana-emergente - Popup)
[Cf. La interpretación de los sueños (1900a), AE, 5, pág. 401.]
219 (Ventana-emergente - Popup)
[Cf. «La negación» (1925h).]
220 (Ventana-emergente - Popup)
Como también lo ominoso del doble es de este género, será interesante averiguar el efecto que nos produce toparnos con la imagen de nuestra propia persona sin haberla invocado e insospechadamente. E. Mach comunica dos de tales observaciones en su Analyse der Empfindung (1900, pág. 3). Una vez se espantó no poco al advertir que el rostro que veía era el suyo propio, y otra vez pronunció un juicio harto negativo sobre alguien en quien creyó ver un extraño que subía al ómnibus donde se encontraba él: « ¡Vaya que estádecrépito el maestro de escuela que sube ahí! ». Yo puedo referir una aventura parecida: Me encontraba solo en mi camarote cuando un sacudón algo más violento del tren hizo que se abriera la puerta de comunicación con el toilette, y apareció ante mí un anciano señor en ropa de cama y que llevaba puesto un gorro de viaje. Supuse que al salir del baño, situado entre dos camarotes, había equivocado la dirección y por error se había introducido en el mío; me puse de pie para advertírselo, pero me quedé atónito al darme cuenta de que el intruso era mi propia imagen proyectada en el espejo sobre la puerta de comunicación. Aún recuerdo el profundo disgusto que la aparición me produjo. Por tanto, en vez de aterrorizarnos ante el doble, ambos -Mach y yo- simplemente no lo reconocimos. ¿Y el disgusto no sería un resto de aquella reacción arcaica que siente al doble como algo ominoso?
221 (Ventana-emergente - Popup)
[Véase el examen del temor de los niños a la oscuridad en el tercero de los Tres ensayos de teoría sexual (1905d), AE, 7, págs. 204-5, n. 24.]
222 (Ventana-emergente - Popup)
{Problemas de la psicología de las religiones.}
223 (Ventana-emergente - Popup)
[Ediciones en alemán: 1919: Leipzig y Viena: Internationaler Psychoanalytischer Verlag (1ª parte: «Das Ritual» {El ritual}, págs. vii-xii); 1928: 2ª ed. (publicada con el título Das Ritual: Psychoanalytische Studien {Elritual: estudios psicoanalíticos}), la misma editorial; 1928: GS, 11, págs. 256-60; 1947: GW, 12, págs. 325-9.]
224 (Ventana-emergente - Popup)
{Traducciones en castellano: 1955: «Prólogo para un libro de Theodor Reik»,SR, 20págs. 159-63, trad. de L. Rosenthal; 1968:Igual título, BN (3 vols.), 3, págs. 301-5; 1974: Igual título, BN (9 vols.), 7, págs. 2812-5.}
225 (Ventana-emergente - Popup)
[Freud se propuso un fin análogo con su artículo «El interés por el psicoanálisis» (1913j).]
226 (Ventana-emergente - Popup)
[El segundo volumen no llegó a publicarse.]
227 (Ventana-emergente - Popup)
[«Internationaler Psychoanalytischer Verlag und Preiszuteilungen für psychoanalytischc Arbeiten». Ediciones en alemán: 1919: Int. Z. ärztl. Psychoanal., 5, pág. 137; 1947: GW, 12, pág. 333. {Traducciones en castellano (cf. la «Advertencia sobre la edición en castellano»,supra, pág. xiii y n. 6): 1955: «La Editorial Psicoanalítica Internacional y los premios para trabajos psicoanalíticos»,SR, 20, págs. 227-9, trad. de L. Rosenthal; 1968:Igual título, BN (3 vols.), 3, págs. 3435; 1974: Igual título,BN (9 vols.), 7, págs. 2829-30.}]
228 (Ventana-emergente -Popup)
[Se refiere al doctor Anton von Freund. Véase la nota necrológica que Freud escribió sobre él (1920c). El5° Congreso
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Psicoanalítico Internacional se reunió en Budapest en setiembre de 1918.]
229 (Ventana-emergente - Popup)
{Traducciones en castellano: 1956:«Concesión de premios» y «Concurso de trabajos analíticos», RP, 13, n° 3, págs. 2016 y 287, respectivamente, trad. de L. Rosenthal.}
230 (Ventana-emergente - Popup)
[Premios correspondientes a los años 1920 y 1921, respectivamente.]
231 (Ventana-emergente - Popup)
[Premios correspondientes a los años 1921 y 1920, respectivamente.]
232 (Ventana-emergente - Popup)
[«James J. Putnam». Publicado con la firma «Der Herausgeber» {«El director»}. Ediciones en alemán:1919: Int. Z. ärztl. Psychoanal., 5,pág.136; 1928: GS, 11, pág. 276; 1947: GW, 12, pág. 315. {Traducciones en castellano (cf. la «Advertencia sobre la edición en castellano», supra, pág. xiii y n. 6): 1955: «En memoria de James J. Putnam»,SR, 20, págs. 199-200,trad. de L. Rosenthal; 1968:Igual título, BN (3 vols.), 3, pág. 323; 1974: Igual título, BN (9 vols.), 7, pág. 2822.}]
233 (Ventana-emergente - Popup)
[Su autor fue Ernest Jones (1919). Unos dos años más tarde, en un prólogo a una colección de escritos de Putnam, el propio Freud hizo una apreciación más completa de su obra (Freud, 1921a). Freud también tradujo anónimamente uno de los trabajos de Putnam (1910), agregando la siguiente nota al pie (Zentralblatt Jür Psychoanalyse, 1 (1911), pág. 137):
«Conferencia pronunciada en junio de 1910 ante la Canadian Medical Association, Toronto, e impresa en el Boston Medical and Surgical Journal del 21 de julio de 1910.
»Como contrapartida frente a los numerosos, injustos e incomprensivos ataques dirigidos al psicoanálisis, y en lugar de unas críticas de nuestra parte que fácilmente avivarían el encono, ofrecemos a nuestros lectores esta conferencia del neurólogo de la Universidad de Boston. J. Putnam no es sólo uno de los neurólogos más descollantes de Estados Unidos, sino también un hombre sumamente respetado por su intachable carácter y sus elevadas normas éticas. Aunque hace tiempo que ha dejado de ser joven, el año pasado se situó sin reserva alguna en la primera fila de los campeones del psicoanálisis».
234 (Ventana-emergente - Popup)
[«Victor Tausk». Publicado con la firma «Die Redaktion» {«La redacción»}. Ediciones en alemán: 1919: Int. Z. ärztl. Psychoanal., 5, pág. 225; 1928: GS, 11, pág. 277; 1947: GW, 12, pág. 316. { Traducciones en castellano: 1951: «En memoria de Victor Tausk»,RP, 8, n° 1, págs. 88-90, trad. de L. Rosenthal; 1955: Igual título, SR, 20, págs. 201-3,el mismo traductor; 1968Igual título, BN (3 vols.), 3, págs. 324-6; 1974: Igual título, BN (9 vols.), 7, págs. 2823-4.}]
235 (Ventana-emergente - Popup)
[En medicina; ya era doctor en leyes.]
236 (Ventana-emergente - Popup)
[Cf. «Informe sobre la electroterapia de los neuróticos de guerra» (1955c).]
237 (Ventana-emergente - Popup)
[La Internationale Zeitschrift lür ärztliche Psychoanalyse.]
238 (Ventana-emergente - Popup)
[Aparentemente nunca fue publicado.]